U. CATÓLICA
Poyet divide a Cruzados
El director técnico de la UC es muy cuestionado en el interior de la dirigencia, debate que no ocurría desde el último año de Mario Salas.
En Universidad Católica hay inquietud. La derrota en el clásico frente a Universidad de Chile terminó de alterar el clima al interior del club y algunos dirigentes alzaron la voz para manifestar su disconformidad con el desempeño de Gustavo Poyet en la banca del equipo.
Si bien en la UC se habían caracterizado por respetar los procesos, los cierto es que siempre es más fácil hacerlo cuando el equipo triunfa en la cancha y gana títulos, como en los últimos tres años. En esta ocasión, varios dirigentes parecen haberle soltado la mano al entrenador uruguayo y no están tan convencidos con el hecho de que respete su vínculo hasta diciembre de este año.
Poyet no es del gusto de todo el directorio de Cruzados, pero muchas de esas voces disidentes amainaron luego de una primera parte del año que en cuanto a objetivos estaba cumplida a cabalidad: campeón de la Supercopa, peleando el título y clasificado a octavos de final de Copa Libertadores.
Pero la segunda parte del año reavivó la crítica interna: eliminado en Copa Chile, también en Copa Libertadores y, además, cayeron en el clásico universitario después de tres años.
Según supo AS Chile, las grandes críticas que se le hacen a Poyet al interior del club son tres: destruir la fluidez con la que jugaba el equipo, no demostrar espíritu de lucha en el partido de vuelta con Palmeiras (varios quedaron con la sensación de que jugó a perder por poco) y que con algunas de sus actitudes no representan los valores de la institución.
Tanto Juan Tagle como José María Buljubasich han entendido la crítica que se ha realizado sobre el técnico charrúa, pues hacia adentro reconocen que el equipo no juega como les gustaría y por primera vez en mucho tiempo se abrirían a conversar sobre algún cambio en la conducción técnica. Sin embargo, aún falta una conversación con Poyet para que intente explicar por qué su método no ha funcionado y un feedback con la dirigencia. Pese a que algunos sugieren la salida del entrenador, en la cabeza de la UC son un poco más cautos y piden criterio, paciencia y confidencialidad en una evaluación que los tiene un tanto complicados.