“Jugué cuatro años en Estados Unidos, pero me devolví porque en Chile uno genera más lazos”
“Acá hay más compañerismo... Allá me inculcaron la disciplina, la manera en cómo entrenan”, dice Catalina Valenzuela.


Catalina Valenzuela (22) tiene una trayectoria de años en el básquetbol femenino, pese a su corta edad. En 2019, la joven lideró a la Roja Sub 17 en la clasificación al Mundial de Rumania 2020 y, tras la cita planetaria, decidió emigrar de Chile. Tras cuatro años en Estados Unidos, regresó.
“Llegué el año pasado. Yo estuve en el proceso de las ‘Huasitas’ (selección Sub 17), que fue muy exitoso, entonces ahí hubo muchos veedores y me llegó una oferta de Estados Unidos. Me fui a estudiar y jugar básquet allá... Se podría decir que estuve tercero y cuarto medio, además de dos años de universidad en Florida National University”, dice, en diálogo con AS.
Hoy, la deportista viste la camiseta de Universidad de Concepción, mientras estudia Kinesiología. Un camino muy parecido al que siguió Sebastián Carrasco, su actual pareja, quien fue oficializado recientemente en Gimnasia y Esgrima de Comodoro, de la Primera División Argentina. Ella, según dice, espera replicar ese éxito.
- ¿Por qué se vino de Estados Unidos?
- Me vine porque me di cuenta que no me gustaba mucho cómo veían el básquet allá, me gustaba más cómo era acá, así que decidí devolverme, entrar a la universidad, jugar ligas universitarias y, en algún momento, volver a la Selección, que es mi objetivo.
- Dice que no le gustó cómo veían el básquet allá, ¿qué cosa específicamente?
- Es que en Chile es más familiar, uno genera más lazos, hay más compañerismo, el público lo vive de otra forma, sobre todo el de región que es muy apasionado. Entonces, primero llegué a la Universidad de Concepción sólo a jugar, el año pasado, y recién éste 2025 comencé a estudiar.
- De todas formas, imagino que fue una gran experiencia jugar en Estados Unidos...
- Sí, totalmente. La disciplina fue lo que más me inculcaron, la manera en cómo entrenan, se toman todo súper en serio, viven el básquet a full. Yo creo que eso es lo más importante que aprendí.
- Y ahora, ¿le ha costado compatibilizar básquet y estudios?
- Sí, ha sido difícil, comenzar con la rutina de estudiar, jugar, compatibilizar pruebas con partidos, pero la UdeC es una universidad excelente, que ayuda mucho a los deportistas para que puedan rendir bien. Entonces no ha habido problemas con los cambios de pruebas, exposiciones y otras cosas.
- Recientemente participó en los Juegos Mundiales Universitarios en Rin-Ruhr, Alemania. ¿Cómo fue seleccionada?
- Esta oportunidad salió porque la Universidad Viña del Mar, que ganó el Nacional Universitario el año pasado, está acá, y ellos estuvieron encargados de armar una selección universitaria de Chile. Entonces, en ese contexto me llamó el jefe de deportes de la universidad y me dijo que yo había sido seleccionada.
- ¿Y cómo fue esa experiencia?
- Jugamos contra Rumania, Portugal y China. Son buenas selecciones, intensas, con buen tiro y una intensidad diferente. Rumania y Portugal estaban a un nivel similar, mientras que China está un escalón más arriba. La experiencia fue súper buena, es diferente. Los gimnasios son de primer nivel, la infraestructura es buenísima. La ciudad no la he podido conocer mucho, porque llegamos y de inmediato nos concentramos para prepararnos y jugar, que es a lo que vinimos.
- ¿Qué opina de la llegada de Sebastián, su pareja, al básquetbol argentino?
- Yo estoy súper feliz por esta nueva oportunidad que le están dando, muy orgullosa de lo que ha logrado en Chile y de lo que va a lograr en Argentina. Él es una figura a seguir para mí. Cualquier nueva posibilidad que tenga, yo voy a estar feliz. Espero que siga creciendo.
- ¿Usted seguirá acá? ¿Será una relación a distancia?
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- Claro, algo así. Es más difícil, pero tenemos una relación consolidada, que es súper firme, nos conectamos muy bien y yo creo que eso, pese a la distancia, no va a cambiar.
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