Las mujeres que hicieron historia en el Kilimanjaro: “Pocas marcas creyeron en nosotras”
Nadia Vásquez y Helene Manche cumplieron un sueño a pesar de no ser profesionales. Lograron estar a más de 5.895 metros de altura.
Nadia Vázquez (30) y Helene Manche (33), hacen historia dentro y fuera de Chile. Esta dupla se convirtió en la primera cordada femenina en llegar a la montaña más alta del continente africano: el Kilimanjaro. Lograron subir y descender esta cumbre con más de 5.895 metros de altura.
Las deportistas, que fueron apoyadas por Oxford, emprendieron su viaje el pasado 17 de febrero. Si bien ambas no iban en busca de hacer historia, consiguieron su propósito y una gran hazaña. En diálogo con AS, mencionan cuál era su objetivo, cómo lo lograron y los desafíos de subir a la montaña más alta del continente africano.
Estas dos mujeres comenzaron a hablar hace un año sobre este proyecto. La idea la creó Helene, francesa radicada en Chile hace 5 años. “Quería conocer África hace muchos años y cuando me lo propuse dije ‘quiero ir para hacer algo especial’, por ello que tenía que invitar a otra mujer para ir como una cordada femenina”.
“Nuestro proyecto justamente lo hicimos sin hombres, pero no fue por excluirlos, es porque cuando van dos hombres y dos mujeres, al final el hombre termina tomando mucho más espacio. El equipo estaba compuesto solo por mujeres”, aseguran.
El proyecto femenino
El proyecto se construyó con la idea de ir a África, pero después fue tomando otro sentido. “Nos enteramos que había una ONG que se llama ABC Park, donde tienen varios proyectos relacionados con la bicicleta. Entonces cuando llegamos a Tanzania nos propusimos ayudarlos, por lo que hicimos una campaña y logramos conseguir 15 bicicletas”, revelan Nadia y Helene.
El proyecto tenía un lado deportivo, pero por la otra vereda tenía algo social que era dejar un impacto positivo en el continente africano. “Entregar las bicicletas en los colegios públicos fue emocionante, porque sabíamos que algunas niñas se demoran entre 2 o 3 horas en llegar al establecimiento y que a veces algunas no podían ir a estudiar porque no tenían locomoción. Entregamos un granito de arena”, añaden.
La travesía en el Kilimanjaro
Nadia y Helene lograron este hito bajo la modalidad Big Mountain Bike, disciplina que consiste en portear la bicicleta, ya sea sobre sus hombros o manos hasta la cima de la montaña, para luego realizar el descenso, donde se mezcla la técnica del montañismo y mountain bike.
- ¿Cómo se prepararon para subir el Kilimanjaro?
- Elaboramos un plan de entrenamiento que duró seis meses, donde pasamos por varias cumbres acá en Chile, comenzamos con cerros como Cortaderas, Provincia, El Plomo, Descabezado Grande y algunos de Valparaíso. Desde ahí que fuimos aumentando la dificultad y la altura para estar preparadas. En paralelo cada una practicaba por su cuenta.
- ¿Cuánto demoraron en llegar a la cima?
- Teníamos 5 días para llegar a la cumbre y luego salir del parque nacional Kilimanjaro, además que cada día en el parque cuesta como 250 dólares. Por temas de presupuesto lo debíamos cumplir sí o sí en ese plazo.
- ¿Cuál fue el obstáculo más difícil?
- Sabíamos que en la altura iba a estar la dificultad, porque arriba con bicicleta ya no podemos pedalear, así que la agarramos y la echamos al hombro. Entonces llevamos el peso de la mochila de marcha, que son más de 5 kilos, y la bicicleta que son como 16 o 17 más. Eso es lo más pesado en la altura.
- Pensaron en desistir…
- Ambas íbamos mentalizadas que no era opción volver sin lograr la cumbre. Sin embargo, el día dos Helene amaneció enferma de la guata, porque la comida es distinta y el agua no es de mucha calidad. Vomitó toda la noche a casi 3.000 metros de altura, entonces sabíamos que si eso atrasaba la programación iba hacer muy difícil lograrlo. Ese fue el peor momento, Helene perdió 4 kilos.
- ¿Cuál fue su reacción al llegar a la cima?
- Cuando llegamos a la cumbre fue heavy, mucha felicidad. Lo logramos después de muchos meses de trabajo, nos costó encontrar auspiciadores y pocas marcas creyeron en nosotras. Fue maravilloso llegar y luego disfrutar el descenso.
- ¿Cuál es el significado de la experiencia?
- La verdad que aún no asimilamos lo que hemos hecho, se siente bien. Nosotras fuimos porque nos gusta, además teníamos un propósito detrás, ya que lo hicimos para demostrar que las mujeres podemos y que podemos ayudarnos entre nosotras. Estamos felices de incentivar a más chicas a meterse a la montaña, al deporte y a la bicicleta. Además, sentimos que la gente se siente identificada con esto, porque somos más normales que un deportista de alto rendimiento.
- ¿Cómo era el clima del continente africano?
- Llovió todos los días. El segundo día fue el peor, caminamos 4 horas bajo la lluvia y granizos. Pero el clima es súper distinto a la alta montaña de acá, porque en Chile es súper seco y no hay vida en los cerros, solo te encuentras con piedras. En cambio, en África hasta más de los 4.000 metros de altura es todo verde y con plantas, pero es muy húmedo y eso es lo incomodo porque sentíamos que todo estaba mojado.