Las medidas que tomó la U para proteger a Pablo Aránguiz
El volante vive uno de los momentos más complejos de su carrera: amenazado, bajo resguardo policial y lleno de incertidumbre de cara al futuro.
Pablo Aránguiz vive el momento más complicado de su carrera. El talentoso volante se ha transformado en un blanco de la grave crisis institucional que vive Universidad de Chile, recibiendo amenazas de muerte e insultos por parte de los hinchas azules.
El episodio más tenso se vivió en la caída ante Curicó Unido, donde fue encarado por hinchas que ingresaron a la cancha de El Teniente, sin embargo, no terminó ahí. Le siguieron amenazas teléfonicas, redes sociales, y hoy con rayados en la puerta de ingreso al Centro Deportivo Azul.
La tensa situación ha escalado a un punto peligroso, y en el club lo saben. Por eso, a partir de las amenazas han intentando blindar al jugador y su familia, denunciando la situación ante las autoridades.
"Velando por la seguridad e integridad de jugadores de nuestro plantel, hemos instruido para que, en el corto plazo, se ejerzan las acciones judiciales tendientes a identificar a los responsables de las conductas contrarias a la ley", publicaron este lunes en un comunicado, donde apelan a la mano dura.
Aránguiz se encuentra actualmente bajo resguardo policial, mientras el club también le ofreció personal privado para su seguridad y apoyo sicológico. Ambas medidas buscan recuperar la tranquilidad extraviada en los últimos días.
Él, por su parte, ha tomado un bajo perfil. Durante los últimos días borró todas las fotografías de su cuenta de Instagram y ha optado por no comentar ninguna de las situaciones que le ha tocado vivir en los últimos días.