Entrevista As
"Me arrepiento de haberme ido de la U; cuando chico uno es impulsivo"
Cristian Milla anunció su retiro del fútbol hace unos días. El ex delantero, de extenso paso por el fútbol chileno, se confiesa en As y habla de la U.
A sus 37 años, Cristian Milla decidió dejar el fútbol. El ex delantero hizo pública su decisión en redes sociales, luego de jugar la última temporada en el Sportivo Italiano de la Primera C de Argentina, lo que corresponde a la cuarta división del país trasandino. Apenas momentos más tarde atiende el teléfono a As: "Yo pensé que jugaría hasta los 33 o 34. Lo alargué, pero ahora es el momento. Tengo mucho dolor. El cuerpo ya te pide parar y mi idea no es jugar para sufrir".
Su reciente alejamiento del fútbol profesional es la excusa perfecta para que repase su carrera, que lo trajo varios años a Chile. Milla vistió las camisetas de la U, Cobreloa, Huachipato y Rangers. Fue en Talca, sobre todo, donde dejó huella, tras una temporada increíble en en la que anotó 30 goles y se convirtió en el gran artífice del ascenso de los 'piducanos' en 2011. "Ahí me supieron acoger, me trataron bien. Fue el club que más me marcó", recuerda el ex ariete.
Sin embargo, en retrospectiva, el bonaerense sabe que quedó con una deuda pendiente en nuestro país. En 2008 llegó hasta Universidad de Chile, precedido de una buena campaña en Chacarita Juniors, pero nunca logró hacerse con un lugar en el once titular ni despuntar como en otros clubes: "Me arrepiento de haberme ido de la U. Uno cuando chico es impulsivo. Me fui cuando llegó Basualdo, que me había dicho que me tenía considerado y que estaba en igualdad de condiciones con el resto. Me gustaría haber dejado otra imagen".
- ¿Cómo recuerda su paso por la U?
- Más allá de lo que te digo, maravilloso. Me recibieron de la mejor manera. En ese momento estaba Marcelo (Salas), entonces me tocó jugar poco. En 2009 llegó Markarián, que sin ningún motivo me dijo que no me iba a tener en cuenta. Fue una situación que pude dar vuelta, por que, si bien después tampoco jugué, sí estuve concentrado y citado en playoffs, entonces puedo decir que lo convencí, que se había equivocado. Después vino José (Basualdo) y él sí me quería, entonces con el repaso de los años me di cuenta que, en ese momento, tomé una mala decisión volviendo a Chacarita.
- Pese a que no jugó, fue campeón con la U. ¿Qué lugar le da a ese título?
- Es un recuerdo hermoso, porque hubo un grupo bárbaro. Había muchos chicos que estaban nominados a la Selección de Chile, hartos uruguayos, argentinos. Markarián después se dio cuenta que él se había equivocado conmigo en lo humano, porque yo siempre iba de la mejor manera, sumando, no tirando malos comentarios. También me tocó concentrar con Montillo, la pasábamos bien. Tengo los mejores recuerdos de él.
- ¿Alguna anécdota que recuerde de ese plantel?
- ¡Varias! El otro día me puse a hablar por redes sociales con Hugo Notario y justo me acuerdo ahora de una anécdota. A él lo apadrinamos en el equipo, era muy especial. Tenía muchas cosas cómicas. Me acuerdo de un día que estábamos entrenando, y después de la práctica nos pasaron a todos un álbum de fútbol, que venía con láminas para llenarlo. Muy bonito. Y él se puso ansioso, quería salir luego e irse a la casa para ir a comprar engrudo y pegar las láminas... láminas que eran autoadhesivas (risas). Nos matamos todos de la risa en el camarín.
- Como mencionó, jugó con Marcelo Salas. ¿Cómo era su relación con él?
- Marcelo es un tipo que infunde mucho respeto, por lo que fue y por lo que es. Él me agarró cariño, yo siempre lo molestaba, lo agarraba para la joda. Me acuerdo que una vez hicimos un asado en su casa, yo había llegado hace poco más de un mes y el boludo me esperó con un fernet. Yo no tenía idea que en Chile hubiese fernet. Tengo una muy buena relación con él. Después me quiso llevar a Temuco, pero por distintas cosas no se dio. Siempre me trató de maravilla.
- ¿Mantiene contacto con algún otro jugador de la U?
- Sí, o sea, no hablo tanto por redes sociales ni tampoco soy de volver a los clubes. No sé... me da vergüenza. Soy un tipo un poco raro (risas). Pero, por ejemplo, la otra vez nos vimos con Juan González y 'Chelo' Díaz en Miami y me gritaron de lejos, me acerqué y nos abrazamos y todo. Tengo muy buena relación con mis ex compañeros.
- Últimamente la U lo ha pasado mal y lleva varios años lidiando con el riesgo del descenso. En su época era un equipo que solía luchar por títulos. ¿Qué cree que pasó?
- Sí, me mantengo al tanto. Le mandé un mensaje a Caputto la otra vez cuando llegó a la U, le deseé las mejores vibras. Y bueno, no se dio. Yo creo que es porque no hay procesos, no se cumplen. Han cambiado técnicos cada ciertos meses, las contrataciones tampoco son las indicadas. La U es un club grande, muy grande, y más allá de que un jugador pueda tener calidad o entusiasmo para jugar ahí, también hay que tener carácter, sino no puedes jugar en la U. Y hay muchos jugadores que no están acostumbrados a ese tipo de presión.
- Entonces, ¿haber dejado la U es la gran deuda de su carrera?
- Sí, me arrepiento. Pero lo que me deja tranquilo, más allá de los goles y la plata, es que siempre me maté dentro de la cancha. Siempre quise que hablaran bien de mí como persona. Quizá más flaco, más gordo, más malo o más bueno, siempre intenté dejar una buena imagen. Hoy lo que me llena de alegría es mandarle un mensaje a un compañero y que me contesté enseguida. Así me enseñaron de chico.