“Chile tuvo a la mejor dupla del mundo; en Brasil fuimos referencia por años, pero hoy...”

Con más de 900 partidos en su carrera profesional, César Sampaio se transformó en un jugador histórico de Brasil. A nivel de clubes jugó casi 300 partidos en el Santos, más de 200 en Palmeiras, donde ganó la Copa Libertadores 1999, y junto a la selección disputó 47 encuentros, marcó seis goles y ganó en 1997 la Copa América y la Confederaciones.

También jugó la Copa del Mundo de 1998, donde se hizo más conocido en Chile tras marcarle dos goles a la Roja en los octavos de final. En la actualidad, el ex volante acaba de dejar Flamengo, donde fue ayudante técnico de Tite, entrenador que lo sumó a su staff de trabajo luego de que el Scratch ganara la Copa América 2019.

- ¿Cómo recuerda ese partido de Francia 1998?

- Lo recuerdo como un partido donde éramos favoritos por los jugadores que teníamos, por el plantel. Estaba Dunga, que había sido campeón del Mundo el 94, Aldair, Bebeto, Rivaldo y Ronaldo en excelente momento. Nos enfrentamos a una de las mejores duplas de ataque del momento, que eran Marcelo Salas e Iván Zamorano. El comienzo fue difícil, pero en el primer ataque de Brasil hice el gol tras una falta en el lado ofensivo izquierdo que centró Dunga y yo le doy de cabeza. Luego, tras un tiro libre de Roberto Carlos, en el rebote marqué mi segundo gol.

- ¿Fue uno de los partidos más importantes de su carrera?

- Sí, muy especial, porque fue el único partido en el que hice dos goles en mi carrera profesional. Es un partido inolvidable en mi vida y, además, al final del Mundial yo quedé como el segundo goleador de Brasil. Para un mediocampista defensivo es una marca muy importante. Recordando, yo hacía cinco goles al año y ahí hice tres en una Copa del Mundo. No sólo el partido con Chile fue inolvidable para mí.

- ¿Qué recuerda de esa selección chilena?

- ¡De Salas y Zamorano! ¡Ellos estaban sobre la media! Fueron el mejor ataque de la clasificatoria y en su momento eran la mejor dupla del mundo. Estábamos confiados, pero muy atentos, porque enfrentábamos a un equipo con alto poder de concreción.

- ¿Cómo ve el Chile vs Brasil de esta noche?

- Las dos selecciones no viven un gran momento en la clasificatoria para el Mundial. Brasil tiene muchos cambios y Dorival aún busca el 11 ideal. Una ausencia importante es la de Vinicius Junior, entonces en la ofensiva pierde mucho. Y Chile, jugando en casa, puede considerarlo un partido clave para una recuperación, ya que no está muy bien posicionado en la tabla. Además de Vini, dentro de las cinco bajas de Brasil, creo que Alisson hace mucha falta.

- ¿Por qué el hincha brasileño está tan desencantado con su selección?

- Hay un tema multifactorial. Pasa que los mejores brasileños no juegan en Brasil y la gran mayoría de los aficionados es de una clase que tiene poco acceso a competencias internacionales, en Europa especialmente. Esto es un fenómeno financiero que afecta la proximidad con la selección. Además, los últimos resultados tampoco vienen agradando. Por muchos años fuimos protagonistas y referencia en Sudamérica, y hoy se vive un momento de renovación. Y cuando no ganas, repercute en todos lados. Si no hay triunfos, la gente quiere salidas. Yo confío en Dorival.

- Usted tuvo a Erick Pulgar en Flamengo, jugando siempre a buen nivel. ¿Por qué a él le cuesta mostrar lo mismo con la Roja?

- Estuve con él este último año. Además de un gran jugador, es una gran persona. Entiende bien las dos fases del juego, con o sin balón. Se posiciona bien, crea líneas de pases para los defensas y sirve de soporte para los atacantes. Y tiene buen remate. Creo que la dificultad puede pasar por el calendario, que está muy apretado aquí en Brasil. Se juegan tres torneos al mismo tiempo y Erick es un jugador que todos los partidos era el mejor o segundo mejor en la parte física en Flamengo, de los que hacía más distancia.

- ¿Esa es la razón?

- El desgaste de Erick en los partidos es muy grande, entonces para mí, esa inconstancia con la Selección Chilena y algunas veces en Flamengo fue por no poder recuperarlo totalmente desde el aspecto físico. Y cuando no está entero o completo físicamente, esto afecta la calidad técnica, no solo de él. Hablo como ex asistente técnico de Flamengo: los que además jugaban por sus selecciones, todos sufrieron bastante y perdieron mucho en el diferencial técnico. Pero Erick es un grandísimo jugador, un fenómeno. Me gusta mucho.

- Aprovechando que usted es una leyenda del Palmeiras, coincidió en dicho club con Jorge Valdivia...

- Estuve con él en 2012, cuando Palmeiras ganó la Copa de Brasil y también en el peor momento, cuando descendimos a la Serie B. Yo le decía a Valdivia ‘El Mago’. En el circo hay varios espectáculos, pero el mago hace malabarismo, aparece y desaparece cosas y los más jóvenes se quedan asombrados. Eso es Valdivia para mí. La pelota es, para muchos, un instrumento difícil de entender y para Valdivia es parte de su cuerpo. Es un gran jugador y persona. Después que bajamos de división, ascendimos como campeones.

- ¿Algún recuerdo con él?

- Era un jugador espectacular, los recuerdos que tengo con él, de juego y en entrenamientos, me hacía acordar a Djalminha. También hacía cosas de Ronaldinho Gaúcho, de brasileño, de los mágicos. Como lo que hace Giorgian de Arrascaeta en Flamengo. Son jugadores diferentes. A los ‘10′, infelizmente, me tocaba pararlos cuando jugaba. Siempre que tenía que contener a alguno de esos jugadores, la noche anterior era mala y los sueños no eran tan buenos. Y Valdivia está entre ellos.

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