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ENTREVISTA AS

Es educadora de párvulos y también brilla en el deporte: “La apuesta que hice va en el camino correcto”

En solo un año, Javiera Retamal ha logrado un crecimiento notable en el pádel femenino chileno. “Cuando una entra a un torneo de hombres, te miran en menos”, reflexiona.

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Es educadora de párvulos y también brilla en el deporte: “La apuesta que hice va en el camino correcto”
Javiera Retamal

La vida de Javiera Retamal Drago dio un gran giro en el último año. Si bien siempre fue deportista (jugó vóley y balonmano desde pequeña), en 2021 empezó a jugar pádel y no lo dejó más, al punto de dividir sus tiempos como educadora de párvulos y jugadora que compite regularmente en los mejores torneos de Santiago.

“Empecé el año pasado y me motivó el tema de la pandemia, porque era el deporte que se podía hacer. Me vi con condiciones y me fue atrapando”, cuenta Retamal en charla con AS Chile.

Lo curioso de su vínculo con el pádel es que ha sido de por vida. “Mis papás se conocieron jugando pádel. Soy un fruto del pádel literal”, cuenta entre risas.

Tan grande ha sido su crecimiento que hasta ya representa a un club: Evolution Pádel. “Cuando me contactaron, yo no estaba ganando títulos, pero les gustó mi garra y lo que transmitía como persona, que es lo que buscan. Soy apasionada y a la vez bajo perfil. Me siento valorada como persona, no solo como deportista. Creo que no le debo nada a nadie y no me siento inferior. No tengo que rendir con resultados ni vender palas, sino que me aceptan y me quieren tal cual como soy”, dice la joven.

Javiera Retamal representa a Evolution Pádel.
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Javiera Retamal representa a Evolution Pádel.

- Clasificó al Panamericano de Camboriú, evento que significará su primera competencia de pádel por Chile en el extranjero. ¿Cómo está viviendo la previa?

- Estoy muy motivada. Es una tremenda experiencia conocer lo que es realmente el pádel internacionalmente, porque Chile efectivamente está partiendo. Va a ser un honor jugar contra más gente que lleva años jugando y ver el pádel en otros países. Eso es muy emocionante. Lo que más hay que preparar es buscar el apoyo financiero. Afortunadamente con la gente que trabajo se van a generar instancias para recaudar fondos. Es en lo que más empeño vamos a poner. El torneo es del 1 al 3 de diciembre, así que tenemos margen para conseguir los recursos.

- ¿Qué fue lo que más le costó cuando partió jugando?

- La sincronización del golpe, porque nunca jugué tenis. Siempre jugué con la pelota y la mano en un contacto directo, entonces con la pala al comienzo fue raro (ríe).

- Ha competido en torneos masculinos también. ¿Qué diferencias ha notado?

- La primera diferencia es que cuando juego con mujeres, todas nos miramos como iguales, pero cuando una entra a un torneo de hombres, te miran en menos. Creo que el machismo todavía está súper instalado en el deporte. Y en el juego en sí, he notado que en categorías más bajas de varones la pelota avanza más rápido porque hay hombres que tienen más fuerza sin saber jugar pádel. Eso es lo que me motiva de jugar con hombres, porque agarras más ritmo y te permite trabajar en la velocidad de reacción y el movimiento.

- ¿Se ha sentido mirada en menos cuando compite contra hombres?

- Sí. He estado en partidos donde entras a la cancha y están los amigos y les dicen: ‘ya po’ hueón, tenís que ganar, porque ¿cómo no les vas ganar?’. Yo les digo, ‘espérate al partido’ y cuando termina te dicen: ‘¡oye! ¡jugai bien!’. ¿Por qué tendría que jugar mal? Cuando una mujer le pega bien ante hombres pasa de inmediato a ser una sorpresa. ¿Por qué? Si debería ser un mínimo de igualdad de condiciones. Y me pasó en cuarta y quinta.

- ¿Y esas experiencias la desaniman?

- No, porque tengo muy clara la reflexión desde dónde viene y hacia dónde va. No engancho en eso, porque las luchas tienen que estar por otro lado y al final nosotras preocuparnos de generar instancias para que el pádel femenino siga creciendo. Un gran ejemplo de eso es Wonder, que partió siendo una liga para mujeres donde el pádel era muy de hombres. Al final, ejemplos como esos, son los que valen. No siento la necesidad de demostrar que puedo jugar bien en una categoría de hombres, sino que tengo que pensar que siendo mujer soy buena y que eso se tiene que naturalizar en ambas categorías. Las seleccionadas nacionales compiten en categorías masculinas porque de lo contrario no mejorarían su nivel. No tiene que ver con una exclusión. Debe haber una reflexión mutua, pero que tampoco tiene que ser a cargo de las mujeres. La responsabilidad es de todos para lograr ese cambio.

