Vidal se alza como el más grande y vive así su nuevo día de festejos

Minuto 60 del partido entre Flamengo y Atlético Parananense en el Estadio Monumental Isidro Romero de Guayaquil. Arturo Vidal y el resto de la banca del ‘Mengao’ se levantan para hacer trabajos precompetitivos, pero el ‘King’ lo hace con un ímpetu distinto.

Lo demostró durante toda la semana: iba a entrar sí o sí. Aunque le hayan dado el alta recién el lunes luego de una operación por un traumatismo en su pierna derecha y haya tenido que lucir una vistosa venda en los últimos días. Dorival Júnior recibió el mensaje y a los 70′ lo llamó para decirle que sería el primer cambio del cuadro carioca. Un minuto más tarde, Vidal ingresó por Thiago Maia.

Como es costumbre en él, de inmediato comenzó a dar órdenes a sus compañeros. Sin embargo, apenas tocó el balón cayeron las pifias del público local, que todavía recuerda los mensajes por redes sociales del ‘Rey’ sobre el ‘caso Byron Castillo’. La situación no incomodó demasiado a un experimentado como Vidal, que hizo un correcto partido y consiguió una de las pocas cosas que le faltaban en su avezada carrera: un título continental de clubes.

Luego del pitazo final, el ex Colo Colo recibió el abrazo de Erick Pulgar, quien llegó corriendo desde el banco, en uno de los momentos más emotivos para los espectadores y periodistas chilenos que estaban en el recinto de Guayaquil. Un rato más tarde, Vidal no pudo contener las lágrimas, y entre la emoción decidió acercarse al codo ubicado entre las tribunas norte y oeste del Monumental, donde se encontraba su actual pareja, Sonia Isaza.

Tras esto, llegó el momento de recibir el trofeo de la Copa Libertadores, un título desconocido para Vidal hasta este sábado. El chileno comandó los festejos en la cancha, pero sobre todo en el camarín: el plantel del ‘Mengao’ se quedó durante un par de horas en el vestuario, escuchando música y bebiendo cerveza. El ambiente festivo era total y así quedó demostrado en los IG Live.

Tanto, que una vez que el nacido en San Joaquín salió por la zona mixta donde se encontraban los periodistas, no emitió declaraciones y pasó con una lata de cerveza en la mano y gritando “campeones”, acompañado de su mejor amigo en el equipo rojinegro, el uruguayo Giorgian de Arrascaeta. Finalmente, una vez en el bus de Flamengo se tomó una fotografía junto a su medalla de campeón del continente. La mañana de este domingo, el equipo brasileño volverá a Río, donde, seguramente, el futbolista chileno más exitoso de todos los tiempos seguirá celebrando.