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¿Se imaginan a Beausejour de central en la Roja?

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Junto con recomendar una lista de partidos históricos de los Mundiales para ver en cuarentena y revelar que en estos días difíciles del acecho de la pandemia del coronavirus descubrió Netflix, quedando prendado a la plataforma televisiva, Reinaldo Rueda sorprendió con una confesión de un hecho que nadie detectó en su momento. El DT sostuvo que, por un instante, pasó por su cabeza hacer jugar a Jean Beausejour de central izquierdo. Sí, de zaguero, en una variante táctica que ni el más revolucionario imaginó.

Parece que el colombiano ya sabía que el lateral de la U estaba despidiéndose de la Roja, como lo confirmó tras la derrota ante Argentina en el duelo por el tercer puesto durante la Copa América de Brasil. Para muchos entrenadores existen jugadores que tienen que estar sí o sí en la cancha, al margen de la merma física que los años de carrera han ido desencadenando. Poseen un estatus, una impronta y un rol social en el equipo, como ningún otro del plantel, que incide en el funcionamiento colectivo, y Rueda esto lo tenía claro. Por lo tanto visualizó que la nueva aventura a proponer a Beausejour, tal vez podría haberlo hecho replantear la decisión que ya tenía tomada.

Cuesta imaginar al bicampeón de América actuando como central izquierdo. El puesto demanda conservar la posición olvidando el ir y venir incesante, observar el juego desde atrás como un protagonista lejano cuando el balón está en el campo adversario y correr más hacia atrás que para adelante, sobre todo en una escuadra protagonista como la Roja, que idealmente debe plantearse con la defensa situada a pasos de la línea de la mitad de la cancha. La función también exige inteligencia de juego, lo que el azul tiene de sobra, pero los otros requerimientos como que no calzan con lo que el zurdo todavía puede ser como jugador. 

Beausejour sigue siendo uno de los principales agentes ofensivos en Universidad de Chile. Finalmente, Hernán Caputto se decantó por un sistema de juego con dos delanteros por el centro y un par de volantes externos que solo ocupan la banda como punto de partida para ir hacia el eje de la cancha y generar fútbol. Entonces, el zurdo y también Matías Rodríguez pasan permanentemente al ataque, con el chileno enviando centros al llegar a línea de fondo y el argentino participando con éxito en la fase de finalización de las maniobras ofensivas.

El principal argumento dado por Rueda, para imaginar al ex selecionado en el centro de la defensa de la Roja, fue liberarlo de quedar expuesto a los largos recorridos de área a área que exige la posición de lateral en la actualidad. Sin embargo, esto es precisamente lo que Beausejour seguía haciendo en la U hasta la detención del torneo: ir y venir permanentemente y, con el equipo en fase de ataque organizado, instalarse como puntero izquierdo, procurando asistir al doble '9' ubicado en el centro. 

Claro, la exigencia en el medio local no resiste comparación con las demandas de los duelos internacionales de una selección en Sudamérica. Tal vez la magnitud de los recorridos en la cancha sean los mismo, pero lo que varía en ese kilometraje es que el número de carreras a máxima velocidad es mayor. Está claro de que estamos hablando de una intensidad absolutamente más elevada.

En sus palabras al momento de su adiós de la Roja en la Copa América de Brasil, Beausejour dejó entrever un tema de edad como causa central de la decisión adoptada. Con el paso de los años, cada deportista va perdiendo fuerza y velocidad, atributos que en el caso del zurdo sustentaron sus grandes momentos desde el punto de vista físico. Inteligente, sentía que el cuerpo ya no le iba a entregar las respuestas adecuadas a la alta exigencia de selecciones.

Seguramente, lo mejor era seguir siendo el de siempre, en el mismo sector de la cancha, aunque solamente a nivel local, con la camiseta de la U. No embarcarse en una aventura bajo el riesgo de dejar alguna mancha en su notable paso por la Selección.