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Entrevista AS | LO MEJOR DEL 2020

"Me mudé a una isla": la nueva aventura de Yashir Islame en el sudeste asiático

El delantero formado en Colo Colo llegó a Indonesia, luego de su buen paso por Malasia, donde su vida cambió. Con AS, además, recuerda el día que pudo llegar a Alemania.

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"Me mudé a una isla": la nueva aventura de Yashir Islame en el sudeste asiático

Yashir Islame Pinto (29) califica su carrera como 'patiperra' y eso le gusta. El delantero formado en Colo Colo hizo una prueba en Alemania y además pasó por Hungría, Canadá, Malasia e Indonesia, donde defiende al PS Barito Putera. Todos esos desafíos le enseñaron mucho más que ser solo un jugador de fútbol y aquello lo llena de orgullo.

"Estoy súper contento con este nuevo desafío, la gente es muy amable acá. A Indonesia solo había venido por vacaciones y la verdad es que me encanta. Normalmente me comunico en inglés, pero en Malasia aprendí un poquito de su idioma y también lo uso de vez en cuando", dice desde Yakarta el chileno-palestino a AS Chile.

En un break de la pretemporada que realiza su escuadra, Islame habla de sus errores y aciertos, las experiencias que le ha dado el fútbol, la burbuja en la que vive el futbolista, el rol de los representantes en las decisiones de los jóvenes y de la gran ganancia personal que logró gracias a su carrera. 

- ¿Cómo han sido sus primeros días en Indonesia?
- Muy buenos. Llevo aproximadamente 20 días acá y me mudé a una isla, pero tampoco es que uno esté de vacaciones. Al extranjero se le exige mucho porque es mejor pagado. No te puedes lesionar y estar suspendido. Empecé a trabajar con un PF chileno porque tengo que estar bien. Entrenamos en la tarde por el calor y en la mañana tengo que hacer trabajos en el gimnasio.

- ¿De qué forma podría calificar la vida allá?
Muy buena. En Malasia vivía en un resort y tenía todo a unos pasos. Ahora estoy buscando casa, pero insisto en que no es para nada una vida de relajo. Cuando voy a jugar a Palestina tampoco tengo tiempo, después busco los momentos de relajo. No fui a Chile para vacaciones y nos quedamos acá. No tenía vacaciones como hace cinco años y aprovechamos con mi novia para desconectarnos. Ella me ayuda en todo. Muchos creen que la pareja del futbolista vive en una burbuja, pero no es así. Es estresante, porque está en todo. Somos un equipo y ella hace un sacrificio estando lejos de sus cercanos. No es fácil.

- ¿Imaginó algún día jugar allí?
- Para nada, pero siento que estar acá me ha cambiado la forma de pensar y de vivir. Los compañeros son mucho más centrados y no se preocupan de lo que uno es por fuera, eso me marcó y es lo que más me ha gustado. He cambiado mucho mi forma de pensar. Cuando estuve en Coquimbo me preguntaban por qué no tenía un mejor auto y no estoy en una etapa de aparentar. Voy tratando de ser feliz con lo que tengo.

- ¿Antes pensaba diferente?
- Uno cuando es joven se deja influenciar por los representantes, más que por lo que uno quiere. Yo creo que el futbolista vive en una burbuja en general. Estamos un poco ajeno a lo que pasa. Nací en Puente Alto y por el fútbol fui conociendo otras cosas. En ese sentido, claro que se vive aparatado de todo lo demás. Salí de Colo Colo con 19 años y no estaba preparado en ese momento. Yo partí con el afán de jugar, porque te dicen que tienes que hacerlo aun cuando uno se salte etapas. Eso no te lo explican y por eso trato de transmitir mi experiencia con los más jóvenes. Les digo que no se salten los procesos. Si uno tiene que jugar 10 minutos, no está mal, porque hay que ir de a poco. En Chile juegan los jóvenes por una regla y muchos se confunden porque piensan que juegan porque están al nivel y no es así.