Javiera Retamal y su compañera Magdalena Ferrer clasificaron al Panamericano de Camboriú 2022.
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Javiera Retamal y su compañera Magdalena Ferrer clasificaron al Panamericano de Camboriú 2022.

El meteórico ascenso de Retamal

En solo un año, Retamal ha logrado consolidarse en la Categoría A de Damas (la más alta en Chile es A+). De hecho, en sus últimos siete torneos hizo tres cuartos de final, dos finales y ganó dos títulos.

- ¿En qué momento se dio cuenta que quería competir?

- En julio del año pasado yo había partido jugando pero solo amistosos prácticamente, pero siempre he sido una persona competitiva. Vi a mi papá jugar en un torneo Fepachi en invierno en Viña, y me encontré con ese ambiente de club y veía a las mujeres +30, +40 competir y fue una motivación total. Además, soy chica, porque si analizas el panorama del pádel femenino en Chile, las mujeres que compiten en A+ o A, la mayoría supera los 30 años. Fue lo que necesitaba para decidir entrenar y dedicarle tiempo en serio.

- ¿Se siente reconocida ya en el ambiente?

- Sí. Se siente bien, porque me motiva más a seguir mejorando. Es un buen inicio, estoy recién partiendo y me motiva a pensar que esta apuesta que hice va en el camino correcto.

- Es educadora de párvulos. ¿Cómo combina sus tiempos para poder entrenar y jugar al nivel que busca?

- Es muy difícil (ríe). Es agotador, más que nada por el cansancio físico. Es un desgaste mental, físico y emocional muy grande trabajar con niños. Trabajo 10 horas con ellos, entonces entro muy temprano y prácticamente no me siento. Con ese desgaste psicológico voy a entrenar y me cuesta harto porque en las tardes no hay clases o conseguir canchas ya es mucho más difícil. Limita mucho los horarios, pero aún así estoy moviendo la agenda y adaptándome para poder rendir. Es un costo muy alto porque paso muy poco tiempo en mi casa. Salgo a las siete de la mañana y llego a las 10 de la noche. Paso poco tiempo con mi familia, pero me gusta lo que hago y me apoyan.

- ¿Cuánto entrena en la semana?

- Ahora partí con dos clases de pádel a la semana, siempre juego un partido y voy dos días al gimnasio. Lo que más he logrado pulir es la defensa y el trabajo con las paredes, que me costaban muchísimo con el revés. Estoy muy contenta porque creo que la defensa es lo que mejor tengo ahora. Antes era muy de atacar, pero tenía mucha desconfianza en mi revés. Hoy me siento con mucha confianza en ambos lados y eso me tiene contenta.

- Sus resultados demuestran una mejoría constante en los últimos meses. ¿Hubo algún partido o situación particular que marcara un antes y un después en su carrera como jugadora?

- El psicólogo deportivo fue lo que hizo un clic en mí. Empecé en agosto después de un torneo en el que me di cuenta que mi rendimiento y mi nivel de competencia estaba siendo bajo por una limitación mental. Hay gente que tiene mucha confianza en sí mismo y personalidades diferentes que pueden aplicar al tiro lo que sacan de un entrenamiento con mucha seguridad. Este semestre he jugado pocos torneos pero hice semis, final y ganamos el Máster para ir al Panamericano de Camboriú. Ha sido un giro muy importante en mi rendimiento, porque podía estar jugando bien, pero no compitiendo de la mejor forma.

- ¿Y esa limitación mental cómo la veía reflejada?

- En falta de concentración, a poco conocimiento a lo que hay que hacer en una cancha. En qué fijarse y en qué no. Si le presto atención a lo que va a pensar la gente, al error o a la posibilidad. En qué objetivos ponerse y pensar en las cosas que puedes controlar y las que no. He visto cambios en la templanza, en la paciencia a la hora de jugar. Hoy puedo demostrar lo que soy. Uno siempre tiene sueños de ganar, salir primero, pero de 25 parejas, solo gana una. Entonces, ¿uno con qué se queda: con la decepción constante o con abrir la mente a otras posibilidades?

- ¿Cómo proyecta su carrera? ¿Se ve llegando a la mejor categoría de Chile en un corto plazo?

- Mientras pueda combinar mi trabajo con el deporte, tengo muchas ganas de seguir como lo estoy haciendo ahora. Si eso me permite avanzar a otra categoría, feliz, sino el tiempo, el esfuerzo y las ganas que uno le va metiendo, se verán reflejados en los resultados que van a llegar. No tengo plazos ni límites, estoy bien con el proceso de ahora.

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