No es fácil ser Tabilo en Chile

A esta columna no le afectará en lo más mínimo si es que el jueves en la noche Alejandro Tabilo pierde sin apelación contra Cristian Garin en los octavos de final del Chile Open. No va por ahí el tema. Lo que quiero destacar en esta opinión son las múltiples razones por las que el zurdo de 24 años es querido por todos en un país en el que casi nadie lo es de forma unánime.

¿Se imaginan pensar en que alguien sea querido por todos en Chile? ¿Es realmente posible pensar que no haya un hater en el país donde todos están esperando que el de al lado caiga para pisotearlo y humillarlo cuando más mal está? ¿Podría haber un chileno que odie a Alejandro Tabilo? Son muchas preguntas que, con cualquier otro compatriota, podrían tener respuestas disímiles, pero en este caso creo que no hay dudas.

Tabilo nació en Toronto el 2 de junio de 1997. La mayoría que lo conoce producto de su ascenso en el ranking debe saber la historia de que siempre quiso jugar por Chile. Pero aquellos que recién lo vieron jugar ante Renzo Olivo, tienen que saber también que hizo una apuesta con su padre: si le ganaba a Nicolás Jarry en los octavos de final del Futuro 9 de Canadá 2016, aceleraban el papeleo para terminar ese mismo año representando a Chile. ¿Qué hizo? Lo venció 7-6(6) y 6-4.

Tabilo es muy amigo de Denis Shapovalov, una de las estrellas del ATP Tour. Jugaron toda su infancia y adolescencia juntos. Ale tenía todas las comodidades con Tennis Canadá, que en infraestructura le da millones de vueltas a Chile. Pero la sangre le tiró a 'Jano', que dejó todo eso para partir de cero, siendo un desconocido en una tierra que recién pisó ese mismo 2016.

Les contaré una anécdota. Perdón por la autoreferencia, pero creo que se debe hacer pública para que todos sepan quién es Tabilo. 1 de diciembre de 2016. 'Ale' ya había derrotado a Christopher Kohl y Juan Carlos Sáez en el Futuro de Talca que se jugó en el Club Español. Con 19 años, en su primer viaje al país, ya era cuartofinalista del certamen. Quien escribe la columna tenía 21, y estaba en su primer viaje de trabajo. Era el único integrante de un medio en el torneo. Tipo 11 de la mañana, me acerqué para preguntarle si podía entrevistarlo. Con una sonrisa, me dice: “¡Sí, claro!”. Unos segundos después, me sorprende: “Perdón, pero hablo poquito español, intentaré hacerlo bien”. Para mí fue un alivio. Había preparado unas preguntas en inglés, pero no tenía confianza en mí para establecer una conversación fluida. ¿Qué hizo él? Me ayudó saliendo de su zona de confort para que la nota saliera bien. Ese es Alejandro Tabilo.

El "Jano" de esa época no tenía el físico atlético de hoy. Tuvo que bajar cerca de 30 kilos, dado que pesaba 100 cuando vino a Chile por primera vez. Hoy está en 75. Pero como quiso ponerse en forma lo más rápido posible, pasó al otro extremo: llegó a pesar 65. Su coach Guillermo Gómez lo tuvo tres meses sin entrenamiento de tenis, con el fin de que recuperara kilos y masa muscular, que en un momento era nula. Otra vez a empezar de cero. Fue ahí donde todo cambió.

En Roland Garros 2020 casi se muere. Pero literal. Antes de la qualy del Grand Slam parisino, sintió un fuerte dolor abdominal. Su entrenador solicitó atención del doctor del torneo, pero fue denegada. ¿Resultado? Una peritonitis que lo tuvo al borde la muerte. "Me preguntó dos veces si se iba a morir", contó en junio de 2021 Gómez a AS. De ahí en más, fue volver a empezar. Una vez más.

A inicios de 2020, Polo Palma contactó via Instagram a Tabilo, con el fin de intentar diseñarle unas zapatillas personalizadas para que él las usara en el ATP de Santiago de ese año. Nunca habían cruzado una palabra. ¿Qué hizo Tabilo? Aceptó, lo invitó a San Carlos de Apoquindo para recibir las zapatillas y que lo viera en cancha. Desde aquel día que usa los diseños del artista, que hoy tiene más de 57 mil seguidores en Instagram, pero que cuando el tenista confió en él, contaba con casi nueve mil followers.

Ahora, hace unas semanas, unos chilenos perdieron su vuelo en Córdoba por verlo. ¿Cómo respondió él? Regalándoles entradas.

Tabilo siempre responde al cariño del público con una sonrisa y palabras de agradecimiento. Él se nutre de los fans y hace que ellos pasen un momento agradable junto a él. Eso lo hace ser amado como pocos en esta tierra. Un ejemplo de ello fue su salida del court central en la noche del martes, cuando un mar de personas se abalanzó a él, mientras respondía con los brazos en alto y una sonrisa.

No soy su amigo, ni pretendo serlo, pero sí quiero que le vaya bien en su carrera, porque es un tipo que está haciendo todo para que así sea. Y no solo en las prácticas y partidos, sino en todos los ámbitos que lo rodean como figura pública. No es fácil ser Tabilo en Chile. ¿La razón? No es fácil ser querido por todos aquí.