“Empecé jugando fútbol en Estados Unidos y seguí en Chile... es una terapia”

La vida de Laura de la Fuente, hija de Angélica Castro y Cristian de la Fuente, siempre ha estado ligada al deporte. La joven de 18 años incursionó en artes marciales, kick boxing, esquí acuático y en sexto básico se enamoró del fútbol.

Aunque hoy estudia ingeniería comercial en la Universidad Adolfo Ibañez e inició su carrera como modelo en el desfile de Tienda Corona, la vida activa es un aspecto relevante para ‘Lau’ de la Fuente: “Estoy 100 por ciento conectada con el deporte, es la clave para todo. A veces puede dar lata salir a entrenar, pero la sensación posterior es demasiado rica”, señaló en diálogo con AS.

- ¿Desde cuándo le gusta el fútbol?

- Lo empecé a jugar cuando vivía en Estados Unidos. Una amiga me dijo que quería probarse en el equipo del colegio y le daba susto, así que me fui a probar con ella. Terminé quedando, me encantó porque enfrentábamos a otros estados y el equipo se convirtió en una familia. En Chile seguí jugando en el colegio y en una academia.

- ¿Qué es lo que más le gustó del fútbol?

- Lo que más me conectó fue la sensación en el equipo. Con todos los deportes, siento que se convierten en una terapia: puedo estar bajoneada, pero salgo a jugar fútbol con mis amigas y vuelvo con mucha energía. O a veces quiero estar sola y salgo a trotar. El deporte es lo mejor.

- ¿Y en qué zona de la cancha jugaba?

- Jugaba como central. Cuando llegué a Chile igual tenía ganas de que me hicieran jugar más arriba, pero solo llegué a ser lateral. De todas formas me gusta ser defensa porque me acostumbré y me gusta tener una visión desde atrás.

- ¿Pensó en ser futbolista profesional?

- No (ríe)... es que sé jugar y me encanta, pero yo creo que hubiese tenido que aprender mucho antes y dedicarle mas tiempo. Pero lo paso muy bien y he hecho muchas amigas que me van enseñando.

- ¿También probó en el running?

- Sí, participé en Viña del Mar a fines del año pasado y ahora quería correr el medio Maratón de Santiago, pero se me complicó por la universidad. No calculé los tiempos y prefiero no arriesgarme, porque uno después se termina lesionando.

- ¿No sobreexigirse?

- Claro, es que mi enfoque es por salud mental y porque me hace feliz, no quiero convertirlo en algo que me estrese. Quiero relajarme.