“Uno se cierra a jugar en Chile, pero puedes ir a otros lados; en Andorra vivo bien y ahorro”
“El club paga la estadía, la alimentación y todas esas cosas, así que estamos súper cómodos, se han portado muy bien”, cuenta el ex Copiapó.


El volante Daniel Mansilla tiene la película clara. Si las cosas no le resultaron en el fútbol chileno, había que salir a buscar otras opciones. El volante de 30 años pasó casi toda su carrera en Deportes Copiapó, pero en 2022, cuando era titular, una grave lesión truncó todos sus planes. Después de eso, levantó la vista y se abrió al mundo. Ahora, lleva una semana en Andorra tras fichar en el Atlètic Amèrica, elenco de la segunda categoría.
“El tema se dio por medio del representante Diego Sepulveda, y su socio Felipe Zamora. Me llamaron y me plantearon la opción de venir acá, así que decidí aceptar”, cuenta a As desde Europa.
“Uno no va a buscar puertas afuera y se cierra a estar en el medio local, que es una liga buena, pero si las cosas no se dan, hay que buscar la oportunidad en otros lugares. Cuando me dijeron Andorra, la verdad es que no ubicaba, pero busqué información y es un país hermoso. La infraestructura, lo social, todo es muy bueno. y tranquilo. Hay calidad de vida”, complementa.
- ¿Qué tal es el nivel de la liga?
- Uno viene con incertidumbre cuando no conoce si el torneo es bueno, pero está en crecimiento. El club al que llegamos está ordenado. Llevo una semana entrenando con los compañeros y hay hartos extranjeros como mexicanos, argentinos, franceses y colombianos. Y el nivel es súper parecido, guardando las proporciones, al fútbol español, con toque, circulación de balón y mucha técnica.
- Y en cuánto a lo económico, ¿cómo es en comparación con el fútbol chileno?
- Bien, aunque como es una liga en crecimiento, tampoco los sueldos son como en Primera División de Chile, pero es bueno. Nos dan todas las comodidades, así que alcanza para vivir bien y ahorrar. Estamos en una casa con los otros chilenos (Claudio Santis y Ricardo Escobar). El club paga la estadía, la alimentación y todas esas cosas, así que estamos súper cómodos, se han portado muy bien. También nos vienen a buscar y a dejar para los entrenamientos. Si bien Andorra es un país, no es muy grande, es como una ciudad que tiene comunas. Es en medio de las montañas, así que hay nieve y centros de esquí. El paisaje es hermoso. Mi idea también es recorrer Europa, sobre todo Francia y España que están al lado. Siempre me ha llamado la atención ir a París.
- Después de esta llegada a Europa, ¿cómo proyecta su carrera a partir de ahora?
- Estando acá las cosas cambian, porque se entra a otro entorno, te empiezan a ver equipos de Primera de acá. Mi idea primero es jugar el máximo de minutos, salir campeón, subir. Además, se está jugando la Copa Constitución y el que la gana va a la Conference League, entonces imagínate cómo es estar acá. Si subimos se abrirán puertas. Mi idea es tratar de pegar el salto acá, mantenerse en esta órbita, porque uno se cierra a Chile y hay otros lugares donde uno puede hacer su carrera y tener otro estilo de vida. La carrera del jugador es corta. Pude haber tomado estas decisiones antes y ahí sería otra la historia, pero maduré tarde
- ¿Cómo fue su carrera en Chile?
- Hice cadetes en Huachipato desde los 14 años, después me volví a Copiapó, que es mi ciudad, y firmé contrato. Se medio dio rápido el jugar harto como titular y anduve bien. Luego, llegó otro técnico y fui a préstamo a Naval, estuve por Ovalle en Tercera y luego otra vez Copiapó. En el 2022, año en que ascendimos a Primera, yo estaba jugando y cuando quedaban tres partidos para empezar la liguilla, sufrí un corte de ligamentos en el tobillo. Quedé fuera de todo y, además, justo se me terminaba el contrato. Ahí todo se me hizo muy complicado y me costó volver a encontrar club.

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