4 pasos para reconocer una dieta milagro y no seguirla
Las dietas milagro se anuncian como la solución a todos tus problemas de pérdida de peso, pero en realidad suponen un engaño en el que no debemos caer
¿Qué es una dieta milagro? Pues básicamente, se trata de un estilo de alimentación que debes seguir por un cierto tiempo para lograr unos resultados espectaculares (que se irán al garete después y por el que pagarás un alto precio tanto en cuestión de salud como en recuperación de peso). Los nutricionistas llevan tiempo advirtiendo de que este tipo de prácticas no son, ni mucho menos, una solución a largo plazo, por lo que es mejor evitarlas y saber reconocerlas antes de caer en ellas para tratar de solucionar nuestros problemas de sobrepeso. Te decimos cómo:
1. La dieta se basa en reducir drásticamente las calorías. El estilo de alimentación que requiere que el cuerpo ayune a menudo prometen resultados rápidos, claro está. El problema es que nuestros cuerpos simplemente no están diseñados para perder peso rápidamente, y si lo pierden, luego vendrá el temido “efecto rebote” que añadirá todavía más peso que aquel con el que comenzamos la dieta. Los médicos dicen que es casi imposible para una persona sana, normalmente activa, perder más de 1,5 kilos por semana de grasa real, incluso con una dieta verdaderamente restrictiva.
2. La dieta se basa en tomar píldoras, polvos o hierbas especiales. Por lo general, son solo trucos, y lo único que consiguen adelgazar es tu cartera, por desgracia. Algunas pastillas para adelgazar contienen laxantes o diuréticos que obligan al cuerpo a eliminar más agua. Al igual que las dietas restrictivas en calorías, el peso perdido con estos suplementos es principalmente agua, no grasa. Otros suplementos afirman que sus ingredientes aceleran el metabolismo, suprimen el apetito o bloquean la absorción de grasas, azúcares o carbohidratos. Para la inmensa mayoría de los suplementos dietéticos, no hay investigaciones científicas confiables que respalden tales afirmaciones.
3. La dieta consiste en eliminar un macronutriente esencial. Privar a nuestros cuerpos de los grupos de alimentos necesarios (carbohidratos, proteínas y grasas) es una mala idea (especialmente cuando somos personas muy activas). Es mejor comer porciones más pequeñas en comidas completas (comidas que contienen proteínas magras, granos integrales, frutas, verduras o productos lácteos, por ejemplo).
4. La dieta requiere que te saltes comidas o las reemplaces con bebidas especiales o barritas. Al igual que con las dietas que prohíben ciertos grupos de alimentos, omitir o sustituir las comidas puede significar que no obtendrás los nutrientes esenciales para apoyar un desarrollo saludable. Además, te pierdes el placer de compartir una comida satisfactoria con amigos o familiares.