Fue crack en la Roja, se retiró para vencer la depresión y hoy trabaja con Tiane Endler: “Se puede salir adelante”

A finales de 2021, Francisca Moroso utilizó su cuenta de Instagram para despedirse del fútbol profesional a través de un comunicado. “Es una decisión difícil, es el deporte que siempre he amado y en cierta forma marcó el camino de mi vida desde que era chica, pero por otra parte sentía que tenía que hacerlo”, reflexionó en aquella oportunidad en conversación con AS.

Tres años después, AS se acercó a la ex seleccionada de la Roja femenina para conocer sobre su vida tras el retiro. “Cuando me retiré, creo que fue en el momento en que necesitaba traspasar toda mi energía y todo lo que tenía para recuperarme de la depresión en la que estaba”, adelanta la ex Universidad Católica. “También era un factor que me estaba produciendo síntomas depresivos. Ahora, poco a poco, estoy volviendo al fútbol. No creo que vuelva a retomar un nivel profesional, pero sí me gustaría empezar de nuevo a jugar, ya sea en alguna liga o algo así”, complementó.

- Usted menciona que está retomando el fútbol ¿esto le ha ayudado a combatir la depresión?

- Ahora en estos últimos meses es cuando he estado de mejor ánimo y más estable me ha ayudado mucho el deporte en general. Me inscribí a un gimnasio, el tratar de hacer máquinas y hacer deporte me ha ayudado mucho, ahora quiero volver a retomar el fútbol porque cuando me retiré pasaron muchas cosas que me hicieron perder las ganas y el amor al fútbol. Ahora de a poco me he ido reconciliando con ello por así decirlo.

- Hace tres años mencionó que “hay mucha gente no entiende la depresión y es porque en Chile no hay una cultura de salud mental” ¿Cree que ha cambiado esto?

- Yo creo que algo ha cambiado, hemos mejorado un poco, pero falta muchísimo todavía. Cada vez es más normal decir que uno va al psicólogo o que está en terapia. Todavía está estigmatizado sobre todo en las generaciones más viejas, por ejemplo, el tema de buscar trabajo o de las licencias médicas por depresión creo que son super mal vistas todavía, en ese sentido siento que no hemos avanzado mucho, pero en términos de personas y de las generaciones nuevas siento que ya vienen con el tema de la salud mental metido en el ‘chip’.

- Usted realizó una rifa para poder costear su tratamiento ¿Cómo fue la recepción de la gente?

- Como en todo, hubo de todo (ríe). Hubo gente que criticó, esta fue la minoría por suerte, pero hubo gente que me ayudó, que compró números, que estuvo conmigo con palabras de aliento y que hasta el día de hoy mantenemos el contacto. Algunos estaban pasando o siguen con lo mismo y la verdad es que me ayudó demasiado en ese momento porque estaba sin trabajo, estaba sin ganas de nada y sin ninguna esperanza y eso me sirvió para costear como cuatro meses de mi tratamiento, entonces fue como un salvavidas super grande. También me gustó la recepción porque después gente se me acercó en Instagram y compartían sus dolencias, que estaban solos, que no sabían qué hacer, qué cómo podían entender la depresión, me felicitaban por hacer visible mi caso y en ese sentido me gustó mucho porque ahora siento que le debo a la vida el ayudar a la gente que no tiene la misma red de apoyo que tuve yo.

- En esta misma línea hace tres años mencionó que a usted le gustaría ser un influenciador de personas que están en la misma situación y que no se atreven a contarlo ¿Usted se siente una influenciadora para este tipo de personas?

- Si, la verdad es que si. La terapia que tomé es una de nueve meses que ayuda a entender las emociones, a comprender que simplemente hay personas que sienten distinto y te ayuda a manejar ese tipo de cosas. Siento que ahora tengo mucho más por entregar a las personas que lo necesitan. Yo siempre estoy abierta a responder a la gente que me escribe, que se siente sola, que no sabe que hacer, muchos me han escrito en episodios muy terribles de su vida y por suerte he podido ayudarlos y es lo que pretendo seguir haciendo, quiero ser alguien que con mi testimonio pueda decir que en verdad es una enfermedad muy difícil, muy cruda, pero que sí se puede salir adelante con una red de apoyo, con querer, con tratar de ser disciplinado y todo eso.