- ¿Por qué? 
- En las series menores, Chile no tiene buenos resultados. El chileno se cree el cuento antes de tiempo. Hay que aprender a ganarse el lugar. No por venir de un grande tienes que jugar. En mi caso sentí eso, de que llegué de Colo Colo a los préstamos y sentía que tenían que ponerme de titular solo porque llegaba desde allá. Y no es así. Los representantes apuran las carreras y ahora conozco todo desde otro punto de vista. Uno no escucha a los más grandes y a veces hay que hacerlo.

- ¿El futbolista se expone por su propia culpa o por la del entorno?
- Depende de cada uno. El futbolista está expuesto a muchas cosas. De hacerte conocido cuando eres joven, de los amigos buenos y malos que hay, los que te guían bien y mal, porque así como existen los que quieren lo mejor y más sano para ti, también hay muchos que quieren que vivas la vida como una súper estrella. Es un problema de sociedad; están todos preocupados de aparentar, de saber en qué restaurante comes, qué auto manejas y eso se ve en los errores que cometes. El fútbol me fue sacando de la realidad en la que nací.

- ¿Cuál fue esa realidad?
Hacía filas en consultorios y después el fútbol te saca de todo eso. Hoy ya no hago esas filas porque voy a clínicas donde todo es más fácil. Me siento afortunado, pero mi familia sigue teniendo los mismos problemas que se reclaman. La mayoría de mis amigos son de la misma situación mía. Tuve la suerte de vivir en varios países y tengo otra visión. Por eso me encanta lo que pasa con Charles (Aránguiz). Él opina y da su punto de vista y es un ejemplo claro de vida. Nunca olvidó de dónde salió.

- ¿Por qué cambió su mentalidad?
- Fueron varias razones. Fui a prueba al Friburgo de Alemania y volví a Chile con el contrato prácticamente armado, pero después los clubes no llegaron a acuerdo. Mi carrera me fue poniendo los pies en la tierra. El cambio principal que tuve fue en Hungría. Decidí jugar por mí y no por el resto y dedicarme a ser feliz con lo que hago. Yo hoy tengo mi novia y vivo el día a día. Tuve una lesión grave y uno se olvida de disfrutar lo que viene. Ya no piensas en qué contrato tomar para asegurar tu vida. Hoy me dedico a disfrutar el día a día.

- ¿Se arrepiente de alguna decisión que tomó en su carrera?
- Para nada, porque cuando las tomé, pensaba que era lo mejor para mí. Uno comete errores, pero lo bueno y lo malo me tienen hoy en este lugar. Disfruto aquí y eso es lo más importante.

- Futbolísticamente, ¿cree que en Chile se mira en menos el fútbol donde usted juega?
- Pasa algo llamativo con eso. Yo creo que la liga chilena se sobrevalora en el sentido que cuando se mira hacia afuera mercados como Emiratos Árabes, Arabia Saudita y los de acá, se tiene la visión de que fueran ligas de bajo nivel. Te pongo un ejemplo: llegué de Malasia a Coquimbo y me adapté bien y rendí de gran forma. El nivel en sí es parecido. Además, el fútbol chileno está pasando por un mal momento y los números lo reflejan. La selección en estos años ha sido una excepción, al igual que Palestino, que es el único equipo chileno que se hizo copero. La U ya quedó eliminada de la Copa. No desmerezco lo hecho y ojalá que Chile suba, pero los números dicen que sobrevaloramos nuestra liga. Hay grandes jugadores pero hay pocos proyectos estables. La UC marca diferencia por su proyecto. Acá el fútbol no es tan táctico como en Chile, pero tiene el clima, jugadores ágiles y el desorden que se produce te complica.

- ¿Volvería nuevamente a Chile?
- A mí Chile me encanta, pero para mi calidad de vida, estar acá hoy me ayuda mucho más. Aquí vamos a comer y uno llega en moto y otro en un auto de alta gama y no es tema para nadie. No eres 'cuico' o 'flaite'. No te encasillan en uno u otro sector.