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Entrevista AS

"No cobraba casi nunca; nos cagaron": la tortuosa ruta al éxito del goleador del Ascenso

Lionel Altamirano, ariete de la U penquista, suma ocho tantos en la segunda categoría. En paralelo, mira hacia Primera División. Es sobrino de un campéon de América.

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"No cobraba casi nunca; nos cagaron": la tortuosa ruta al éxito del goleador del Ascenso
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Hace seis años, la realidad de Lionel Altamirano (28) era sumamente difícil: Zapla, su club en el Federal A de Argentina -que en Chile se trataría de una división amateur-, no le cumplía las obligaciones económicas. Tampoco a sus compañeros. "No la pasábamos bien porque no cobrábamos casi nunca. Nos terminaron cagando", recuerda el argentino para AS. Hoy, eso sí, su panorama es mucho más alentador. Y cómo no, si es uno de los goleadores del fútbol chileno.

Altamirano suma ocho conquistas con la Universidad de Concepción en el Ascenso. La misma cifra que ostentan Gonzalo Sosa y Joaquín Larrivey, los artilleros número uno de Primera. "Estoy muy contento por el momento. El equipo funciona bien. El cuerpo técnico que tenemos trabaja muy bien y está sacando lo mejor de mí, pero sobre todo estoy contento por la clase de grupo que tenemos. Todos velamos por todos. Vamos a lograr cosas importantes", relata el formado en Unión de Santa Fe.

Y profundiza: "Vengo trabajando hace mucho. El primer año que estuve en Wanderers me costó la adaptación, y ya después pude hacerlo bastante rápido. En Puerto Montt me fue bien y ahora arranqué de buena forma. Tengo que seguir manteniendo este camino. Yo dependo mucho de lo que me generan mis compañeros y estoy muy agradecido. Gracias a ellos soy el goleador del torneo". Hoy, cuando la U penquista reciba a Magallanes, Altamirano buscará seguir marcando.

Lionel Altamirano disputa un balón aéreo con Jean Beausejour.
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Lionel Altamirano disputa un balón aéreo con Jean Beausejour.ANDRES PINAPHOTOSPORT

- ¿Se ilusiona con dar el salto a Primera División, sea o no con la U. de Conce?
- Sí, por supuesto. Mi objetivo es ser el goleador del torneo y ascender con este club. Y, si Dios quiere, jugar en Primera acá. Pero hay que ir paso a paso, pensando primero en lo que viene, que son estas cuatro fechas de local. Tenemos que sacar la mayor cantidad de puntos posibles, así nos mantenemos arriba y no tenemos que estar pensando que estamos fuera de la liguilla.

- Byron Bustamante e Ignacio Lemmo, dos de su ex compañeros en Puerto Montt, lograron llegar a la máxima categoría a principios de este año…
- Estoy contento por ellos. Están en dos grandes equipos. A Byron le tocó Wanderers. He hablado con algunos compañeros y él se ha adaptado bastante bien. Lástima que los resultados no lo están ayudando. Con el 'Nacho' Lemmo tenemos una amistad bastante buena. Somos de hablar mucho. No le está tocando jugar, pero es un futbolista que le puede dar mucho a la Unión. Espero que la rompa.

- ¿Se fue bien de Puerto Montt? Tengo entendido que la Comisión de Fútbol no lo trató de buena forma...
- Sí. Hubo un par de problemas, malentendidos. Pero yo me quedo con las cosas buenas. Se logró el objetivo de entrar a la liguilla, pero no tuvimos la suerte de seguir avanzando. La cantidad de gente que conocí, los amigos que hice fuera del fútbol, el plantel que teníamos.... Me quedo con eso. Es lo más lindo que tengo de Puerto Montt.