- ¿Ex compañeras de la selección le han hablado para acompañarla en este proceso?

-Sí, mis mejores amigas son de la selección. Somos amigas desde los 13 años con Fernanda Pinilla, por ejemplo. En general todo el mundo del fútbol femenino me ha estado apoyando, me dieron regalos para las rifas, preguntan cómo estoy, se nota el compañerismo que hay.

Su nuevo proyecto: Escuela de Fútbol ‘Tiane Endler’

En diciembre de 2022, se inauguró oficialmente en Viña del Mar la Escuela de Fútbol Christiane Endler, proyecto impulsado por Francisca Moroso el cual está dedicado a la formación de jugadoras y ya tiene al rededor de 35 alumnas que se dividen en tres categorías: Sub 10, Sub 14 y sobre 18 años.

- Ya lleva un año trabajando en su escuela de fútbol ¿Cómo se ha sentido con esto?

- Cuando me comencé a sentir mejor quería empezar a trabajar en algo para despistarme y la verdad que sentí que la escuela de fútbol era una buena forma de retribuir y acercarme de nuevo al fútbol. Conversé con Tiane, con quien fui compañera de selección y somos amigas. Ella tiene escuelas por todo el país, le pregunté si podía ser filial en Viña del Mar y ahí se gestionó todo y ahora llevamos un año funcionando así que ha sido super linda la experiencia. He intentado comunicarle a las chicas todo lo que significa el fútbol, la pasión, el compromiso, ya que esta es una escuela formativa y me ha gustado el rol que he tomado de no solo enseñar fútbol, si no que también valores.

- ¿Por qué tomó la decisión de abrir la escuela en Viña del Mar?

- Porque cuando estuve con mucha depresión y me empecé a recuperar pensé en irme a vivir allí ya que sentía que el mar me ayudaba mucho y la ciudad es más tranquila. Santiago me traía malos recuerdos de mis peores épocas, de mis crisis y todo eso. También tomé la decisión porque aquí en Viña del Mar en ese momento no había una escuela de fútbol femenino formativo, entonces se dieron todas las cosas para que se pudiera hacer el proyecto.

- Ha trabajado con las chicas en temáticas de salud mental?

- Sí, pero no lo que me gustaría todavía. Primero he querido conocerlas mejor y ahora en el segundo año me gustaría inculcar más un poco el tema de que si tienen algún problema que lo hablen, igual nosotros tenemos una psicóloga por si alguna niña presenta algún problema, tenemos esa red de comunicación también. Con los padres yo he sido super directa, les he dicho mi historia, saben lo que me pasó y también les he comentado que pueden contar conmigo en cualquier caso en el que pueda ayudar.

-¿Las niñas le han preguntado sobre su pasado en el fútbol?

- Sí, pero no mucho. Son niñas bastante tímidas, pero se han ido soltando con el tiempo. Yo creo que más adelante van a tener más preguntas y cosas sobre lo que viví en el fútbol, también me gustaría mostrarles que con paciencia, esfuerzo y perseverancia pueden llegar donde quieran y que siempre estén con ilusión, ya que eso es lo que te mantiene vivo.

- ¿Qué viene para el futuro de Francisca Moroso?

- Está difícil esta pregunta (ríe). Después de lo que me pasó no pienso mucho en el futuro porque me da ansiedad, entonces voy paso a paso. Me gustaría que mi escuela de fútbol crezca, tener la mayor cantidad de niñas posible, que vayan mejorando, que vayan amando el fútbol como lo amo yo. En términos familiares, seguir con ellos y con mi pareja. En el fondo ya no me hago tantas expectativas de la vida, si no que voy tratando de vivir el día a día para no decepcionarme tanto, ya que ahora estoy más metida con mi cuerpo y mi mente.

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