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SUPERCOPA

Los detalles de la media hora de vergüenza en el Ester Roa: tensión y seguridad sobrepasada

Un grupo de hinchas protagonizó una batalla campal en Concepción: hubo graves incidentes en un sector del estadio, mientras los jugadores intentaban calmar el escenario.

ConcepciónActualizado a
Los detalles de la media hora de vergüenza en el Ester Roa: tensión y seguridad sobrepasada
JONNATHAN OYARZUN/PHOTOSPORT

La Supercopa entre Universidad Católica y Colo Colo se desarrollaba con intensidad, cuando, en el minuto 34, un grupo de hinchas protagonizó serios incidentes que obligaron a paralizar el encuentro. Hubo disturbios y agresiones entre las personas, y decepción en jugadores de ambos planteles. Fueron los 30 minutos de la vergüenza en el inicio de un nuevo periodo de competencia.

La disputa partió con gritos de un sector a otro, hasta que los sujetos de Colo Colo se dirigieron hacia el sector cruzado. Lanzaron un cartel de publicidad y se desató la batalla campal. En ese momento, Valber Huerta, Maximiliano Falcón y Leonardo Gil llegaron a las rejas para intentar calmar la situación. Sin éxito, los jugadores retrocedieron varios metros.

Mientras los futbolistas caminaban, el escenario empeoró. Se comenzaron a lanzar bengalas y bombas de estruendo, dirigidas directamente a personas. Esteban Pavez, que miraba con atención, les recomendó a sus compañeros y a sus rivales que se acercaran a las bancas de suplentes.

Los jugadores, inmovilizados, observaban a distancia, igual que la seguridad privada. Los guardias, con una evidente minoría, no tenían reacción. Incluso, dos personas de chaqueta amarilla recibieron bengalas muy cerca. Así, llegó el primer aviso por altoparlante: “Si siguen los desmanes, el encuentro se dará por finalizado. Por favor mantengan la compostura”.

El resultado no fue el esperado, porque las agresiones se multiplicaron. Gabriel Suazo y José Pedro Fuenzalida conversaban al borde de la cancha. Había molestia.

Otros fanáticos que estaban cerca de los disturbios optaron por retirarse del estadio. Sebastián Pérez, que quería continuar, era el único que se mantenía cerca. El restó optó por partir al camarín: Gil, Fuenzalida y Gabriel Costa fueron los primeros.

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A esa altura, justo en el medio de la cancha, ya no quedaban rejas de separación entre la tribuna y la cancha. Ingresaron personas por distintos sectores del estadio. La seguridad privada se agrupó en la mitad y Carabineros, después de un largo periodo de espera, entró a intervenir.

La policía, que al mismo tiempo tomaba fotografías desde una caseta del sector contrario, hizo retroceder a los sujetos de cada sector. “Hay niños y adultos mayores. Comportémonos de una vez por todas”, se escuchaba en el recinto.

Al mismo tiempo, en los pasillos del estadio había preocupación y enojo. “No sabemos si va a reanudar”, decían en la ANFP. No obstante, con el transcurso de los minutos, la situación se calmó al interior del recinto. Y más tarde, los jugadores volvieron a ingresar. Afuera, el lío continuó. Carabineros detuvo a 22 personas.

Pablo Solari y Alfonso Parot miraban el desorden que quedó en el lugar, justo antes de la reanudación. Si bien el duelo terminó con un nuevo título de Colo Colo, el triste espectáculo que amargó la primera gran definición en el 2022 del fútbol chileno.

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