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ENTREVISTA AS

“Perdí la conciencia, me quebré una costilla y quedé con náuseas... Mi mamá viajó a cuidarme, volveré más fuerte”

“Los médicos me dijeron que si hubiese sido más flaquita, hubiese tenido múltiples fracturas. Nunca he decaído mentalmente”, señaló.

“Perdí la conciencia, me quebré una costilla y quedé con náuseas... Mi mamá viajó a cuidarme, volveré más fuerte”
Diego Vega
Periodista de Diario AS Chile desde 2014. Ha cubierto Juegos Panamericanos, Copa América, Eliminatorias y Copa Libertadores, entre otros eventos. Titulado en Universidad Mayor y graduado en comunicación digital de la Universidad Internacional de La Rioja.
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Con 26 años, Paula Molina, una de las figuras del ciclismo de pista en Chile, vivió el momento más difícil de su carrera. Mientras entrenaba junto a la preselección del país, y alcanzaba una velocidad de 65 km/h, sufrió una caída que la dejó hospitalizada por varias horas. La deportista está en proceso de recuperación.

A una semana del accidente, “Pau” conversó con AS Chile y contó detalles sobre la inesperada situación: “Estábamos tomando el tiempo y a mí me tocaba hacer los 200 metros. Iba a máxima velocidad y creo que la pista no estaba en óptimas condiciones, estaba muy sucia. Pinché el tubular delantero y perdí un poquito de aire”, comenzó.

“Entré a la última curva, se me salió el tubular y perdí el control de la bici... Me estrellé contra el peralte e impacté con la cabeza y todo el lado derecho de mi cuerpo. Caí y “apagué tele” (ríe). Una compañera, la que venía después de mí, me fue a ver y dijo que mis ojos estaban blancos. Perdí el aire porque me pegué en el lado de la costilla, quedé en estado inconsciente y no reaccionaba mucho. Todos trataban de calmarme y empecé a preguntar todo el rato lo mismo: “¿cómo me caí?, ¿qué estaba haciendo? o ¿si iba por arriba o por abajo de peralte?”, profundizó Molina.

- ¿Cuál fue el protocolo tras el accidente?

- Llegaron los paramédicos, me pusieron en una camilla y me bajaron a la enfermería del velódromo. Ahí estuve harto rato, igual el protocolo fue fome porque estuve como una hora ahí hasta que llegó una ambulancia y me llevaron a un CESFAM. Allá me sacaron una radiografía del tórax y salió que tenía la fractura de la costilla. Tenían que mandarme a otro hospital y yo no quería, así que tuve que firmar un papel y darme de alta ahí mismo para poder ir a otro lado. Los dirigentes de la Federación me subieron a una camioneta y me llevaron a la clínica MEDS de Isabel la Católica.

- ¿Qué le dijeron en esa clínica?

- Me hicieron un escáner en la cabeza, pero allá me empecé a sentir mal: náuseas, vómitos y mareada full. Me tomaron el escáner y me derivaron altiro a la urgencia que hay en Lo Barnechea. Allá me atendieron, me hicieron los exámenes y me dejaron hospitalizada. Se me quebró una costilla y tuve una contusión cervical, lumbar y pulmonar. Al día siguiente me dieron el alta, cuando ya estaba todo más estable.

- ¿Por qué cree que la pista estaba sucia?

- Se supone que la limpian todos los lunes, pero el velódromo es de madera y ante cualquier caída, se raspa la pista y quedan astillas. No es suficiente con un paño, imagino que deben utilizar productos especiales o cosas más rebuscadas. Hay un tema complejo ahí. Yo nunca me había caído así, por habilidad o mucha suerte.

“Perdí la conciencia, me quebré una costilla y quedé con náuseas... Mi mamá viajó a cuidarme, volveré más fuerte”
Así quedó el casco de Paula Molina.

- ¿Cómo reaccionó su familia al enterarse del accidente?

- Preocupadísimos, de hecho mi mamá vive en la región de Los Lagos y tuvo que viajar a cuidarme. Mi papá vive en Quilpué y viajó altiro... y preocupados por lo que me había pasado, pero igual entienden que son gajes del oficio y me apoyan en todo.

- ¿Qué le han dicho los médicos?

- Me decían que tenía los huesos súper duros porque para el impacto que tuve, estuvo súper bien salir con solo un hueso quebrado, que fue una costilla. Me felicitaban por mi masa muscular y la caparazón que tenía para cuidarme. Estaban sorprendidos. ¿Si podría haber sido peor? Sí, ellos me dijeron que si hubiese sido más flaquita o sin tanto músculo, hubiese tenido múltiples fracturas... Resistí bien.

- ¿Cómo fueron los primeros días después del accidente?

- Al principio me tenían que afirmar, con el golpe en la cadera me costaba apoyarme de todo el lado derecho, entonces no podía caminar solita. Tenía que sostenerme, pero con el paso de los días ya puedo sentarme sola, pararme y caminar. Lo que no puedo hacer aún es levantarme de la cama sola y recostarme.

- ¿Cómo está de ánimo? ¿Cómo va la recuperación?

- La mentalidad siempre ha sido positiva, nunca he decaído mentalmente. Siempre pensando en recuperarme y pensando positivo, que al final eso es lo que más ayuda. Físicamente, voy como avión. Tengo varias quemadas en la piel, pero ya están todas cicatrizándose, se me están saliendo las costras. Ha sido súper rápida la recuperación y cada día siento menos dolor. Me dijeron que el hueso de la costilla pegaba entre dos a cuatro semanas, pero yo creo que será antes. Haré reintegro deportivo.

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- ¿Qué desafíos se vienen este año?

- Quiero volver más fuerte porque tengo un Panamericano del 1 al 6 de abril en Paraguay. Espero llegar bien porque venía con buenos tiempos... Ahora con la caída ojalá que no me reste tanto, lo estoy tomando como un descanso del cuerpo para poder darle más fuerza y volver con todo. Este año también tendremos alguna copa C2 en Colombia o Argentina y después se viene el Mundial, que es lo máximo, la carrera más importante que voy a competir en mi vida. Tengo que pasar por procesos selectivos, pero espero estar. También están los Juegos Bolivarianos, mi idea es seguir sumando medallistas y lo más importante, superarme a mí misma e ir bajando mis tiempos porque todos los días es un desafío para ver hasta dónde puedo llegar.

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