“Ahora juega el que tiene mejor representante, eso me aburrió; en esta Roja estaría sí o sí”

Debutar en Primera División es un desafío complejo, pero ser campeón son palabras mayores. Franz Schultz es uno de los futbolistas que puede decir que cumplió ambas cosas en su carrera. El mediocampista apareció en Santiago Wanderers en 2009, mientras que en 2017 se consagró campeón del Torneo Nacional con la Universidad de Chile.

A sus 34 años, el presente del ‘Coreano’ es poco común, ya que se mantiene vigente en el fútbol amateur. A mediados de 2025 arribó al Unión Glorias Navales, club de Viña del Mar, lo que comparte con su academia deportiva. En conversación con As, revela detalles de su nueva vida.

“Estoy feliz, no solamente por mi presente, sino que por el club que elegí a nivel amateur. Es uno de los más grandes de la Quinta Región. El equipo tiene pocos años, pero tiene mucha historia, siempre está peleando los torneos y me recibieron muy bien”, asegura Schultz.

- ¿Por qué eligió ir al fútbol amateur?

- En el último año que estuve en Linares me terminó por aburrir el fútbol. No el deporte en sí, sino los tratos que hay y el mal manejo de muchas cosas. Cuando empecé a jugar conocí el fútbol de otra manera, antes jugaba el mejor, no el que tenía el mejor representante. Esos detalles me fueron aburriendo y tomé esta decisión, aparte que tengo tres hijos que están en el colegio, entonces estar cambiándolos de escuela y todo eso ya no era la idea. Siempre he sido igual, nunca fui un jugador de mucha bulla, entonces me adapté bien.

- Ya con algunos meses en Glorias Navales, ¿fue acertada la decisión que tomó?

- La verdad es que no me arrepiento para nada. Este es un club que tiene mucha gente trabajando de buena manera dentro del club. Hay una presidenta que hace lo posible para llevar adelante este lindo proyecto y de manera seria. Trabajan harto en las divisiones inferiores y tienen varias ideas para poder ir profesionalizando el club. En la Copa Chile de este año jugamos contra Universidad Católica y llegó mucha gente de Glorias Navales al Estadio Sausalito. Hace poco, por ejemplo, jugamos en La Ligua y también llegó mucha gente que viajó en micro, auto o de la manera que fuera. Es un proyecto muy lindo.

- ¿Entonces su etapa en el profesionalismo está terminada?

- Estoy en conversaciones con Glorias Navales porque quieren que juegue en Tercera División el próximo año. Estoy en ese proceso de analizarlo, pero yo me veo acá, me veo en este club hasta cuando ya no quiera ser más competitivo y me retire. El objetivo del club es poder llegar después a Tercera A, Segunda División Profesional e ir subiendo cada vez más de categorias.

La gran deuda de su carrera: “En algún amistoso podría haber estado”

- Debutó en Santiago Wanderers y luego tuvo pasos por Universidad de Chile, O’Higgins, Antofagasta e Iquique, entre otros clubes. ¿Cómo analiza su carrera?

- Sí, yo debuté a los 18 años y a los 19 ya era titular indiscutido y cuando no estaba la regla Sub 20. Todas las carreras son diferentes, pero yo estoy contento con la mía porque pude jugar en varios equipos, en Primera División e incluso en un grande como la Universidad de Chile, donde además tuve la suerte de ser campeón. Aparte siento que el fútbol nunca me cambió, siempre he sido igual, sin mucha bulla y eso mis compañeros hasta el día de hoy me lo hacen saber de manera positiva. Estoy muy feliz por todo lo que he conseguido.

- ¿Le queda algo pendiente en su carrera?

- Si tengo que nombrar algo es el no haber jugado en la Selección, pero me tocó coincidir justo con la generación dorada. Era imposible competir ahí, hay que ser honesto (ríe). Esos jugadores estaban en un nivel totalmente más arriba que uno, por nombrar a Charles (Aránguiz), Arturo (Vidal), Marcelo (Díaz), el ‘Huaso’ (Mauricio Isla), Gonzalo (Jara), que eran puros monstruos. Siento que con la actual generación, hoy sí o sí estaría en la Roja, al menos un par de años. Ahora que estoy más grande entiendo mejor ciertas cosas. La mayoría de las veces, cuando el futbolista no juega, trata de echarle la culpa al técnico, pero la realidad es que muchas veces el jugador no está porque no quiere jugar, las cosas son simples.

- ¿Cuál siente que fue su peak de rendimiento?

- Yo creo que entre el 2014 y el 2016 fueron mis mejores años. Te mentiría si te dijera que en ese momento me veía jugando de titular en la Selección, pero sí creo que al menos pude haber estado nominado a algún amistoso o algún partido de ese estilo. De todas maneras estoy muy contento por todo lo realizado en el fútbol y por las amistades que he hecho en este deporte.

“Disfruto mucho esta nueva etapa de mi vida, es algo maravilloso para mí”

- ¿Se ve como entrenador en el futuro?

- Mira, la verdad es que todavía no me pica el bichito de hacer el curso de DT, aún no. Lo que sí me gusta es la formación de jugadores, yo tengo una academia deportiva y me encanta estar con los niños y poder traspasarles todo lo que he aprendido.

- ¿Cómo ha sido la experiencia de tener su propia academia?

- Ha funcionado todo bastante bien, tengo más de 30 niños, de entre 5 y 15 años, y está enfocada en la formación de ellos, para que el día de mañana puedan llegar a Wanderers, a Everton o a cualquier otro club. Ahora el fútbol está complicado porque ya no juega el niño de barrio, lo tapa otro cabro que a lo mejor tiene plata o contactos y ese futuro futbolista que sale del barrio se termina perdiendo en otras cosas. Disfruto mucho entrenarlos, esta nueva etapa, es algo maravilloso para mí.