La evolución psicológica del Real Madrid: del todo a ¿la nada?
Buscar la gesta, la historia, lo extraordinario, ha alejado al equipo de Zidane de lo cotidiano, del día a día, del trabajo de campo rutinario tan necesario en la competición.
El partido del Real Madrid ante el PSG este miércoles es más que un reto, es un desafío, es El Partido, más que una final ahora mismo para los jugadores y técnico. En 180 minutos salvan la temporada o los próximos meses pasarán muy lentos… ¿Qué ha ocurrido para llegar a este situación límite? A nivel deportivo nuestros compañeros ya lo han analizado. En Deporte y Vida miramos la parte psicológica.
“El Real Madrid ahora mismo viene de conseguir todos los éxitos y logros que un equipo de futbol puede conseguir; cuando se mantiene una dinámica buena y las cosas funcionan, esta dinámica ganadora es muy positiva. Sin embargo, existen varios riesgos desde el punto de psicológico cuando un equipo viene de haberlo conseguido todo. Y hablo de equipo en conjunto porque habría que entender estos conceptos como la suma de todas las partes que confeccionan un club de fútbol. El Real Madrid tiene un difícil enfrentamiento el miércoles contra el PSG, un equipo que psicológicamente atraviesa un momento muy diferente al del equipo español”, nos cuenta el psicólogo Andrés Montero Rama, de Norte Psicólogos.
Perdida de motivación por haber conseguido tantos títulos seguidos
“En ocasiones el equipo que tenía hambre de títulos, de forma casi inconsciente va poco a poco perdiendo motivación, la motivación al logro es la misma, quiero decir la motivación al logro final (ganar una Champions) sigue estando intacta, es la motivación diaria, la cotidiana, la motivación que casi no se ve la que se ve la que se pierde de forma gradual; unos puntos menos de concentración, un poco menos de tensión en los entrenamientos, menos cuidado con el esfuerzo en la dieta o en la preparación diaria, es lo que puede hacer que aparentemente se nos de la imagen de un equipo desmotivado, no es real como objetivo final, pero sí que lo es y de forma muy peligrosa a la motivación rutinaria”, nos explica.
Perdida de la motivación intrínseca o extrínseca
“Cuando hablamos de motivaciones, podemos diferenciar entre “extrínseca e intrínseca” correspondiendo la primera a una recompensa económica o en forma de títulos y la segunda una recompensa meramente por el placer de hacerlas, cuando se produce una pérdida de alguna de estas dos, la capacidad de éxito se ve reducida muy seriamente”, añade el psicólogo.
Acostumbrase a ganar y sentirse invencible
“Otra hipótesis es la del sesgo cognitivo del ganador, pensar que como antes siempre se acabó resolviendo de forma positiva, esto se va a repetir en el futuro. La gesta, el último impulso que siempre aparece, la remontada que está por venir, puede hacer creer a un grupo que al final, por las experiencias pasadas, el resultado será el de siempre, es bueno tener confianza en sí mismo, pero un exceso puede conducir a esta falacia de control”, nos comenta Montero.
Pensar en el reto imposible
“Focalizar todas las energías en conseguir lo que otros no consiguieron nunca, tener un exceso de ilusión y motivación por hacer historia, gestionando recursos con vista a un objetivo único o un objetivo casi irrealizable (las 5 Copas de Europa de Di Stéfano). Es una aptitud psicológica que puede conducir al éxito, pero el riesgo es mayor, jugarse todos los recursos a una carta porque esta carta es la “del reto imposible” puede llevar a dejar de lado, la multitud de variables que pueden inclinar la balanza del éxito o la derrota en 180 minutos de partido. Las probabilidades de éxito son menores debido a la influencia de estas variables”.
Las “alas” del rival
“Otro efecto psicológico que contribuye en la competición es el hecho de la motivación extra de cada jugador de cada equipo que se enfrenta al equipo ganador, todos quieren ser el jugador que metió un gol al actual campeón, todos los equipos quieren ser los que rompieron la hegemonía de un equipo ganador y más si cabe a los equipos con mucha historia, quizá con el Barcelona de Guardiola con entrenador o la selección de España le ocurrió un tanto de esto también, todos querían salir en una foto venciendo a un equipo de época”, finaliza Montero.
“Pero no todo es negativo, el reto y la presión a los que están acostumbrados este tipo de equipos también puede producir efectos psicológicos muy satisfactorios, el reto a corto plazo cuando un equipo puede conseguir su objetivo vital”.