“En Chile se está súper bien, el clima me encanta... La gente es súper agradable y agradecida”
“El clima es muy de Levante, Alicante, Valencia, incluso te diría Barcelona, pero la magnitud de Santiago no es comparable a ninguna ciudad española”, dice Sofía Saiz.


Sofía Saiz (22) llega muy tranquila a la sala de prensa del Santiago Premier Pádel P1, pero cuando AS Chile la saluda por su cumpleaños se sorprende y su rostro cambia automáticamente. “Muchísimas gracias, ¿cómo sabías?”, dice entre risas la joven española, que festejó en Chile un nuevo año de vida.
La entrevista con la nacida en Palma de Mallorca surge porque AS conoció a Irene Delgado, amiga suya que hace un año está en Chile de intercambio. “No nos veíamos hace mucho tiempo”, dijo Delgado a este medio mientras veía a Saiz luchar en la primera ronda del torneo de Santiago.
‘Sofi’, que cayó en octavos de final junto a Marina Lobo, confirma que el reencuentro se dio luego de mucho tiempo. “Recordé que estaba acá, pero con los torneos se me olvidó enviarle un mensaje. Entonces subí una historia en Instagram y ella me contestó. La invité para el partido y me estuvo contando su experiencia aquí. Me encantó verla”, cuenta Saiz mientras lanza una carcajada.

- Es loco pensar que al otro lado del mundo se pudo reencontrar con ella...
- ¡Sí! Nos conocimos en una residencia universitaria en Madrid y compartíamos el baño (ríe). Mi padre un poco que me obligó a irme a una residencia universitaria (sonríe). Empecé Fisio, pero la tuve que dejar porque las prácticas no podía hacerlas, y empecé Nutrición.
- Su amiga decía que se transforma dentro de la cancha, porque afuera es muy distinta. ¿Coincide?
- Sí. Fuera de la pista soy una niña normal, o sea no tan niña (ríe), pero me gusta estar con mis amigas, ir de compras, tomar un café con mi novio... Me gusta hacer planes de una chica normal. Soy neutra: ni muy simpática ni tan antipática (ríe). Pero en la pista me transformo, soy muy competitiva, me gusta ganar por encima de casi todo y no me gusta controlar mis emociones dentro de la cancha. Si me sale gritar, no me voy a cohibir... A ver: si jugamos al parchís (ludo) en mi casa también soy competitiva (ríe).
- La llevo al pádel. ¿Le gustan las condiciones de Santiago? Se juega al aire libre, con calor y mucha altura...
- Me gusta jugar al aire libre, siento que me adapto bien. Veníamos de Cancún y puedo decir que es medio parecido, aunque a lo mejor la bola iba un poco más lenta. Allí hacía más calor todavía. En Chile se está súper bien, el clima me encanta. Soy de Mallorca, entonces me encanta el calor y aquí la gente es súper agradable y agradecida.
- ¿Hay alguna ciudad española que le recuerde a Santiago?
- (Piensa unos segundos) No te sabría decir, porque el clima es muy del Este, de Levante, Alicante, Valencia, incluso te diría Barcelona, pero la magnitud de Santiago no es comparable a ninguna ciudad española. O eso pienso. Yo vivo en Madrid, pero no me muevo por el centro. Sufro el tráfico de Madrid y al ser de Mallorca, el tráfico de allá es nada. En 20 minutos haces tu vida.
- Es el tercer cumpleaños que pasa fuera de su casa. ¿Se aprende a pasarlos sola?
- Desde los 19 que celebré en mi casita, no he vuelto a celebrar uno ahí. El primero afuera fue en Paraguay, el segundo en Venezuela y este el tercero, y debo decir que aquí es donde he estado más a gusto (ríe). Y no, no se aprende. Creo que es una cosa que te acostumbras, pero no es aprendizaje como tal. Una cosa que no hacemos es aprender a hacer cosas que no nos gustan. Por suerte tenemos los teléfonos e internet, y pueden llamarme mis padres, familiares, amigas y sentirlos un poco más cerca, pero no deja de estar mi casa a miles de kilómetros y a cuatro horas de diferencia horaria.
- Marina Lobo, compañera suya, la saludó como “su mitad”. ¿Cómo describiría la amistad que han forjado con el paso del tiempo?
- Es una persona súper especial, sabe que la quiero un montón y que por mucho que los caminos deportivos en algún momento se separen, porque obviamente sabemos que ninguna pareja dura para siempre (ríe), la conozco desde que tenemos ocho añitos. La primera vez que jugamos juntos teníamos nueve. Diría que estamos en nuestro mejor momento de relación personal y como jugadoras creo que está a la vista que también, y creo que este mes de gira nos hemos aportado mucho la uno con la otra y se hace más fácil vivir y trabajar con una amiga.
