“Ahora que volvimos a Chile, mi hija está muy feliz; es nuestra segunda casa”

Luego de un año fuera de Chile, Facundo Castro (29) regresa al país para defender a Palestino. Será la segunda etapa del uruguayo en el fútbol chileno, luego de las cuatro temporadas en las que jugó para O’Higgins, donde disputó 125 partidos, anotó 22 goles y brindó 23 asistencias. Ahora, el desafío es en La Cisterna.

“Estoy muy feliz de volver”, cuenta el uruguayo en charla con AS Chile, donde explica los motivos que lo animaron a regresar. La familia fue uno de los fundamentales.

Castro quedó libre luego de su paso por Ceará de Brasil, donde consiguió el Campeonato Cearaense y el ascenso a la Serie A del Brasileirao. Palestino lo contactó y él no dudó en aceptar.

- ¿Qué lo convenció para llegar a Palestino?

- Primero, porque sé lo que significa Palestino para el fútbol chileno, después porque va a jugar copa internacional y nos tocó un rival lindo (Universidad Católica). Y luego, porque en Chile fui muy feliz. Encontré un gran nivel y en este momento estaba necesitando volver a eso.

- ¿Con qué se encontró en el club en estos primeros días?

- Muy bien todo. El club me recibió de buena manera, el plantel espectacular. Es un club que mantiene a sus jugadores, se conocen bien y eso hace que haya una mejor relación entre todos. Es mucho más fácil la adaptación para uno.

- ¿Le sorprende estando adentro la identificación del club con Palestina?

- ¡Sí, sin dudas! A veces, mirándolo desde afuera, no se toma dimensión de todo lo que representa y a medida de que van pasando los días la gente me va contando. Es muy lindo y estoy aprendiendo día a día.

- ¿Qué objetivos tiene en este desafío con Palestino?

- Quiero volver a sentirme feliz dentro de una cancha, vuelvo a eso a Chile. Sentirme contento con la pelota, ser yo y así ayudar a llevar a lo más alto a Palestino. El club se pone los objetivos grupales bien altos y eso para mí es muy importante. Busco pelear de igual a igual con cualquiera y eso es lo que el club también quiere.

- ¿Qué le dejó ese primer paso por Chile en O’Higgins?

- Sin duda que influyó para volver a Chile. En un principio, y siempre lo he dicho, mi intención no era estar tres años en Chile, más allá que había firmado por ese tiempo. Se fue dando y me sentí muy acogido por el club, la ciudad y los hinchas.

- ¿Qué tan importante fue?

- Mis hijos se sintieron como en casa. El día que nos tocó partir, a mi hija le costó mucho, y ahora que volvimos está muy feliz porque tiene a todos sus amigos a una hora. Para nosotros, Chile, Rancagua y O’Higgins son como nuestra segunda casa.