FÚTBOL CHILENO
La silenciosa llegada de Juan Insaurralde a la zaga colocolina
El argentino jugó su mejor partido ante la UC y da indicios de su nivel en Boca Juniors. Se muestra seguro y con buena zurda, aunque sí un aspecto lo complica.
"Soy un defensor duro", dijo Juan Insaurralde al ser presentado como nuevo zaguero de Colo Colo el 31 de enero pasado. El argentino llegó de Boca Juniors, con un buen currículum a cuestas, para pelear el puesto en una zona altamente poblada por sus compatriotas Julio Barroso, Fernando Meza y Matías Zaldivia, aunque también por el chileno Felipe Campos.
El zurdo recién pudo debutar desde el primer minuto de acción en la tercera fecha del Torneo Nacional. Fue en la derrota de los albos por 2-1 contra Palestino. Entonces, recién insertándose en el fútbol chileno, solo mostró algunos destellos del juego duro al cual había aludido en su presentación de un par de semanas antes.
Hasta el clásico contra Universidad Católica, que fue victoria por 1-0 en el Monumental, Insaurralde registra siete encuentros en la titularidad. La marca corresponde a cinco duelos por el campeonato nacional y otros dos por la Copa Libertadores, ante Atlético Nacional (0-1) y Bolívar (1-1).
Firme, con ubicación y buena salida
El argentino tuvo su mejor presentación por Colo Colo en la pasada victoria frente a la UC. Demostró firmeza en los duelos, ubicación adecuada para llegar a tiempo a los cruces y dominio del juego aéreo en en las inmediaciones de la portería de Agustín Orión. Meritorio, pues los albos pasaron de línea de cinco atrás a solo cuatro hombres, lo que implica una mayor exposición de los centrales.
Por el momento, Insaurralde ha sido una carta confiable para reemplazar a Barroso, quien intenta superar una lesión en la espalda. Tan así, que algunos, al ver a este último como suplente ante la UC, se animaron a sostener que el zurdo dejó en la suplencia a su compatriota.
La nueva incorporación del Cacique es agresivo en la marca. Si no logra anticipar, retarda la acción e impide el giro del atacante. Utiliza bien el cuerpo, dentro de los márgenes que da el reglamento, para imponer su contextura y marcar así presencia en la última línea.
Tiene buena zurda y, con tiempo y espacio, arriesga en la salida a ras de piso. Esto le otorga un gran plus en aras de la titularidad (no es lo mismo un zaguero zurdo jugando por la izquierda que un derecho haciéndolo con el perfil cambiado). Regularmente, la pelota tiene un buen destino cuando resuelva las acciones, lo que es importante para el Ataque Construido (juego de pases y movilidad) que desarrolla Colo Colo.
Aspectos por corregir
Hasta ahora, las principales dificultades que ha evidenciado Insaurralde guardan relación con su accionar en situaciones de máxima velocidad. Su fuerte no son los desplazamientos cortos y largos rápidos.
Exhibe inconvenientes en maniobras de salidas cortas y explosivas de los delanteros bajo su custodia. En campo traviesa, con el adversario llegando a su mayor potencial de desplazamiento, el asunto se torna más complejo para el zurdo. Esto lo intenta subsanar con una marcación estrecha, teniendo siempre a mano al delantero de turno, para frenar la acción en su génesis.
Por ejemplo, en La Paz, durante el empate 1-1 contra Bolívar por la Copa Libertadores, el refuerzo albo actúo en el centro de los tres zagueros y sorpresivamente Barroso se tuvo que abrir hacia la izquierda. El Cacique jugó replegado, a raíz de la gran altitud, e Insaurralde, bien 'arropado' en el eje de la línea de cinco defensores, cumplió una faena correcta y tranquila.
