“Alexis es uno de mis jugadores favoritos; estoy feliz de tener que enfrentar a él y a Chile”
“Sánchez tiene el estilo de juego que me gusta. Es una inspiración y estoy muy ilusionado por jugar frente a él... ojalá nos podamos tomar una foto”.
Con una larga historia en el béisbol y una trayectoria exitosa en Juegos Olímpicos, Cuba tiene una cultura deportiva que lo ubica en la cima de América Latina y el Caribe. Sin embargo, el fútbol era una deuda pendiente. La presencia en el Mundial 1938 nunca trascendió y 85 años después, el país está en el lugar 165 del ranking FIFA. Ahora, eso sí, el próximo rival de la Roja quiere dar un salto significativo.
En 2021, la selección cubana de fútbol se abrió al mundo y autorizó la convocatoria de jugadores que militan en el extranjero. Uno de ellos fue Willian Pozo (25), un delantero que nació en La Habana y que se fue a vivir a Noruega cuando tenía solo cuatro años. Hoy defiende al FC KTP de Finlandia y en junio viajará a Chile para enfrentar a la escuadra de Eduardo Berizzo: “Estoy ilusionado”, cuenta a AS.
Eran las 13:00 horas en Santiago y las 20:00 horas en Kotka, y el extremo izquierdo contestó el llamado para hablar de la Selección que eligió defender: “Cuando buscaron a cubanos en otros países, me sumé. Somos un equipo en desarrollo, siento que hay talento y que hemos mejorado cada año. Es un orgullo defender al país, es lo más grande y bonito que existe en el fútbol. Me siento agradecido y estoy contento de ayudar”, dijo. Cuba ganó el grupo de la CONCACAF Nations League B, clasificó a la Copa de Oro y va a cumplir un año invicto.
Willian Pozo no solo está emocionado por el gran momento de su Selección, también porque el próximo mes podría cumplir un sueño: “¿Crees que Alexis Sánchez juegue ese partido?”, pregunta con humildad. “Es que él es uno de mis jugadores favoritos desde pequeño, si él está en la cancha yo voy a estar más que feliz”, explica.
- ¿Desde cuándo admira a Alexis Sánchez?
- Yo soy fan de Barcelona desde chiquito. Lo conocía desde antes, pero cuando llegó a España, me empezó a gustar. En Arsenal también me encantó, ahí era el rey. Tiene el estilo de juego que me gusta a mí, es una inspiración y trato de jugar de esa manera. Ahora está en Francia y me pone muy contento que le vaya bien.
- ¿A qué otros jugadores chilenos conoce?
- A Arturo Vidal... ¡wow! él es un monstruo. Es grandísimo y tiene un carácter tremendo. Es otra inspiración, igual que Claudio Bravo. Ojalá que jueguen para tomarme una foto con ellos (ríe).
- ¿Qué significa para ustedes enfrentar a Chile?
- Es una Selección buenísima y con grandes futbolistas. Será una experiencia muy bonita para todos los cubanos y es una buena referencia para saber dónde estamos en cuánto al nivel. También jugaremos ante Uruguay porque nuestra expectativa es conseguir el primer o segundo lugar del grupo en la Copa de Oro. Iremos a luchar.
Cuba y el reencuentro
Además de potenciar el fútbol, el proyecto de Cuba ha permitido que algunos jugadores se reencuentren con familiares y amigos. En un duelo ante Barbados, en junio del 2022, Willian Pozo vivió uno de los momentos más inolvidables de su vida.
“Yo llevaba 13 años sin ver a mi papá y lo volví a ver cuando fui a jugar con la Selección a Santiago de Cuba. Mi papá tomó una guagua (bus) desde La Habana y viajó 18 horas para verme a jugar. Nos encontramos antes del partido y le dije ‘anotaré un gol y te lo dedicaré a ti’. La locura es que marqué el primer gol y pude celebrarlo. Fue un momento muy lindo porque lo vi muy contento”, relató.
- ¿Qué sintió cuando aterrizó en Cuba después de tantos años?
- Primero jugamos contra Guadalupe como visitante y nos fuimos todos juntos a Cuba. Cuando llegamos, me salieron lágrimas. Me quedé atrás haciendo como que no estaba pasando nada, pero en realidad estaba muy emocionado. Llevaba mucho tiempo sin ir al país, sin ver a mis amigos de infancia y a mi papá. Después, el club me dio tres días libres y me fui a La Habana. Me quedé con él y lo pasé muy bien.
- Usted participó en las selecciones menores de Noruega. ¿Le costó elegir?
- Yo me fui con mi madre y viví siempre allá. Jugué con la Sub 17 y la Sub 18, y coincidí en una nómina con Martin Odegaard. Una decisión así nunca se tiene clara porque es algo grande y hay que reflexionar bien. Hay partes del cuerpo que dicen diferentes cosas, pero mi corazón habló más alto y me guié por eso: elegí a Cuba con el corazón.