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FÚTBOL CHILENO

Las armas de Quinteros para lograr el bicampeonato en la UC

El nuevo DT llega con llamativos antecedentes, forjados en Bolivia, Ecuador y las Eliminatorias, junto a un estilo de juego cercano al de Beñat San José.

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Las armas de Quinteros para lograr el bicampeonato en la UC

Este jueves, Gustavo Quinteros aterrizará en Santiago para asumir la conducción del plantel de Universidad Católica en reemplazo de Beñat San José. Cuando parecía que el uruguayo Alfredo Arias sería el elegido para ocupar el lugar dejado por el técnico español, sorpresivamente el argentino-boliviano fue elegido en el directorio cruzado con miras al bicampeonato durante 2019. 

Quinteros exhibe un largo recorrido en la dirección técnica, desde que iniciara su carrera profesional en 2005 en el fútbol de Bolivia. Es un entrenador 'calado', con vasto recorrido y una experticia labrada en Sudamérica y Medio Oriente, atributo que puede resultar clave para sostener la senda de éxito iniciada por San José en la UC.

7 clubes y 6 títulos

Son 14 los años que el nuevo DT cruzado cumple dirigiendo. Todo comenzó en el Blooming, de Santa Cruz de la Sierra, y ese comienzo fue con el máximo logro. En el fútbol boliviano, y en su estreno a nivel profesional luego de un breve interinato en San Lorenzo de Almagro en Argentina, Quinteros obtuvo el título del Torneo Apertura 2005. 

Debieron pasar cuatro año para que volviera a festejar. Otra vez fue en el fútbol altiplánico, dirigiendo al Bolívar para conseguir el Torneo Apertura 2009. En el intertanto había conducido a San Martín de San Juan de Argentina y nuevamente al Bloomimg, sin concretar ambas gestiones en logros relevantes.

Su ciclo a nivel de clubes en Bolivia concluyó en el Oriente Petrolero, de Santa Cruz de la Sierra. En 2010, el nuevo DT cruzado obtuvo el título de la temporada y también el cetro del Torneo Clausura de ese año. 

Posteriormente, Quinteros volvió a tener éxito en Ecuador, país al que llegó para asumir la dirección del Emelec entre 2012 y 2015. Con el cuadro de Guayaquil conquistó la Serie A en dos ocasiones, durante las temporadas 2013 y 2014. 

DT de dos selecciones

El buen desempeño de Quinteros en Bolivia le abrió las puertas de la selección local y en 2010 se hizo cargo de esa escuadra nacional. Permaneció al mando del plantel hasta 2012 y se marchó luego de 18 partidos, exhibiendo un rendimiento de 22 por ciento.

El argentino-boliviano volvió a tener una nueva oportunidad en una selección, tras su buena labor en Emelec. Asumió en 2015 en la banca de Ecuador. Estuvo en el cargo durante 23 encuentros oficiales, con 8 victorias, 4 empates y 11 derrotas. En 2017 fue despedido, tras caer por las Eliminatorias contra Perú en Quito, con un 40,57 por ciento de rendimiento.

Entonces, Quinteros optó por dejar Sudamérica y emigró al fútbol de Medio Oriente. Primero dirigió a Al-Nassr de Arabia Saudita, desde octubre de 2017 a enero de 2018. Dejó el club cuando su equipo tenía 27 puntos y se encontraba a 12 unidades del líder Al Hilal.

Meses después fue contratado por Al-Wasl en Emiratos Árabes. Estuvo al mando del plantel entre mayo y octubre del año pasado y se fue con un registro de 2 triunfos, 4 empates y 5 derrotas, lo que arrojó un 30,3 por ciento de rendimiento.

Modelo de juego

En los equipos dirigidos por el argentino-boliviano, un concepto táctico adquiere importante relevancia. Se trata del orden, una cualidad que distingue el funcionamiento en el campo de juego, otorgándole una llamativa solidez defensiva, lo cual lo acerca a Beñat San José.

Quinteros transita entre entre los sistemas de juego 1-4-4-2 y 1-4-2-3-1. Esto le permite garantizar la proximidad de las líneas para evitar que sus dirigidos sean sorprendidos al ser atacados. También les permite a sus equipos presionar en bloque para recuperar el balón en la zona del mediocampo.

Los equipos del DT no se caracterizan por un alto volumen de ataque. Quinteros prefiere la elaboración ofensiva, a través de secuencias de pases, para acelerar y profundizar en el último cuarto del campo de juego, poniendo énfasis en 'abrir la cancha' para avanzar por las puntas y asistir mediante centros a los que acompañan frente al arco rival.