Fútbol Chileno
Correa ya marca presencia en Chile
El gran fichaje del mercado anotó el primer gol en Colo Colo e ilusiona a los hinchas. Superó una inesperada lesión y da indicios de mejoría.
Después de cuatro partidos desde en la titularidad y una lesión muscular que dilató su debut, finalmente Javier Correa anotó el primer gol tras su llegada a Colo Colo. Los albos gastaron cerca de 2 millones de dólares para lograr el fichaje del delantero argentino, un gasto elevadísimo en vista de los valores del fútbol chileno. Por lo mismo, la expectativa es máxima respecto del aporte que puede realizar en el Cacique.
La trayectoria de Correa es incuestionable. Proviene de Estudiantes de La Plata y recientemente logró el título de la liga en Argentina, con presencia continua y un registro de cinco goles en la campaña. Antes, pasó por México, convirtiendo también con regularidad y, en su paso por Racing de Avellaneda, la suma de tantos tampoco fue baja. Esto del 2020 hasta hoy, lo que indica la vigencia plena del atacante.
Delantero distinto
El funcionamiento de Colo Colo, en la construcción de juego y durante la fase ofensiva, no ha sido el óptimo. Sin embargo, Correa de todas formas ha dado señales claras de sus atributos individuales de juego, que lo colocan en un escalón superior del torneo local.
La primera característica sobresaliente es su facilidad de remate con ambos perfiles. Regularmente, resuelve con tiros repentinos, potentes y dirección correcta. Les dio el triunfo a los albos ante Everton en la fecha pasada por esta vía en el segundo tiempo. Recibió el balón para finalizar con la derecha, pero orientó hacia la otra pierna y se despachó un remate inatajable.
Otro rasgo de juego determinante es la lucidez y facilidad de movimientos de desmarcación del argentino. Son acciones en espacio reducido, en el frontis del área penal o en la entrada de esta. Principalmente, diagonales o en su defecto desplazamientos horizontales para aprovechar los espacios entre los defensores y así finalizar la maniobra colectiva de ataque.
¿Solo o acompañado?
Recién ante Everton, Jorge Almirón innovó en la ofensiva de Colo Colo y, desde el minuto inicial, alineó una dupla de ataque. Correa actuó junto a Guillermo Paiva en el marco del sistema de juego de 1-3-5-2 que empleó el DT durante el primer tiempo. Después, el Cacique se organizó con un esquema 1-4-4-2 y la sensación fue que ese diseño para convertir o generar llegadas favorece al argentino.
En los partidos previos, Correa se vio demasiado aislado y recibiendo pocas habilitaciones, aún con Colo Colo posicionado en cancha contraria y dominando el control del balón. La presencia de otro ‘9′ aumenta la generación de espacios, que puede aprovechar el argentino. También, cuenta con un habilitador cercano para las conexiones rápidas en la zona central del área penal oponente.
La permanencia de la “sociedad” con Paiva no parece inadecuada, pero la decisión final de Almirón se irá conociendo en la medida que transcurran los partidos de la agenda competitiva de Colo Colo. El paraguayo es un ‘9′ con movilidad, abandona su zona de intervención y genera asociaciones en los sectores perimetrales del área penal. Además, su gran capacidad en el juego aéreo puede ser una fuente de asistencias también para Correa con desviaciones y pivoteos e un sector crucial del ataque.