Entrevista As
Costó US$ 1,5 millones, pasó por la U y UC y busca club: “Estoy cesante; no hay que regodearse”
Benjamín Vidal busca una nueva oportunidad. Bajó con el Vial a Segunda, pero mantiene la esperanza de encontrar equipo. “Me siento tranquilo y nervioso”.
Benjamin Vidal solo tiene 31 años, pero ha vivido de todo en su carrera. Irrumpió con fuerza en el O’Higgins campeón del 2013, la Universidad de Chile pagó 1,5 millones de dólares por él y luego pasó fugazmente por Universidad Católica. También sufrió un accidente que pudo costarle la vida, pero logró levantarse.
Estos últimos dos años jugó en Fernández Vial, descendió a Segunda División Profesional y ahora clama por una nueva oportunidad en el fútbol.
“En este momento estoy cesante como muchos chilenos. Te puedo nombrar 10 equipos, pero mientras ninguno me llame y me diga que hay interés, no puedo decir nada. Estoy a la espera”, cuenta en diálogo con AS.
- ¿Cree que llegará esa esperada chance de conseguir club?
- La ilusión está, la esperanza también, sobre todo por estos dos últimos años. Ascendí con Coquimbo, después quise tomar el desafío de irme al Vial en una aventura y aunque los resultados no se dieron, hice un buen año. No tuve lesiones y jugué todos los partidos, así que por ese lado me parece que he rendido bien. Como dice un amigo, ‘estoy tranquilo nervioso’.
- ¿Ese club que lo llame debe ser de Primera o de la B o se abre a la Segunda División Profesional?
- No hay que regodearse, pero me gusta estar donde me quieran. Si hay un equipo que esté interesado, que me llamen por WhatsApp. Estoy dispuesto a todo, yo feliz.
Sus pasos por la U y la UC
- Tras brillar en O’Higgins la U pagó una millonada por usted, ¿cómo recuerda esa época?
- Me sirvió mucho. No era fácil llegar a ese camarín por los nombres que había, con muchos referentes. Por ejemplo, en defensa estaban Osvaldo (González), ‘Pepe’ Rojas y (Cristián) Suárez, entonces no era llegar y meterse ahí. Igual tuve mucha participación al principio, después aflojé un poquito, pero en los dos años jugué bastante. Después me fui a Palestino para sumar minutos, porque no tenía cabida en la U.
- ¿Siente que pudo dar más?
- Han pasado seis años desde que me fui, miro para atrás y los recuerdos de la U se me pasan muy rápido, el tiempo se pasó volando y solo después uno se da cuenta que quizá pudo haber estado más tiempo. De todas formas, fueron años bonitos.
- Después tuvo otra oportunidad en un grande...
- En la Católica me costó porque fui desde Palestino a un equipo ya armado y no me pude afiatar al principio. Además, llegué lesionado y me costó el arranque, así que solo estuve seis meses y regresé a Palestino. Mi paso por la UC fue fugaz.
- También descendió y ascendió con Coquimbo, ¿qué recuerdos le quedaron?
- Descendí en 2020 con ‘Coto’ Ribera como DT. Nos enfocamos en la Copa Sudamericana, pero igual me quedé para jugar la B y la verdad es que con la clase de jugadores que había como Paredes y Beausejour, teníamos que subir sí o sí. Ese campeonato lo recuerdo mucho.
- Por último, ¿qué balance podría hacer de su carrera?
- Ha sido una trayectoria de mucho aprendizaje. He tenido momentos personales fuertes, pero siempre me han dejado enseñanzas y sigo en eso. Tengo recién 31 años, es buena edad y aquí estoy esperando que alguien necesite de mis servicios.