“Al terminar el partido uno de mis hijos lloró; siempre me preguntaba cuándo iba a volver”

Felipe Mora vivió un verdadero calvario durante 11 meses. Una lesión lo alejó del fútbol y tanto la angustia como la incertidumbre fueron protagonistas de un período oscuro. Pero eso se acabó. El goleador chileno ingresó a los 75 minutos en el empate de Portland Timbers ante New York City y tras el partido ni el ni su familia daban más de la emoción.

“Fueron muchas sensaciones. Cuando terminó el partido y vinieron corriendo mis hijos, uno de ellos estaba llorando. Él siempre me preguntaba cuándo volvería a jugar. Después me abracé con mi esposa que también sufrió mucho. Gracias a Dios estoy de vuelta”, expresó luego del pitazo final.

“No esperaba tanto cariño. Cuando entré a la cancha sentí que estaba volviendo a nacer”, añadió.

Luego, el ex Audax y Universidad de Chile ahondó en cómo afrontó la larga etapa sin poder jugar. “Fue todo muy difícil. Amo jugar y entrenar con mis compañeros y no me esperaba la lesión. Todo este tiempo me sirvió mucho, me hizo una persona más fuerte. Pasé mucho tiempo con mi familia”, confesó.