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ENTREVISTA | Miguel Ponce

"Cada día me pregunto por qué estamos en zona de descenso"

Miguel Ponce explica en qué han fallado, pero asegura que aún tiene confianza en la salvación. "La familia lo sufre tanto o más que nosotros", dice.

TemucoActualizado a
"Cada día me pregunto por qué estamos en zona de descenso"

El entrenamiento de Deportes Temuco finaliza y la mayoría de los jugadores se quedan en cancha. Algunos practican tiros libres, otros tiros de esquina y el último grupo práctica un juego de precisión.

Miguel Ponce, en tanto, parte a un camarín del Complejo de Marcelo Salas. A los minutos sale y atiende a AS Chile para comentar el complejo momento que los tiene cerca del descenso a Primera B, a falta de dos fechas para el final.

- ¿Qué ha pensado durante estas semanas?

- Ha sido muy difícil porque el comienzo había sido increíble. Lo estábamos pasando muy bien. Jugábamos muy bien. Había todo un contexto del equipo que sacaba resultados, y que era capaz de sobrellevar la experiencia en Copa Sudamericana. Y estar en esta situación es compleja porque depende de otros resultados. Ha sido muy duro. ¿Cómo despierto todos los días? Digo, cómo estoy acá si hace dos meses estábamos en un lugar del mundo futbolístico muy atractivo, de haber agarrado una forma, de competir internacionalmente, de competir con la U en Santiago o de ganarle a Colo Colo. Es duro ver este contexto, sobre todo por lo que ha construido Marcelo (Salas), porque es una plaza increíble y porque el hincha es fiel. Duele despertar todos los días y ver la posición en que estamos. El esfuerzo es extremo para luchar hasta el final.

- ¿En qué se falló después de esos grandes momentos que menciona?

- Hay cosas que se pueden analizar, pero esto no ha terminado. Sin embargo, creo que no fuimos capaces de sostenernos en la alegría y en la abundancia. ¡Es muy difícil mantenerse! ¡Muy! por eso tiene tanto valor lo que hace Arturo (Vidal) o Alexis (Sánchez). Eso de pasar del Bayern Munich al Barcelona, o del Arsenal al Manchester. Nosotros siempre estuvimos muy centrados en el comienzo. Estuvimos conscientes y no tiramos challas cuando ganamos. Sabíamos que debíamos conseguir ciertos puntos. Pero fue difícil sostener. Y no solo porque nosotros no estuvimos a la altura, sino porque el rival se preparó ante un equipo que mostró un tremendo momento: de esfuerzo, de juego y de transiciones. ¡Fuimos muy completos! Yo veo las repeticiones del partido con San Lorenzo, o lo que se hizo con Colo Colo, y era de muy alto vuelo. Entonces los equipos nos enfrentaron de esa forma. Y eso fue muy difícil sobrellevarnos.

- Dentro de todo este análisis que usted hace, ¿entra el golpe anímico de lo que ocurrió en Copa Sudamericana con la Conmebol? 

- Yo trato de pensar que no, porque nos dedicamos todos los días y un golpe así no te puede afectar. Además que tampoco nos pasamos por arriba. Casi todos los partidos que vinieron después fueron muy disputados. Incluso en algunos partidos fue injusto haberlos perdido, deberíamos haber empatado al menos. No es que en algún momento fuimos buenos y al siguiente fuimos malos. Todos los equipos que se llevaron un resultado acá saben que no fue fácil.

- ¿Tiene la sensación que un descenso le puede manchar el currículum?

- Sí. Sí y no. Los caminos no siempre significan que vas a avanzar un montón, pero no quiero hablar de cosas negativas. Yo quiero valorar y pensar que sacaré esto adelante. En mi mente está el valor que tiene haber sacado adelante algo, después de un momento crítico. No pondré connotación negativa porque vengo todos los días a luchar hasta el final. Como siempre, y como saben los que me conocen. Tengo una responsabilidad con la institución. Mientras la matemática me diga que puedo, lo voy a pelear hasta el final.

- ¿Qué le dice su familia? 

- "La familia sufre más que uno, si al final a todos nos gusta ganar. Todos los que nos dedicamos a esto, queremos ganar todos. Y por supuesto que los costos de tener lejos a la familia son mucho más llevadero cuando las cosas funcionan. Pero es difícil cuando se pierde, para todos los que están involucrado. La familia de uno lo vive tanto o más que nosotros porque solo ven el resultado. Al menos uno ve el día a día.