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El subvalorado sello de Caputto

DEPOR/PHOTOSPORT

El nombre de Hernán Caputto debe ponerse a la altura de Leonardo Véliz y José Sulantay en las divisiones menores de Chile. Los tres lograron clasificar a dos mundiales seguidos, pero en el caso del ex arquero, su labor no se destaca lo suficiente.

Tal vez influya que su estilo de juego no está dotado de tanta estética y que nunca ha dicho que es un seguidor férreo de Bielsa o Sampaoli, algo que a estas alturas parece un pecado casi mortal. Jamás ha comulgado con esos manoseados términos como la presión alta, la intensidad o la posesión y apuesta por algo distinto y un tanto alejado del gusto futbolístico de muchos.

Su sello es el orden defensivo, y no sólo de los zagueros o laterales. En su equipo todos defienden y eso no lo negocia. Durante este Sudamericano se ha visto cómo Luis Rojas, el '10' talentoso del equipo, se transforma en el más fiero volante de contención. O cómo Gonzalo Tapia no tiene problemas en dejar de ser ese puntero incisivo para transformarse en lateral derecho cada vez que el partido lo requiere. Hay un convencimiento y en eso es clave Hernán Caputto. El equipo está trabajado y no sólo por esa jugada preparada que terminó en gol ante Bolivia.

Al DT también le gustan las salidas rápidas y no se sonroja cada vez que un central elige un pelotazo largo por sobre un balón jugado prolijamente desde el fondo. Es su sello y, a la luz de los resultados, es la mejor forma de jugar de acuerdo al plantel que eligió.

Tampoco se debe pasar por alto el rol que cumplió el estratega ante Uruguay. Aravena y Fierro dijeron que la charla del entretiempo fue clave para remontar en el segundo tiempo. "Creemos en los que nos dice", reveló el portero tras el partido. Y por más simple y obvia que parezca esa frase, en el fútbol es algo muy difícil de conseguir.

Sus detractores dirán que la anterior Sub 17 tuvo una paupérrima participación en el Mundial de India y que el equipo jugaba mal. Eso es relativo. Con un estilo mucho más defensivo que el del actual Sudamericano, logró clasificar como local, algo que es aún más difícil. Y, además, consciente de las limitaciones en ataque, privilegió cuidar su arco. En el Mundial le fue mal, eso es innegable, pero era otra generación. Y el objetivo de llegar a India igual pudo ser cumplido.

No tenía un Luis Rojas o un Alexander Aravena en el ataque y se adaptó. De hecho, pocos jugadores ofensivos del anterior plantel han logrado trascender hasta el momento. Salvo Pedro Campos que partió al Necaxa, Branco Provoste que alterna en Colo Colo o Diego Valencia que hace poco apareció en la UC, los demás siguen en el anonimato.

Por todo esto, Caputto ya quedó en la historia y hay que darle el reconocimiento que merece.