La colombiana que se luce en Chile

Jenny Parrado es colombiana, periodista de profesión y reside hace cinco años en Chile. Hoy reluce en Instagram, red social donde suma más de 12 mil seguidores y en la que comparte su día a día, además de rutinas de entrenamiento y consejos para quienes inician en el deporte: “Vi que acá se potenciaba el tema del fisicoculturismo, entonces quise vincularme con eso. Yo hace seis o siete años que iba al gimnasio y que había comenzado a preocuparme por tener un estilo de vida saludable. Pero acá quise llevarlo a otro nivel, potenciarlo, y empecé con el fisicoculturismo”.

Para ella, el deporte no solo le fue útil por un factor estético, sino que también para aclimatarse a Chile. “Me ayudó mucho emocionalmente. Yo llegué acá sin familia, tuve que dejar mi trabajo, mis raíces, y fue durísimo el tema del cambio de cultura.”, adelanta en diálogo con AS.

- ¿Cómo es su rutina diaria?

- Me levanto a las seis y media de la mañana. Voy dos horas o dos horas y media al gimnasio, dependiendo de la rutina y de los parámetros que mi entrenador me deje. Luego veo todo lo de mi emprendimiento, que es de ropa deportiva, se llama Jenn Fashion Clothes. Y mi idea es potenciar mi marca e incentivar a otras niñas a hacer deporte, ya sea gimnasio, crossfit o el deporte que sea.

- Además del gimnasio, ¿practica alguna otra disciplina?

- Toda mi vida fui bailarina folclórica, representé a mi ciudad natal, San José del Guaviare, en un reinado nacional. Practico danza desde los seis años y es una de mis pasiones. Es uno de mis hobbies favoritos.

- ¿El deporte la ayudó a adaptarse a Chile?

- Me ayudó mucho emocionalmente, porque gracias al deporte me pude adaptar a Chile. Yo llegué acá sin familia, tuve que dejar mi trabajo, mis raíces, y fue durísimo el tema del cambio de cultura. Dije, “bueno, este es mi escape”. Te diría que lo hacía para no entrar en una depresión. El ejercicio y la alimentación me han ayudado mucho a mantenerme bien espiritualmente.

- ¿Cómo lidia con la desmotivación que hay en ciertos días?

- Siempre pasa. Muchas veces nos falta la motivación. Cuando uno inicia algo, es más fácil, pero luego la desmotivación siempre está y es ahí cuando prima la disciplina. Así como somos disciplinados en el trabajo, en la lectura o en cualquier cosa que nos apasione, digamos que el ejercicio, además de ser una pasión, también hay que convertirla en disciplina. Debes convencerte a ti mismo y obligarte a cumplir.

- En cuanto a redes sociales, ¿hoy también son una herramienta de trabajo?

- Yo soy periodista y acá ha sido complicado encontrar trabajo. Primero hubo estallido social, luego pandemia, fue un proceso bastante doloroso para mí. Entonces hoy utilizo las redes también para trabajar con mi emprendimiento. Primero solo contaba mi día a día y luego me di cuenta que eso podía potenciarlo y favorecer mi trabajo. Hay niñas que me preguntan por asesorías o cosas así y yo no tengo especialidad en ello, entonces no les puedo decir, pero sí dar recomendaciones. Dentro de las cosas que trato de promover es siempre acudir a un profesional con conocimiento en el campo, de lo contrario las personas se dañan y esa no es la idea, sino incentivar a que utilicen el deporte para dejar atrás la vida sedentaria y también para sanar heridas, como lo hice yo.

- En Instagram muchos seguidores dicen que se motivan gracias a su contenido. ¿Es satisfactorio recibir esa clase de comentarios?

- Sí, es satisfactorio, pero uno siempre debe tener los pies en la tierra. Independiente de cómo te vean los demás, la idea es siempre mostrarte como eres, sobre todo hoy que se venden tantas cosas en redes sociales. A veces está la otra parte también, que recibes bullying y no sabes por qué. Entonces, más allá de cualquier comentario, siempre hay que recibir todo con los pies en la tierra y ser una persona con valores.

- ¿Algún consejo para quienes aún no comienzan a hacer deporte?

- Que piensen qué es lo que quieren para su vida, cómo se visualizan. El deporte es la mejor estrategia que se puede utilizar para seguir adelante y te ayuda en aspectos físicos y emocionales. Es un trampolín para llenarte de ganas y proyectarte.