ENTREVISTA AS
El chileno que brilla en Chacarita: “Antes que mi abuelo falleciera, le prometí jugar en la Roja”
“A corto plazo, mi objetivo es debutar en el plantel profesional de mi club y también ser nominado al Mundial Sub 20 del próximo año”.
El chileno Crescente Camus, de sólo 18 años, está pronto a cumplir su primera temporada en el fútbol argentino. El lateral derecho se formó en las inferiores de Universidad Católica, pero en diciembre de 2023 se integró a las juveniles del Club Atlético Chacarita, elenco que hoy está en la segunda división trasandina. “Acá vivo solo, aunque mi papá y mi mamá se turnan para visitarme. Extraño a mi familia, mi colegio y mis amigos, pero he aprendido a ser más autónomo”, dice a AS.
“A 12 años ingresé a la UC, donde me dirigía el ‘profe’ Sebastián Barrientos. Yo jugaba como volante, en general de 10 u 8. Una vez, debido a la falta de jugadores, el DT me probó como lateral derecho. En ese partido me acuerdo que gané todos los mano a mano. A partir de ahí me quedé jugando en esa posición y me dieron la titularidad”, rememora.
“Hacia fines de 2022, empecé a entrenar con Rubén Dundo, un coach argentino que fue futbolista y que vivió gran parte de su carrera en Chile. Yo siento que él me ayudó a desarrollar una mentalidad más competitiva y a exigirme al máximo. Al tiempo, me dijo ‘estás en otro nivel, es hora de buscar oportunidades en el extranjero, yo creo que puedes andar bien’. Y a mediados de 2023, surgió la posibilidad de una prueba en Chacarita”, agrega.
- ¿Quién lo recibió allá?
- El encargado de la Sub 18 era Cristian Milla (ex U) y después de verme jugar, lo convencí. Me dijo, ‘vente en diciembre, que queremos ver la opción del fichaje’. Así que llegó ese mes y me integré rápido. Me inscribieron en la AFA y debuté en la fecha 3 contra Colón, ganamos 1-0. En agosto pasado ya me promovieron al plantel de la Reserva. Entreno con ellos, pero juego con la Sub 18, porque quieren que privilegie los partidos con mi categoría.
- ¿Cuáles son sus principales características?
- Siempre he destacado por mi velocidad. Desde pequeño he sido rápido, lo que me ayudó a adaptarme a la posición de lateral derecho. Con el tiempo, aprendí a manejar el puesto gracias al ‘profe’ Sebastián y a observar partidos, soy bien estudioso, y eso me permitió ir sumando herramientas para mejorar mi juego.
- ¿Qué ha sido lo mejor de haberse ido a Argentina?
- Me he vuelto más autónomo, como te mencionaba. He logrado más carácter, más personalidad. He tenido que aprender a resolver cosas solo. Y en el lado deportivo, acá es muy distinto, por el tema del roce. Acá adquirí una agresividad y una competitividad tremenda. Mis compañeros me dicen “Chile”, porque mi nombre no es muy común, jajajá. Una frase que tienen es ‘nunca vas a encontrar a un chileno tan competitivo como el Chile’.
- ¿Su familia ha sido importante en esta etapa?
- Sí, siempre he tenido su apoyo. Lo de mis papás, por ejemplo, de venir a verme cada cierto tiempo para que no esté tanto tiempo solo. Y mi abuelo también lo ha sido. Él falleció en 2018, pero siempre estuvo muy presente, porque cuando yo era niño veía partidos conmigo, hablábamos de la Champions. Yo le prometí que un día me vería jugando en el extranjero y en la selección chilena. Y aunque no alcanzó a verme en Argentina, juego para honrar su memoria. Sé que me está acompañando.
- ¿Tiene algún referente en el fútbol chileno?
- Arturo Vidal, sin dudas. Él es una gran inspiración para mí. Su garra y su estilo me representan y son un ejemplo de lo que quiero ser.
- ¿Cuáles son sus objetivos?
- A corto plazo, mi sueño es jugar en la Primera de Chacarita y representar a Chile en el Mundial Sub 20. Y si me llamaran para el Sudamericano, estoy disponible, totalmente. Y a largo plazo, quiero ser campeón del mundo con Chile y jugar en Europa, ojalá en el Bayern Múnich, porque ese era el equipo que le gustaba a mi abuelo.