“Cuando fui mamá me costó retomar el deporte, pero ahora mi hijo me acompaña”

Cassandra Miranda tiene 31 años y en los últimos meses se ha transformado en una verdadera celebridad en las redes sociales. En su cuenta de Instagram (@casssmiranda), la influencer ya cuenta con 32,6 mil seguidores. Allí, muestra su vida diaria, cómo afronta su rol de mamá, sus rutinas deportivas y su estilo saludable. “Por ahora me dedico a ser madre 24-7, a mi casa y a promocionar marcas por las redes”, contó en diálogo con AS Chile.

- ¿Cómo llegó a tener tantos seguidores en Instagram?

- Durante harto tiempo fluctué entre tener mi Instagram privado y público, hasta que me decidí y lo dejé abierto. Es una red donde una muestra sus buenos momentos y lo que más le gusta de sí misma. Y bueno, una vez público, con la playa y el verano los seguidores aumentan rápidamente.

- ¿Qué cosas buenas y malas tienen las redes sociales?

- Aprendí a tomarme las redes sociales como una entretención, porque si te las tomas demasiado en serio corres el riesgo de creerte mucho el cuento o pasarlo pésimo con la mala onda que a veces recibes por mostrar lo que quieres. Como cosa positiva, te acerca a quienes comparten tus preferencias. Y como cosa negativa, cualquiera puede opinar de tu vida sólo por molestar, pero como lo que uno muestra no es todo realidad, mejor tomarlo como un pasatiempo.

- ¿Qué relación tiene con el deporte?

- Siempre me ha gustado cuidarme, hacer actividad física e intentar comer bien. Tengo bastante voluntad si me propongo rutinas físicas. De ahí que me di cuenta que tengo mucho más ánimo y energía cuando me ejercito. Y desde que soy mamá, necesito esa energía mucho más.

- ¿Qué deportes practica? ¿Muy complicado hacerlo con bebé?

- Ningún deporte en particular, aunque me gustaría más adelante volver a estudiar algo relacionado. Siempre he hecho actividad física para cuidarme, porque amo comer, y para disfrutar de momentos sola, con música y bien enfocada en mí misma y en cómo me gusta verme. Embarazada caminaba mucho, hacia pilates, bicicleta y caminadora. No era por evitar subir de peso, sino más bien para enfrentar bien el parto y definitivamente me sirvió. Ya nacido mi hijo, tardé en retomar, porque no quería separarme de él ni un minuto, pero ahora que gatea, me acompaña. Yo hago bicicleta y él desordena. Ya no es música para uno, sino para dos, y he vuelto a caminar mucho con él en el coche. No es tan fácil, pero siempre se puede encontrar un momento. O más bien se debe encontrar ese momento. Ser mamá también es sentirte bien para transmitir esa energía y vamos bien hasta ahora.