El drama que no se vio en TV de uno de los sobrevivientes chilenos en Libertadores: la escena da la vuelta al mundo
Racing clasificó a los cuartos de final de la Copa Libertadores, aunque no todo fue alegría en la Academia. Gabriel Arias vivió una curiosa situación en medio del partido.
Gabriel Arias vivió uno de esos partidos que no se pueden explicar. El portero fue clave para que Racing lograra el triunfo y la clasificación ante Peñarol en la Copa Libertadores. El chileno tuvo una doble atajada fundamental en los últimos minutos del encuentro disputado en el Cilindro de Avellaneda, pero fue reemplazado en el tiempo adicional.
Cuando parecía que el duelo se iba a los penales, Gustavo Costas decidió sacarlo para hacer ingresar al guardameta suplente, Facundo Cambeses, esto en el minuto 90+3’. Sin embargo, instantes después Franco Pardo anotó el 3-1 definitivo y los lanzamientos desde los doce pasos no fueron necesarios. Racing se metió entre los ocho mejores del continente.
El enojo de Arias
Pese a aquello, la reacción de Arias fue poco usual. Apenas se dio cuenta que tenía que salir de la cancha, su rostro cambió por completo. Movió la cabeza de un lado a otro y se retiró lentamente para darle paso a Cambeses. Todo esto mientras se sacaba los guantes y le daba la cinta de capitán a su compañero.
Mientras que en su camino al banco de suplentes no saludó a Costas e incluso ni siquiera lo miró, esto mientras recibía el apoyo de los asistentes y de sus propios compañeros de Racing. Tras el partido el propio entrenador, con pasado en Palestino, confesó que el cambio de porteros era una decisión que estaba conversada entre el cuerpo técnico desde antes, aunque de todas maneras sorprendió al capitán del cuadro de Avellaneda.