“Una de las razones por las que me lesioné fue porque estuve en mi último año de estudio; no dormía ni comía bien”

Karen Morales (27), jugadora del Boston College, celebró el triunfo de las “Águilas” sobre Deportes La Pintana, que significó alzar el undécimo título. En esta ocasión, la deportista tuvo que presenciar el encuentro desde fuera de la cancha, debido a una lesión.

Morales compartió con AS detalles del proceso de recuperación de su lesión, sus próximos objetivos y la etapa en la que tuvo que equilibrar su carrera deportiva con los estudios de kinesiología en la Universidad Católica. “En lo deportivo claramente es recuperarme al 100 por ciento para poder reintegrarme a la selección y ver si me da la posibilidad de volver a jugar en el extranjero y en lo académico en julio ya termino mi carrera”, revela.

-¿Cuál es su análisis con respecto al partido?

-Estoy muy orgullosa de todas mis compañeras. Soy testigo de todo el sacrificio y el trabajo que hicimos durante toda esta temporada. Me tocó vivir desde afuera una sensación distinta, pero no puedo estar más orgullosa de ellas. Fue un equipo muy unido hasta el último momento. Cuando entramos al camarín antes del set de oro, lo único que dijimos fue: Chiquillas, esto se puede ganar o perder, pero no vamos a entregarla así. Vamos a terminar como equipo.

-¿Pudo conversar con sus compañeras antes de que empezara el partido?

- Lo tomamos con calma, partido a partido. Siempre supimos que el encuentro importante era el de hoy, no el de ayer. Nunca dejamos que las ansias nos dominaran ni celebramos de más, porque quedó claro que, hasta el último punto, hay que pelearlo.

-¿ A qué se debe su lesión?

- En julio del año pasado me corté el ligamento cruzado y llevo siete meses postoperada. La recuperación de un cruzado, por lo general, toma entre 10 y 11 meses, así que todavía me queda un poco. Sin embargo, ya en marzo o abril debería estar de vuelta.

-¿Cómo ha sido el proceso de estudiar y jugar para usted?

- Durísimo. Yo creo que una de las razones por las que me rompí el año pasado fue porque estuve en pleno internado, en mi último año de la carrera de salud, y es realmente duro. Dormía poco, comía mal, y el cansancio me llevó al extremo de terminar rompiéndome. Pero se pueden convalidar las cosas. Hay que tener mucho esfuerzo, organización y perseverancia. Que no les digan que estudiar y hacer deporte no se puede. Cuesta, pero es posible.

-¿Qué siente usted que le falta ver a la gente con respecto a las deportistas que se dedican al Vóleibol?

- Creo que en Chile la cultura del deporte es muy chiquita. Todavía se piensa que solo existe el fútbol, aunque los Panamericanos ayudaron a abrir esta mentalidad. La gente se dio cuenta de que tenemos grandes deportistas en nuestro país. Sin embargo, no se puede vivir al 100 por ciento del deporte; la mayoría de los atletas también son estudiantes, lo que implica un sacrificio enorme que muchas veces no se valora, especialmente en lo económico.

-¿A qué se refiere especificamente?

- En Chile, el deporte no está bien remunerado, así que imagina el costo de lo académico, que ya es caro, sumado al sacrificio deportivo. A veces, hay que priorizar una cosa sobre la otra. Por eso, pido que no sean tan estrictos ni juzguen tanto a los deportistas, porque también tenemos una vida social.