El romance de Fernando González con la hípica es reciente, de hace solo tres años. Pero el poco tiempo no es obstáculo para que el amor sea enorme. Y el triunfo de su potro colorado Leitone en el Derby es la recompensa perfecta para alguien que abrazó el turf con pasión.
"Es la segunda generación de potrillos que compro y me salió este tesoro", explica quien fuera el quinto mejor tenista del mundo en 2007. "Cuando ganó la otra carrera G1, el Dos Mil Guineas ya me daba por pagado".
El Bombardero de La Reina usa analogías tenísticas en el mundo hípico: "Después tuvo la mala suerte de encontrarse con la Roger Federer del Hipódromo Chile, la yegua Wow Cat, así que siempre salía segundo. Y esta fue la primera vez que corría en pasto".
Y fue nada menos que en la más tradicional carrera de la hípica chilena, el Derby del Valparaíso Sporting Club, competencia que se corre el primer domingo de febrero y que un par de veces coincidió con finales suyas en el ATP de Viña del Mar.