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ENTREVISTA AS

El rostro más humano de Daniel Morón, el gerente: "No estoy dispuesto a cambiar mi salud por estar en el fútbol”

A casi un año desde que asumió el cargo, el campeón de América realiza el balance más transparente. Con las alegrías y especialmente, con las dificultades. Justo después de un nuevo título, el nacido en Argentina opta por desahogarse con la sencillez que siempre lo ha caracterizado. "En seis meses envejecí cinco años”, reflexiona.

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El rostro más humano de Daniel Morón, el gerente: "No estoy dispuesto a cambiar mi salud por estar en el fútbol”
AS Chile

En febrero del 2021, aunque aún no era presentado de forma oficial, el directorio de Blanco y Negro ya le había comunicado a Daniel Morón que se transformaría en el nuevo gerente deportivo de Colo Colo. Ha pasado menos de un año, pero el histórico arquero siente que ha sido mucho más. Parece cansado y lo reconoce. Las extensas negociaciones, los contactos permanentes desde distintos lugares del mundo, las trabas y la planificación constante en el equipo con más títulos del fútbol chileno, supera, incluso, las satisfacciones. En entrevista con AS, justo después de ganar la Supercopa, el campeón de América da a conocer su rostro más sensible, pero también más valiente. Con la sinceridad que siempre ha demostrado.

- ¿Cómo evalúa este (casi) año en el cargo?
- Lo evalúo bien, producto de lo que ha ido sucediendo. A mí me tocó asumir en una etapa compleja. Veníamos de jugar un partido por el descenso. No tenía experiencia en el cargo y en los primeros meses nos costó. Cuando hay algo nuevo y que uno no conoce, significa ir descubriendo día a día. A veces en el fútbol las cosas son más rápidas que en otras áreas. Hay que resolver las situaciones que el técnico requiere y se necesita rapidez y agilidad. Y a veces no todo depende del gerente técnico, también depende del directorio, que te aprueba o no las cosas. Los primeros seis o siete meses fueron duros.

- ¿Más de lo que imaginaba?
- Yo digo que en ese periodo envejecí cinco años.

- (Risas)
- Es verdad. No la pasé bien. A pesar de que los resultados eran buenos, yo disfrutaba muy poco en el cargo. Uno goza los 90 o 95 minutos del juego, pero después, en estos clubes grandes, siempre hay algo. Ha sido difícil.

- ¿Qué es lo más difícil?
- Cuando uno tiene responsabilidades, quiere resolver todo rápido y de buena manera. Es mi forma de ser. Pero muchas veces no depende de uno, porque no está a mi alcance. Yo percibo que hay cosas que debemos hacer, pero si no cuento con recursos, no puede ser. Siempre hay que estar dependiendo de una aprobación. Eso te desgasta porque te crea mucha presión. Muchas veces uno entiende las necesidades futbolísticas, pero también ve las complicaciones para satisfacer aquello. En ese momento quedas en un limbo. Sabes que debes resolver algo, pero no depende todo de ti.

- Y como la gente no está al tanto de eso, surgen las críticas…
- Exacto. La opinión pública hace algún comentario, pero la gente no tiene por qué saber aquello. Es entendible. A mi me ‘sacaron la chucha’ porque no llegaba el ‘9’ y yo había hecho todo. Tenía al refuerzo listo, estaba todo en acuerdo y de un momento a otro el representante te dice que no vendrá, con mucha liviandad. La gente te tilda de inoperante o de una persona que no sabe hacer las cosas. Yo ahora me río, pero en ese momento me daban ganas de llorar, porque habíamos entregado mucho. No solo yo, también Alejandro Paul (gerente general), el presidente (Edmundo Valladares) o (Edison) Marchant que me han ayudado muchísimo.

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- ¿Lo más crítico fue la partida de Martín Rodríguez?
- Eso era inevitable porque había firmado contrato con una clausula. No podíamos hacer nada. Pero cuando salió él, se crearon necesidades. Ante eso, debíamos buscar soluciones. Las encontramos con lo de (Marcelo) Moreno Martins o lo de (Facundo) Ferreyra que nos rechazó en el último segundo, y terminó corriendo la lista. Cuando te pasan esas cosas, es duro. Se pasa mal, porque no puedes cumplir con el objetivo.

- ¿Queda como el malo de película?
- Claro, se te cae algo y te transformas en eso. Es parte de la pega. Pero también hay cosas muy bonitas. En un año completo el fútbol tuvo un cambio de 80 por ciento en los resultados. Eso es producto de una labor colectiva. Muchos de los estamentos del club hicimos cosas para que eso sucediera. Y tengo la suerte de estar en ese momento, después de un periodo catastrófico. Estuve en el lugar indicado, no sé si es por un tema de aura.

- ¿A qué se refiere?
- He llegado cinco veces a este club: como jugador fui exitoso. La gente sabe que soy humilde, pero no puedo no mencionarlo, porque es una realidad que viví la etapa más brillante de Colo Colo. Me tocó volver como entrenador de arqueros y fui campeón en la quiebra. Como director de Blanco y Negro, también. Después fui presidente de la Inmobiliaria durante ocho meses. Son distinciones que no cualquier persona tiene. Ahora estoy como gerente deportivo y ya tengo la bendición de ser campeón dos veces. Creo que eso no le pasa a cualquiera. El club es un molde perfecto para mí, por mi forma de ser, porque entiendo al hincha y me relaciono con él y por mi forma de comprometerme. Hay una cosa afín entre las dos partes.

