“Emigré de Santiago a Barcelona a los nueve años con mis papás; ser citado por Chile es un sueño”

Willy Chatiliez se embarcará este martes en un tren de Huesca a Madrid para integrarse a la concentración de la selección chilena Sub 20. Zurdo, extremo derecho y mediapunta de 19 años, actualmente en el SD Huesca, fue la gran sorpresa de Nicolás Córdova en la nómina para los amistosos frente a Qatar en el moderno complejo Las Rozas, sede de las selecciones españolas.

Un cierre de año perfecto para el futbolista nacido el 2005 en Santiago, de madre chilena y padre francés, quien ya empieza a demostrar sus grandes condiciones en la segunda división hispana. Tras arribar desde el Juvenil División de Honor del Badalona y superar una prueba, ya es pieza fija del equipo filial de Tercera RFEF y fue promovido al primer equipo, donde suma cuatro encuentros: dos en liga y dos en Copa del Rey.

- ¿Cómo se enteró de la citación y quién lo contactó?

- Fue un proceso rápido. Empecé a entrenar en el primer equipo, jugué en Copa del Rey y dos días después Chile me llamó. Creo que les convencí con esos partidos. Por suerte he aprovechado las oportunidades desde que llegué a Huesca. Nico Córdova se contactó conmigo, me dijo que estaba encantando de conocerme y que le gustaría sumarme al proceso para el Sudamericano y luchar por estar en el Mundial.

- ¿Qué tal reaccionó su familia cuando se enteró de que estaba citado?

- Fue un momento increíble, porque todo pasó dos días después de la Copa del Rey. Se olía que podía ser posible, y cuando fue oficial, no pude compartirlo con ellos de manera presencial, pero los llamé cuando supe la noticia.

- Cuéntenos su historia. ¿Dónde nació y a qué edad emigró a España?

- Yo nací en Chile, en Santiago, donde viví los primeros nueve años. Ahí empecé en la Universidad de Chile y conseguí dar el salto al CDA, donde estuve dos años. Después tomamos la decisión de venirnos a Barcelona por el trabajo de mis padres. Mi madre (Macarena Valenzuela) es chilena y también tengo la nacionalidad francesa porque mi papá (Federic) es francés. Y al pasar diez años acá, también tengo la nacionalidad española.

- ¿Fue muy difícil el cambio de Chile a España?

- Fue un riesgo, pero todo salió muy bien. Sólo pude volver a Chile una vez, para estar con la selección Sub 15. Me adapté muy rápido a Barcelona, con los hermanos en el mismo colegio, fue un proceso muy agradable. Y en el fútbol, acá el juego de posesión me gusta mucho, y se adapta bien a mi estilo.

- ¿Quién le inculcó el amor por el fútbol?

- Esta pasión por el fútbol se la agradezco a mi papá, que ha hecho todos los deportes que te puedas imaginar. Pero siempre más como un pasatiempo que como trabajo. Mi papá trabaja en Decathlon, eso demuestra la pasión por el deporte, y tanto yo como mis hermanos, Max y Alice, somos muy deportistas.

- Y para su madre y familia en Chile, debe ser un doble orgullo por elegir este país. ¿Cómo fue esa reacción?

- Para la familia de parte de mi mamá, que saben muy bien lo que es representar a Chile, es un orgullo mayor. Mi abuelo me ha seguido desde siempre y se siente muy orgulloso. Es un sueño representar a Chile en un Mundial, creo que es el momento ideal para mí, me siento muy preparado por la experiencia y listo por si me necesitan. Además, sería la oportunidad de regresar a Chile y que me vean.

- Qué ha podido conocer de sus compañeros, como Damián Pizarro y Favian Loyola, por ejemplo

- Me llama la atención compartir con ellos y conocernos, juegan en grandes equipos. Al final es algo bueno que haya chicos que estén en distintos países, porque puedo encajar mejor. Favian Loyola viene de Estados Unidos y tenemos caminos parecidos. Me genera ilusión luchar por ser parte y transformarnos en el futuro de Chile.