Así fue la noche mágica de Álvarez: una conversación y los dos primeros pupilos a los que abrazó
El DT campeón del fútbol chileno ahora sumó un nuevo hito en su carrera: rompió la racha negativa que persiguió a la U durante 23 años.
Gustavo Álvarez vivió el Superclásico con euforia. Tanto así, que en una pausa, cuando faltaban seis minutos para el final, se metió a la cancha del Monumental a conversar con Leandro Fernández. Uno de los jueces tuvo que sacarlo.
El entrenador de la U estaba muy cerca de romper una racha negativa de 23 años y la oportunidad de meterse en la historia no se podía desaprovechar. Cuando eso ocurrió, el DT campeón del fútbol chileno levantó sus brazos y fue a encontrarse con Marcelo Morales y Nicolás Guerra, que festejaban a pocos metros.
Álvarez se dio la mano con algunos de sus asistentes y se abrazó con otros. Luego caminó hasta la mitad de la cancha, donde saludó a los jugadores del plantel y se tomó algunas fotografías para el recuerdo.
Tras el breve festejo en el centro del Monumental, llegó la mesura: “Tuvimos aciertos y errores, y esto solo significa tres puntos”, dijo el DT en conferencia de prensa. Esa calma se mantuvo en los pasillos del estadio.
Con un rostro serio y las manos en los bolsillos, Álvarez caminó en los alrededores del camarín azul. Al final, con una mochila y un termo en la mano derecha, el entrenador se retiró tranquilo al bus de la U. Su vínculo con el club recién comienza.