“Me cambié el apellido para honrar a mi papá... A él nunca lo había visto llorar, pero ese día lo hizo”

Este miércoles 22 de octubre comienza el Mundial de Ciclismo en Pista, que tiene un carácter histórico para Chile, ya que por primera vez se realizará en nuestro país. Javiera Garrido, de 19 años, es dueña de una de las historias más atractivas entre todas las deportistas que competirán en el Velódromo de Peñalolén.

La joven ciclista, que debutará en la modalidad de carrera scratch, podrá compartir el certamen planetario junto a su madre, Paola Muñoz, de 39 años, quien se estrena unas horas antes en velocidad olímpica. “Es algo muy especial, uno no imagina que pueda pasar. Quizás en cuánto tiempo más se dé otro Mundial en Chile, con todas las figuras internacionales compitiendo aquí“, dice Garrido a AS.

“Claro, tiene una connotación distinta además porque voy a competir junto a mi mamá, es algo muy loco. Estaba en mis planes, pero en un futuro lejano, la verdad, jajajá. Hacerlo acá en casa, no lo voy a olvidar fácil. Sólo espero rendir de la mejor manera para seguir avanzando”, complementa la multicampeona nacional.

- ¿Cómo es la dinámica entre ustedes? Porque tienen que entrenar juntas, competir y vivir el día a día del deporte de alto rendimiento.

- A veces se confunden un poco los roles, jajajá. Somos compañeras en la Selección, entonces ahí le digo “acá no soy tu hija, soy tu compañera”, pero igual le cuesta salirse de ese rol, así que a veces me reta. Nos llevamos bien, somos muy cómplices. Lo encuentro muy bonito, porque ella me ha enseñado todo lo que sé. Compartir con ella es emocionante. Yo también a veces me enojo cuando me hace sus críticas, que son constructivas, pero igual yo le ofrezco resistencia, le peleo un poco. No siempre estoy en el lado de que ella fue quinta en un Mundial Élite o campeona panamericana, sino que es mi mamá. Pero, al final, es como si literalmente tuvieras una prueba y al lado hubiera alguien dándote las respuestas, jajajá.

- ¿Y venían pensando lo de ser pareja hace tiempo?

- Nunca estuvo en mente, la verdad. Yo era clavadista, de los cuatro a los 16 años. Fui seleccionada nacional, logré medallas sudamericanas, panamericanas. Pero con la pandemia se cerró la piscina y ahí tuvimos que cambiar los entrenamientos. En ese tiempo hacíamos abdominales por zoom, y era raro, jajajá, no como en la piscina que me tiraba clavados desde diez metros y lo hacía por la adrenalina que me provocaba. Mi mamá después me invitaba a andar en bici, pero siempre le dije que no. Sólo le decía que sí cuando me prometía un mote con huesillo.

- ¿Y cuándo se decidió por incursionar en el ciclismo?

- Al final, en esa misma época me empezó a atraer y entrenaba cuando mi mamá no estaba, porque como ya le había dicho que no me gustaba, practicar con ella ahí habría sido medio contradictorio, jajajá. Hasta que mi papá un día me llevó a un campeonato nacional de ruta, que fue mi primera carrera, y la gané. Y ahí dije “estoy puro leseando en clavados, voy a hacer ciclismo”. A mi mamá no le gustó, eso sí…

- ¿En serio?

- Sí, me dijo que no, que ninguna posibilidad, porque en el ciclismo no era nadie y en clavados ya tenía un nombre hecho, una identidad. Que en ciclismo iba a empezar siendo “la hija de”. Yo le dije “lo voy a hacer igual”, jajajá. Así que de vez en cuando le recuerdo eso y le digo “te hice un tapón de boca”.

- Usted recientemente decidió cambiar su apellido por el de su padre adoptivo, Gonzalo Garrido, quien también es ciclista. Tengo entendido que lo conoció a los cuatro años...

- Así es. Mi papá es todo, es mi pilar, al igual que mi mamá. Son fundamentales para mí. Yo creo que la razón más fuerte para hacer ciclismo es la conexión que tengo con ellos. Mi papá me ayuda en todo, me prepara, yo sé que va a estar ahí para solucionar cualquier cosa. Es una relación muy linda, muy fuerte, congeniamos bien, me trata de enseñar todo lo que sabe.

- ¿Y el cambio de apellido lo pensó mucho?

- Yo lo tenía pensando hace mucho tiempo, de hecho, hace dos años, que fue lo que se demoró en legalizarse el trámite, porque yo era menor de edad y todo ese tema. ¿Cuál fue la razón? Yo le dije a mi mamá: “No me gusta que cada vez que gano una carrera o que me dan un reconocimiento, nombren el apellido de una persona que no aportó nada en lo que soy”. Si yo sé algo o logro algo, es porque me lo enseñó mi papá. Y él es realmente mi papá, lo conozco desde los cuatro años, y no tengo otra figura paterna que no sea él. Así que cuando hoy me nombran como “Javiera Garrido”, es muy emocionante.

- Cuando le contó, ¿cuál fue la reacción de él?

- Yo nunca lo había visto llorar, y ese día lo hizo. Uno piensa que los papás no lloran, jajajá. Él estaba muy contento, orgulloso, se emocionó mucho.

- ¿Cuál es el objetivo en este Mundial?

- Es mi primer Mundial Élite, el año pasado estuve en el Mundial Junior y quedé cuarta, pero estas son experiencias distintas, con otras rivales, de otras edades. Con un Top 10 yo quedaría bastante feliz, no creo que sea descabellado. Ojalá un Top 5 o una medalla, pero también soy realista. Ahora sólo puedo pensar en la emoción de estar ahí en el velódromo con todos los chilenos.