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ENTREVISTA AS

"Mi esposa me dijo 'no puedes perder la opción de jugar en un equipo tan grande como la U'"

Hernán Galindez conversó con AS e hizo un balance de estas primeras cinco semanas en la U. También contó de qué otro club chileno estuvo cerca.

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"Mi esposa me dijo 'no puedes perder la opción de jugar en un equipo tan grande como la U'"

Hernán Galindez estuvo 10 años en la Universidad Católica de Quito, hasta que llegó el llamado de la U. El también portero de la selección ecuatoriana está jugando en el cuarto equipo de su carrera y, con 34 años, valora la oportunidad.

En conversación con AS Chile, el portero rosarino contó cómo se gestó su fichaje, qué clubes se pusieron entre medio y, en definitiva, cómo ha vivido este corto periodo de tiempo en la U, donde comenzaron la temporada 2022 con el pie derecho.

- ¿Es verdad que Roggiero lo quiso alguna vez en Independiente del Valle?
- Hablé con él y me dijo que siempre estuve en la mira, que siempre me miraba, intentó, pero yo en Ecuador estaba muy cerca de la Católica de Quito y me hubiera costado cambiar de equipo dentro del país.

- ¿Por qué no llegó a Liga de Quito?
- A mi me quedaba un año de contrato. Tenía una cláusula que decía que la única forma de que yo fuera de Católica libre era presentando un contrato de una oferta que superara lo que tenía firmado. Cuando llegó lo de Liga, la verdad es que no era superior a lo de Católica y no se pudo hacer. Después tuve una oferta de Aucas y de otro equipo de Chile...

Hernan Ismael Galíndez

- ¿Unión Española?
- No, O'Higgins. También estuvimos cerca, pero cuando me llamaron yo tenía casi cerrado o cerrado con la U. La salida no fue fácil después de 10 años. Tengo esposa y dos hijos, era mudarnos después de tanto tiempo en Quito. Ella en su momento me dijo 'no te puedes perder la oportunidad de jugar en un equipo tan grande como este' y fue por eso que llegamos.

- ¿Cómo lo convencieron de llegar a la U?
- Estaba de vacaciones, veníamos hablando con mi representante y un día, yendo a almorzar con mi familia, me escribe y me dice 'agárrate los pantalones' y me manda una foto. Cuando la abro, era que le estaban diciendo que me iban a hacer una propuesta formal para venir acá. Fueron detalles en los que nos tuvimos que poner de acuerdo y se hizo todo muy rápido. Nací en Argentina, sé lo grande que es este equipo y hace 10 años no me hubiera imaginado esto. Después de todo lo que pasó, jugar en la selección o que me llegara una oferta de un equipo como este, no había mucho que pensar.

- ¿Habló con Escobar antes?
- Santiago me dijo que sabía que me iban a llamar, que él había dado el visto bueno. Tenemos una buena relación por sobre lo deportivo y es un privilegio volver a trabajar con él. Más allá de que me ponga o no los fines de semana, es otra cosa la unión que tenemos. Me ha enseñado muchas cosas, más afuera de la cancha que adentro. Me tocó transitar muy cerca de él con la enfermedad que tuvo (cáncer) y me enseñó muchísimas cosas que hasta el día de hoy pongo en práctica.

- ¿Qué fue lo que más le ha llamado la atención en este primer mes en el país?
- La ciudad me encantó. Había venido dos veces, porque en el 2014 jugamos contra Huachipato acá, pero cuando uno viene a jugar, no conoce. El poco tiempo que estuve ahora, me encantó. Cuando buscaba, le decían la mini Miami y tiene cosas muy parecidas. Los hinchas, la verdad es que es impresionante, fue muchísima gente al estadio, alentaron todo el partido y es muy pasional. Todos te hablan de que necesitan borrar los recuerdos del último año. Todos me dicen a que espere a que juguemos de vuelta en el Nacional. Estoy ansioso.

- Tuvieron un debut de ensueño: ¿Cómo se trabaja para superar esos primeros minutos de dudas frente a La Calera?
- Hay cosas que uno no puede manejar, que no dependen de uno. Hay veces en que uno se pone objetivos que no dependen de uno. Yo no puedo entrar a la cancha pensando que no me van a hacer un gol porque eso no depende de mí por más buen arquero que sea. Uno tiene que entrar a la cancha pensando en que pueden pasar cosas buenas y malas. Si pasan malas, ver qué soluciones tenemos para resolverlas. Hay que tener tranquilidad. Mucha gente creyó que podía volver a pasar lo que pasaba en años anteriores, pero siempre hablo de no perder la confianza, no volverse locos, porque hay cosas que se pueden mejorar. El equipo mostró resiliencia en el empate y marcamos tres goles muy rápidos.

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ANDRES PINA/PHOTOSPORT

- ¿Qué le dijo a Cristian Palacios tras el partido?
- Que no entendía por qué lo habían elegido como figura (risas). Lo hablábamos con los muchachos, porque pateó cuatro veces al arco e hizo tres goles, es una cosa increíble. Yo lo conocía y sabía que sus estadísticas son buenas, pero verlo de cerca y que juegue para tu lado, es un privilegio.

- Tras estas primeras cinco semanas en la U, ¿cuáles fueron los tres jugadores que le llamaron la atención en los entrenamientos?
- Con la intensidad con la que entrena, sin duda Felipe Seymour. Ronnie Fernández es un animal entrenando, tremendo; y después los jóvenes, hay muchos. Me gusta mucho (Bastián) Tapia, Marcelito (Morales), la verdad es que tienen un hambre de gloria que a uno que es grande, te da vida. Desde Seymour para abajo, si él da ese ejemplo con 34 años, el resto lo tiene que seguir si o si.

- ¿Cómo ha visto a Cristóbal Campos?
- Con unas condiciones excepcionales y una gran personalidad. Es una gran competencia. Me va a obligar a estar siempre al 100%, a no relajarme jamás. Si bien ya ha jugado en Primera, tiene un futuro enorme y ojala yo lo pueda a ayudar a seguir creciendo en el tiempo que estemos juntos.

- Escobar lo tiene en una terna de posibles capitanes. ¿Para usted es importante la jineta o cree que el liderazgo se puede ejercer de otra manera?
- Eso es un rumor que no sé de donde salió. Santiago no eligió al capitán, al capitán lo eligió el grupo...

- Él mismo dijo en conferencia de prensa que presentaría unos nombres extras.
- Sí, pero por lo menos lo que hablamos entre nosotros es que a los capitanes los definió el grupo en sí. Por lo que es Seymour para todo el grupo, era normal que él fuera el capitán. Para mi sería irrespetuoso llegar a considerarme capitán o querer ponerme la cinta. Desde mi experiencia puedo ayudar al grupo, pero no por el hecho de querer ser un referente o capitán. Yo soy así, trato de ayudar a los jóvenes.

- Lleva pocas semanas en la U, pero igualmente ha recibido críticas, ¿cómo las encaja?
- Con tranquilidad. Entiendo que en un equipo tan grande es normal recibir críticas. Me llamaba la atención porque hablaban como que yo estaba nervioso. La verdad es que si me equivoco no es por estar nervioso, sino que porque soy un ser humano y cometo errores. Cuando me equivoco soy el primero en darme cuenta, tengo más de 400 partidos en Primera y sé cuando me equivoco o hago algo bien. Tengo tranquilidad. Entiendo que las críticas a mucha gente la puede lastimar, pero hoy no pasa por ahí y entiendo que es parte del fútbol, siempre que sea con respeto y no se crucen ciertos límites.