Los errores que pueden estar saboteando una dieta saludable
Excluir los alimentos incorrectos y seguir los planes de alimentación que son demasiado restrictivos puede hacer más daño que bien. Lo explicamos.
Ya sea que hayas elegido un plan de alimentación para perder peso o para abordar un problema de salud (por ejemplo, una dieta baja en sal para ayudar a reducir la presión arterial), es importante comprender las pequeñas cosas que pueden desorientarte a la hora de seguirlo. Incluso a algunos nutricionistas les chirría la palabra “dieta” y prefieren hablar de cambio de hábitos nutricionales.
Una dieta demasiado restrictiva
Es difícil mantener las dietas que requieren que excluyas los alimentos de una manera poco realista. Por ejemplo, si prometes comer nunca jamás otro dulce de nuevo, puedes ceder a los antojos más rápido de lo que lo hubieras imaginado si te hubieses permitido un placer razonable de vez en cuando. Ser restrictivo no es sostenible. Tienes que pensar a largo plazo, y sobre todo, en planes de alimentación que creen una adherencia correcta. Si no, el fracaso está asegurado.
Excluir los alimentos equivocados
¿Qué los frutos secos o el salmón engordan por tener grasas? ¡Pero si son grasas de lo más saludables! Sí, debes evitar las grasas trans artificiales (que se encuentran en alimentos envasados, aumentan el colesterol LDL "malo" y los triglicéridos, y reducen el colesterol "bueno" HDL), limita la grasa saturada (que se encuentra en alimentos como la mantequilla y la carne roja) y permanece lejos de los alimentos procesados o envasados (que generalmente son altos en sal, azúcar y grasas trans). Pero no olvides nunca los aguacates, el aceite de oliva…ya que aunque sean alimentos ricos en grasa, son de increíble valor nutricional.
Tener alimentos ultraprocesados a tu alcance
Uno de los grandes errores, de los que ya hemos hablado en otros artículos, es hacer la compra semanal con hambre. Así es más probable que escojas mal y te dejes engañar por la industria alimenticia, que vende galletas “aparentemente sin azúcar” o “productos sin gluten” que son tanto o más perjudiciales que el resto. Si además tienes a mano un buen helado, chocolate con leche, magdalenas o patatas fritas…ya puedes ir olvidándote de tu “dieta saludable”.
Atiborrarte de noche
No, no pasa nada por comer hidratos de carbono por la noche en función de los macronutrientes que hayas ingerido durante el resto del día. Pero sí es cierto que existe el llamado “trastorno por atracón” y que suele tener lugar durante las noches…en las que nos hacemos con todo lo que veamos en la cocina. Si te entra un antojo, tómate un yogur natural o una pieza de fruta. Además, comer antes de acostarse puede provocar ardor de estómago, lo que puede impedir que descanses bien por la noche.
No realizar un seguimiento de lo que comes
En el mundo tecnológico en el que vivimos, tienes un montón de aplicaciones disponibles para calcular tu ingesta diaria de calorías. Asimismo, comprarte una pequeña tana en Amazon puede salir muy barato, tanto para tu bolsillo como para tu salud. Hacer un ligero rastreo de lo que comes puede servirte a la hora de ver qué es lo que te funciona y qué es lo que te está fallando.