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De ser albañil a llegar a la Roja: “Jugaba por los lechones y los corderos”

Ricardo Gareca lo citó de emergencia y llegará para suplir la baja de Marcelino Núñez. No hizo inferiores. “Nunca imaginé jugar en un club como Talleres”.

De ser albañil a llegar a la Roja: “Jugaba por los lechones y los corderos”
Pablo Vera
Nació en Puerto Natales en 1982. Titulado de Periodismo en la Universidad Austral de Chile. Ingresó a AS en el año 2014 y desde el 2019 es Editor. Entre el 2017 y 2018 efectuó una pasantía en AS España. Durante ese período se encargó de seguir a los futbolistas chilenos en Europa, además de cubrir los partidos de la Roja en el extranjero.
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La baja por lesión de Marcelino Núñez propició el llamado a la Roja de Ulises Ortegoza, volante de Talleres de Córdoba que hace rato estaba en la órbita del DT nacional. De hecho, su nombre había aparecido entre los 55 citados a la Copa América, pero finalmente no quedó en la lista final.

Sin embargo, ahora tendrá su gran oportunidad ante Brasil y Colombia, en lo que será todo hito para una carrera atípica, ya que nunca hizo divisiones inferiores.

“A los 21 años llegué a Los Andes. Jugaba en Argentino Oeste de San Nicolás y trabajaba como albañil con mi papá. Sé lo que cuesta ganarse el mango. Jugué en Reserva, me subieron a Primera, el club descendió y arranqué a jugar en B Metro (tercera categoría)”, expresó hace un tiempo.

“Es más difícil levantar una pared con dos grados. Yo le ayudaba a mi papá y fui aprendiendo algunas cosas. Las chances que tuve, como esa que me salió del ascenso, la aproveché”, añadió.

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Después, escaló con rapidez en el fútbol argentino. El 2022 pasó a Gimnasia de Mendoza en la B y de ahí pegó el salto a Talleres de Córdoba, elenco donde ha alcanzado notoriedad en la máxima categoría y en la Copa Libertadores. En la actual temporada suma 31 partidos, 21 como titular.

“En San Nicolás jugaba en el potrero, en canchas de tierra, con un poquito de pasto. Jugaba por los lechones y los corderos, por la gaseosa y el sandwich... Nunca me imaginé jugar en la primera de un club tan grande como Talleres. Es un orgullo para mí, para mi familia, para los chicos del barrio y de mi ciudad. Nadie en la familia había llegado”, contó.

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