Cambios, sorpresa e inseguridad: las primeras señales de López
El DT debutó con un estrecho triunfo en la Copa Chile. Su primera performance dejó varias conclusiones, por lo visto en la cancha y algunas decisiones.
Venció, pero no fue nada de fácil, a pesar de tener enfrente a un rival de Segunda División. Universidad de Chile inició oficialmente con un triunfo el ciclo de Diego López al mando del plantel. Los azules derrotaron por 2-1 a General Velásquez en el duelo de ida de la tercera ronda de la Copa Chile. Ahora, recibirán al cuadro de San Vicente de Tagua Tagua en el Santa Laura el próximo lunes, cerrando la llave que los puede dejar en cuartos de final del certamen.
La primera presentación de la nueva U de López arrojó algunas conclusiones. No solo por lo que los azules intentaron desarrollar en la cancha en procura de otro modelo de juego, también por las decisiones adoptadas por el DT en su estreno. El charrúa no ocultó cuáles fueron sus primeras señales.
Otra estructura
De entrada, López comunicó que, en cuanto a sistemas de juego, su línea parece no ir tan en la senda del esquema en boga (1-4-3-3), que en el sector ofensivo contempla tres atacantes, a raíz de la presencia de extremos o punteros y un centrodelantero. Los azules salieron a la cancha de El Teniente en Rancagua con una organización posicional 1-4-4-2. La variante respecto de lo que venían realizando tuvo que ver la distribución en línea de los mediocampistas (Israel Poblete, Emmanuel Ojeda, Mauricio Morales y Pablo Aránguiz), respaldando a la dupla de delanteros.
Tal distribución en el campo de juego garantiza proximidad entre las líneas o sectores del equipo (Idea de bloque). Al mismo tiempo, y por la presencia de duplas de laterales y volantes externos por los costados, la Amplitud (”abrir la cancha”) también posee ciertas condiciones de ser garantizada. Ambos principios o conductas de juego, por lo visto, despuntan como algunos de los ejes de la gestión del charrúa en la banca de la U.
Nuevo tono en la posesión
Los datos de AS son concluyentes en relación a las marcas relativas a la posesión del balón durante el el triunfo de los azules. General Velásquez se impuso con el 51% del manejo del balón. La diferencia es mínima, pero sorprende, pues lo esperable es que un cuadro de Primera División se imponga sin dificultades en este aspecto del juego.
Fue recién el primer partido oficial de la era de López. Sin embargo, deja entrever un contenido de juego que ha sido destacado como parte del sello del DT. El charrúa apunta a elaboraciones ofensivas concisas, mediante circulaciones con énfasis en la progresión antes que en la conservación. Lo visto en Rancagua pudo ser, tal vez, un primer paso en ese sentido.
Inesperada vulnerabilidad
Un hecho que llamó la atención en el debut de López tuvo que ver también con la fragilidad mostrada en la fase defensiva. Los números son elocuentes y exhiben una correlación directa con las sensaciones que dejó la victoria de la U, en orden que la última línea no ofreció garantías de seguridad. Los azules recibieron 26 disparos y 6 fueron directo a la portería que ocupó Cristóbal Campos, una de las figuras del encuentro. Su oponente, en tanto, recibió 9 remates y 4 dentro del arco.
López le ratificó la confianza a la dupla de Bastián e Ignacio Tapia. Insistió con Daniel Navarrete como lateral derecho y en el sector opuesto optó por José Castro en lugar de Marcelo Morales. El primero ofrece mayores contenidos defensivos y este es un detalle que no pasa inadvertido. Sin embargo, la solvencia no fue posible: continuamente los rivales les ganaron las espaldas a los defensores azules. Seguramente, será un contenido en el que el DT hará hincapié en lo que viene.
Capitán sorprendente
La sorpresa de la jornada fue la aparición de Bastián Tapia con la jineta de capitán. López determinó que el zaguero de 19 años liderar al equipo en la cancha y es sin duda también una señal potente. Principalmente, porque había en la formación inicial otros hombres que podían haber asumido el rol, como Junior Fernandes y Cristian Palacios por ejemplo.
Sin embargo, el DT optó por uno de los más jóvenes. La decisión fue un mensaje hacia los formados en el club. La percepción es que López confía en la capacidad de los jugadores emergentes.
Lo había dicho en la conferencias de prensa previas y lo ratifico en los hechos ante General Velásquez. En una primera sensación parece quedar claro que hombres como Darío Osorio, Lucas Assadi, el propio Bastián Tapia, Marcelo y Mauricio Morales, Castro, Navarrete, Campos y Cristóbal Muñoz serán actores clave del proceso que inicia el uruguayo.