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LAKERS 95 - ROCKETS 118

"El mejor baloncesto de la NBA"; Houston, perfecto con CP3: 8-0

Primero Eric Gordon, después James Harden y para acabar Chris Paul. Muy fácil. En defensa siguen dando los pasos correctos: Top-5 NBA.

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"El mejor baloncesto de la NBA"; Houston, perfecto con CP3: 8-0

"Houston está jugando, en mi opinión, el mejor baloncesto de la NBA". Palabras de Luke Walton, técnico de Los Angeles Lakers, minutos antes de que sus pupilos salieran al ruedo para enfrentarse a uno de los cocos. Y estemos o no de acuerdo con la afirmación de Walton, lo que está claro es que los Houston Rockets son, a cuatro de marzo, una pesadilla para cualquier rival.

Cerraron 12-1 noviembre (entrenador y jugador del mes por el camino) y han superado el primer cuarto de competición con una sola derrota en la carretera (10-1 ahora). Llegaban al Staples con una racha de seis triunfos consecutivos en los que habían destrozado a sus rivales (todo victorias por dobles dígitos) anotando siempre 18 o más triples, algo que ningún otro equipo había conseguido en la historia más de dos veces seguidas. Los Lakers consiguieron detener esa racha de acierto desde el perímetro (ayer se quedaron en 14), pero entre poco y nada más. Lo visitantes fueron mejores prácticamente en todas las facetas del juego (50% en los tiros, casi 38% en los triples, +80% en los libres), provocaron 21 pérdidas y batieron a los Lakers en su casa y con sus armas: 54-42 en la pintura, zona en la que los Lakers son los mejores de toda la Liga.

Los Rockets empezaron fríos, sin ritmo (cinco puntos en cinco minutos). Pero Eric Gordon (+37 en 30 minutos) encendió al equipo en cuestión de segundos. Anotó 18 de sus 22 puntos en sus primeros 10 minutos en cancha, y una vez encendida la mecha... James Harden cogió el testigo en la segunda mitad del segundo cuarto y se puso las botas aprovechando los cambios en los bloqueos de sus rivales. Cada vez que se quedaba con un grande, cuatro abiertos y a trabajar. Triples, bandejas, mates... Acabó con 20 la primera mitad y con 36 el partido (nueve asistencias). Un paso más hacia el MVP.

Para acabar la fiesta, apareció Chris Paul. El base dominó los ritmos del partido en la segunda parte después de un inicio de tercer cuarto algo alocado. Para eso ha llegado a Houston entre otras muchas cosas. Acertó en los triples y superó la veintena por segunda vez con la camiseta de unos Rockets que aún no conocen la derrota con CP3 sobre el parqué: ocho partidos, ocho victorias.

Los Lakers, que tienen un complicadísimo mes de diciembre por delante (tres partidos vs Warriors, otro vs Rockets, los Cavs...) pagaron caro cada cambio en los bloqueos y no pudieron competir de tú a tú con unos Rockets que siguen mejorando partido a partido en defensa (Top-5 NBA ya). Pero es evidente que estaban jugando contra un equipo que ahora mismo no es de su liga. Brandon Ingram siguió con su versión más agresiva (18 puntos valientes) y Kyle Kuzma volvió a demostrar la facilidad que tiene para sumar: 22 puntos y 12 rebotes desde el banco para el novato.

Los Houston Rockets siguen sumando victorias (18-4) al mejor inicio de la franquicia en los últimos 20 años.