ESPECIAL DE FIN DE AÑO
Jarry y Garín lideraron el notable repunte del tenis chileno
La temporada 2018 fue lejos la más exitosa de los últimos ocho años para el tenis nacional. Los ascensos de varias figuras tanto en damas y varones, proyectan un gran 2019.
No quedan dudas que 2018 fue un año espectacular para el tenis chileno. En varones, fue el primero desde 2010 con dos tenistas nacionales en el Top 100 y en damas, una racha notable de títulos de Fernanda Brito puso a Chile entre los países con más títulos durante la temporada. Así fue el exitoso año para el deporte nacional.
Nicolás Jarry sobresalió por su notable primera temporada en la élite. Cosechó una final en el ATP 250 de Sao Paulo, semifinales en el ATP 500 de Río y Hamburgo y el ATP 250 de Kitzbühel. Terminó el año en el puesto 43 y es uno de los mejores tenistas sub 23 del momento.
El caso de Christian Garín refleja un alza espectacular en cuanto a nivel y ránking. Comenzó el año fuera del Top 300 y perdiendo en primera ronda de un Futuro en Estados Unidos y lo terminó con tres títulos consecutivos de Challenger, racha que le permitió alcanzar el puesto 85 ATP. Ambos garantizaron su cupo directo en el Abierto de Australia y jugarán gran parte del año en el circuito más importante del tenis mundial.
Tomás Barrios y Bastián Malla fueron otros de los destacados. El chillanejo llegó por primera vez al Top 300 y ganó varios partidos en el segundo nivel tenístico. El zurdo, en tanto, vivió un renacer en su carrera. Después de estar fuera de los mil mejores y un par de meses retirado por falta de recursos, Malla volvió y ganó dos títulos en Perú y superó la qualy del Challenger de Buenos Aires, donde logró el mejor triunfo de su carrera contra Guido Andreozzi (78°). Hoy está cerca del puesto 400.
En damas, Fernanda Brito fue lejos la mejor del año. Ganó ocho títulos ITF en línea y entró al Top 300 por primera vez en su carrera. Actualmente es la dos de Chile tras Daniela Seguel, que no tuvo una buena temporada producto de las lesiones.
El desafío para 2019 será la consolidación de Jarry y Garín en el tour más duro del mundo y que el crecimiento de los jugadores que acompañan sea constante. ¿Lo lograrán?