- Describió los primeros seis meses, pero después del título, Gustavo Quinteros destacó su trabajo. ¿Los otros cinco meses y medio sí fueron buenos?
- Los otros fueron peores (ríe)

- ¿Por qué?
- No, es broma. Pero los otros seis meses no dejan de tener sus problemas. Han sido duros también. Claro, en la última parte del año fuimos planificando lo que se venía con la experiencia que habíamos adquirido. Acá debes tener claro con quien trabajas y cómo es. Cuando tienes nueve meses y sabes sus necesidades, nos tenemos que ir adaptando y haciendo equipo. Y de esa forma, el último mes y medio antes de terminar el campeonato, fuimos diagramando lo que se venía: la pretemporada, los amistosos y coincidimos cosas que determinó este plan.

"Me ‘sacaron la chucha’ porque no llegaba el ‘9’ (...) ahora me río, pero en ese momento me daban ganas de llorar"

Daniel Morón

- ¿Fue un acierto ir al Torneo de Verano?
- Era un momento difícil. Nos sacaban la mierda diciendo que cómo nos íbamos a meter a Argentina por la crisis sanitaria, pero cuando crees que eres capaz de aislarte y hacer las cosas bien, tomas esa responsabilidad. Viajamos, pudimos competir con equipos como quería Gustavo y tuvimos un rodaje futbolístico que era importante. Todo eso significó estar mucho más preparado para llegar a esta instancia.

- ¿Aún se ve ganando la Libertadores como gerente deportivo, como dijo en su presentación?
- Me encantaría, como a cualquiera. Ese sería el galardón máximo. Pero yo termino mi contrato en abril…

- ¿Va a seguir?
- Depende de muchas cosas (sonríe). Hay que ver.

- ¿Como cuáles?
- Debo poner en balanza ese estrés. No estoy dispuesto a cambiar salud por estar en el fútbol. Esto es muy distinto a cuando uno juega o cuando es entrenador. En este cargo es de mayor presión: hay que ser resolutivo. Muchas veces te consume la angustia o el estrés y eso no es agradable para nadie. Especialmente cuando tienes una imagen y credibilidad. Yo creo que soy un tipo creíble. Y me gusta mantenerla y que la gente confíe en mí. Cuando no logras resolver cosas, sientes que estás defraudando a la gente y eso me hace daño.

- Pero la gente se nota confiada ahora, especialmente con el último mercado de fichajes...
- Sí, yo siento eso hoy. Estoy claro con cuál es la opinión que tienen sobre mí, pero eso quiero mantenerlo y acrecentarlo. No quiero que esa opinión se deteriore por estar en el fútbol a cualquier precio. Sé cuál es el peso de mi figura en Colo Colo, ante los hinchas y ante la gente del fútbol. Esa imagen la he defendido desde el día que llegué a Chile. A veces estos puestos son moledores de carne, te hacen sentir mal y llega la angustia. Uno siempre quiere hacerlo bien y a veces simplemente no se da.

- ¿Cómo ha enfrentado su familia este proceso?
- A mi familia le tengo que hacer un monumento. Cuando yo era jugador de fútbol, mi mujer era mi gran apoyo: fue mamá, papá… todo cuando me tocó estar en la etapa más importante de mi carrera como jugador. Cuando yo estaba concentrado y ya habían nacido mis hijos, mi mujer jamás me llamó para decirme que tenía algún problema. Ella resolvía porque sabía que yo estaba en una situación donde tenía toda la atención. Hoy pasa lo mismo. Mis hijos entienden cuál es mi profesión y se comprometen conmigo en todo. Tengo una familia maravillosa y puedo tomar la decisión que quiera y que seré respaldado.

Sus tres nietos: Martín, Agustina y Facundo.
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Sus tres nietos: Martín, Agustina y Facundo.

- Antes que tome esa decisión, aún quedan meses de trabajo. ¿En Colo Colo ya proyectan vender jugadores a mediano plazo?
- Sin duda es la visión que debe tener el club: la formación de los jugadores, que se desarrollen en esta institución, que ganen campeonatos, que compitan a nivel internacional y que después se vayan a otras ligas de mayor jerarquía donde ganen más dinero y aseguren sus carreras. Hoy tenemos a 12 o 13 jugadores de 19 o 20 años. Tienen una proyección muy importante y más de uno, si hacemos una buena Copa Libertadores, con seguridad tendrá mercado en junio o julio.

- ¿Y el club los va a dejar partir?
- Hay que tener la capacidad de darle la salida a estos jugadores y nosotros, seguir formando para que esa rueda no deje de girar. Nosotros creemos que llegarán ofertas por dos o tres jugadores de esta camada joven, no tenemos duda. Ya tuvimos una por Pablo Solari y el club ha privilegiado el tema deportivo. Es probable que, como el gran jugador que es, va a seguir creciendo y si juega bien la Libertadores, será un futbolista con mucho mercado.

Anécdotas: ¿cuánta gente ofrecen a Colo Colo?

"Muchísima. Yo tengo mensajes desde Europa, de Inglaterra, de Suecia, de Italia, de España, de Argentina, de Brasil… son miles. Es impresionante la cantidad de representantes que te llaman por jugadores. Es una cosa que nunca me imaginé, de verdad. No pensaba que llegaban tantos ofrecimientos. Todos los días y a cada ahora. Algunos insisten, me preguntan, me vuelven a escribir, me consultan qué necesito y en qué puestos. En el transcurso de diciembre me llegaron propuestas por unos 200 jugadores".