El duro camino de un goleador

- La última vez que usted jugó en Primera fue en 2013, con Unión de Santa Fe. Ha pasado harto tiempo. ¿Cómo lo mira en retrospectiva?
- Es verdad. Después de Unión no he jugado mucho, y tuve que bajar dos categorías para poder avanzar. Y me vino bien, porque empecé a crecer un montón como futbolista, como persona. Empecé a valorar las cosas que tenía, y eso siempre ayuda. Voy trabajando día a día para mejorar el rendimiento personal y lograr los objetivos.

- ¿Le tocó pasar algún momento duro en las categorías más bajas de Argentina?
- Sí. Cuando me fui de Unión, tuve que ir al Federal A (al Zapla de Jujuy), el fútbol del interior, y no la pasábamos bien porque no cobrábamos casi nunca. Nos terminaron como cagando. Ahí estaba con mi señora. Hoy día estamos casados. La pasamos mal los dos, y toca agradecer a los chicos que estaban en Jujuy, a los que nos daban de comer. Siempre nos bancaron. Nunca nos dejaron sin ese plato de comida, por más que no cobrábamos. A uno lo llena de orgullo. La he pasado mal, pero siempre para adelante, para poder dar el salto a Buenos Aires (luego fue a Colegiales, en la capital argentina), que es donde se ve mucho más el fútbol.

- ¿Cómo lo hacía para no decaer?
- Es que es mi forma de ser. Siempre trato de disfrutar el momento. Fue fundamental el apoyo de mi señora. Nos hicimos un bien. Y bueno, llegamos de Jujuy, todos quebrados (económicamente), y nos casamos y la pasamos muy bien.

- Usted también es sobrino de Ricardo Altamirano, quien, entre tantas cosas, fue campeón de América con River Plate y con Argentina. ¿Cómo es su relación con él?
- Bien. Los dos somos raros. No nos gusta hablar mucho por teléfono. Nos mandamos mensajes cada tanto. Pueden pasar meses que ni hablamos, pero cuando estoy en Santa Fe siempre nos juntamos a comer, a jugar a la pelota, salimos a correr. Me pasa lo mismo con mi mamá, que a veces me manda mensajes diciendo 'te acordaste que tienes madre'.

Ricardo Altamirano, tío de Lionel, a la derecha, enfrentando a Universidad de Chile.
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Ricardo Altamirano, tío de Lionel, a la derecha, enfrentando a Universidad de Chile.

- ¿Su tío le ha dado algún consejo?
- Me dice que siga metiéndole, que le dé para adelante, que entrene. Que trate de hacer lo que sé. Que no haga más de lo que tengo que hacer, porque a veces más es menos. Trato de escucharlo bastante, porque fue campeón de Copa Libertadores con River y campeón de América.

- ¿Qué le dijo él cuando usted estaba golpeado por los no pagos en Zapla?
- Él decía que hay que ganarse las cosas. En ese momento mi señora hacía un negocio de ventas de lencería, calzas, y tratábamos de vivir con eso. Pero yo sabía que tenía que esforzarme para poder dar lo mejor de mí y dar el salto a Buenos Aires. Y así fue. Tuve ocho meses en donde no cobraba mucho, pero de ahí me fui a Colegiales, el equipo de la Primera B Metropolitana que me abrió las puertas y siempre me trataron de la mejor manera. Me tocó pelear el campeonato, lo perdimos en las últimas dos fechas, pero estoy muy agradecido de ellos.

- ¿Admira a algún jugador del fútbol chileno o internacional?
- Hay varios goleadores, pero uno se queda con los mayores. 'Chupete' (Suazo) y (Esteban) Paredes son jugadores que acá marcaron una era y lo siguen haciendo. Ves a Chupete y parece un pibe por cómo corre, cómo juega. Son jugadores con mucha calidad, igual que Esteban, que es un gran goleador. Me tocó enfrentarlo con Coquimbo, no tuve la posibilidad de pedirle la camiseta, pero me gustaría. Aunque el mejor 9, por lejos, fue el 'Gordo' Ronaldo. Creo que uno tiene que tratar de mirar lo que hacía él. Pero uno es uno, y siempre tiene que dar lo mejor. Sea como sea.