NUTRICIÓN

La auténtica dieta de Michael Phelps para los JJOO 2016

El atleta ya no comía las grandes cantidades de comida (unas 12.000 calorías al día) que tomaba a la hora de prepararse para los Juegos Olímpicos de Pekín de 2008.

El atleta olímpico más exitoso de todos los tiempos dice que ya no come, ni comió para los Juegos Olímpicos de Río, la cantidad loca que, según informó, tomaba para los JJOO de Pekín, allá por 2008, hace precisamente 10 años. De hecho, su dieta se hizo famosa por consumir ni más ni menos que 12.000 calorías, divididas en 3 comidas (4.000 calorías por comida), casi el quíntuple de lo que comería una persona normal en su día a día.

Qué incluía en su dieta de 12.000 calorías de 2008

Desayuno:

3 sándwiches de huevo frito cargados de queso, lechuga, tomate, cebolla frita y mayonesa

2 tazas de café

1 tortilla de cinco huevos

1 tazón de sémola

3 rebanadas de tostada francesa con azúcar

3 panqueques con trocitos de chocolate

Almuerzo:

500 gramos de pasta

2 sándwiches grandes de jamón y queso con mayonesa en pan blanco

1.000 calorías en bebidas energéticas

Cena

500 gramos de pasta

1 pizza entera

Más bebidas energéticas

¿Qué ha cambiado respecto a 2016?

Pese a que los éxitos que cosechó Michael Phelps son realmente tremendos también en los JJOO de 2016, el cambio fue drástico, según informó Global News: redujo casi en una cuarta parte la cantidad de calorías, hasta alcanzar la cifra de 3.500 por día, entrenando, por supuesto, a menor ritmo (de unas cinco o seis horas al día durante cinco o seis días a la semana en 2008 a dos a cuatro horas durante cuatro días por semana). Su dieta actual sería parecida a esta:

1 tazón grande de avena

1 tortilla grande con jamón y queso

Mucha fruta fresca

Café

2 platos llenos de granos integrales

Carnes magras

Vegetales frescos

Como se puede apreciar, es una dieta más saludable y menos cargada de azúcares que la que hacía en 2008, e incluye muchas menos porciones de comida. Según la nutricionista Jennifer Sygo, de la Clínica Cleveland en Canadá, “muchos atletas están comenzando a prestar atención al papel que desempeña la nutrición en el rendimiento y la longevidad. En las primeras etapas de su carrera, pueden no prestar tanta atención a la dieta, ya que son jóvenes y no notan los efectos a largo plazo".

Sin embargo, añade que “maduran, sufren más lesiones y la edad se les empieza a notar en el rendimiento físico, por lo que vale la pena hacer ciertos cambios dietéticos que influyan en una mejor recuperación”.

La dieta de 2008 que hacía Michael Phelps, de 12.000 calorías, podría ser suficiente para que una persona normal se sienta incluso enferma, pero hay que tener en cuenta que entrenaba de cinco a seis horas al día en la piscina, en un deporte que quema una cantidad de energía brutal y que necesita un aporte extra de nutrientes, aunque no convengan de los productos más saludables.

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