Entrevista AS | Parte I

“Cuando entré a la cárcel, pensé que mi carrera se terminaba; en la prisión me conocían por mi paso en Colo Colo”

Alejandro Vásquez habla de su conexión con la religión y recuerda sus días recluido por encubrimiento: “Tuve que tocar fondo para cambiar mi vida”.

“Cuando entré a la cárcel, pensé que mi carrera se terminaba; en la prisión me conocían por mi paso en Colo Colo”
Felipe Silva
Es parte de la redacción de AS desde el 2020. Le apasiona el fútbol y se dedica, principalmente, a realizar entrevistas y colaborar en redes sociales. De vez en cuando también hace directos y crónicas de partidos de competencias nacionales e internacionales. Obtuvo el grado de Licenciado en Comunicación Social en la Universidad Austral de Chile.
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Alejandro Vásquez (41) llega sonriente a la oficina de AS. El ex carrilero, quien durante su carrera defendió a equipos como Colo Colo, Curicó Unido, Cobreloa y Deportes Melipilla, tiene ganas de hablar sobre su nueva vida, que tiene a Dios como símbolo principal.

“Gracias a él estoy bien, perseverando, porque amo al Señor por sobre todas las cosas. El año pasado dejé de jugar, en Lautaro de Buin, y cumplí 20 años de carrera. Por ahora estoy jugando los lunes en Colo Colo de Todos los Tiempos, con Esteban Paredes, Jaime Valdés, Manuel Neira y muchos más. Soy un agradecido de la vida”, cuenta.

Vásquez habla con orgullo de su etapa como futbolista. “No muchos cumplen 20 años jugando. El fútbol no me dejó a mí, yo lo dejé... No muchos llegan hasta los 40. Eso fue muy lindo”, explica.

- El hecho de hoy estar jugando en Colo Colo de Todos los Tiempos también debe ser muy lindo para usted...

- Sí, es hermoso compartir con leyendas como Esteban Paredes, el ‘Chano’ Garrido, el ‘Pájaro’ Valdés, Gonzalo Fierro... Claudio Bravo igual estuvo yendo. Los conozco desde chico, porque llegué al club a los 11 años. Hice cadetes, debuté y conocí personas muy lindas.

- Hablemos de su lado religioso. ¿En qué momento decidió seguir el camino de Dios?

- Conocí a Dios en 2010, porque tuve un problema judicial. Mi carrera se vio opacada por encubrir a un joven (su entonces cuñado, quien cometió un homicidio; el hecho llevó a Vásquez a la cárcel). Pero Dios me dio una nueva oportunidad de poder seguir jugando. En ese momento tenía como técnico a Luis Marcoleta en Curicó Unido y él, que también era cristiano, me dio la chance de volver al fútbol. De ahí mi carrera fue en avance, porque Dios me abrió muchas puertas. Tuve que tocar fondo para cambiar mi vida.

- La pasó muy mal...

- Fue muy difícil, porque yo pensaba que mi carrera llegaba hasta ese momento. Y no siendo una persona mala, pero tú sabes cómo es la gente, te discriminan por las cosas que uno ha vivido... Pero tuve la bendición de tener en ese momento a Marcoleta, que me apoyó. Salí de la cárcel, recibí a Cristo como mi salvador, y de ahí mi vida en el fútbol fue en aumento. Si no hubiese conocido a Dios, no sé qué sería de mí.

“Cuando entré a la cárcel, pensé que mi carrera se terminaba; en la prisión me conocían por mi paso en Colo Colo”
Alejandro Vásquez durante la entrevista con AS.

- ¿Y cómo fueron sus días en la cárcel?

- Gracias a Dios no fue tan duro, porque igual yo era como conocido, había jugado en Colo Colo y en muchos equipos más. Me recibieron muy bien, me cuidaron y me aconsejaron para que yo cambiara mi vida.

- ¿Sintió apoyo de parte del fútbol chileno?

- Tuve el apoyo del Sifup, en ese momento estaba Carlos Soto. Ellos me fueron a ver a la prisión y también unos compañeros que tuve, que fueron mis amigos, como Andrés Oroz y un par más.

- Con el paso del tiempo, este relato ya es una enseñanza para los jóvenes...

- Sí, para que sigan el camino correcto. Lo más lindo que uno puede hacer en la vida es conocer a Dios, él abre puertas que nadie puede abrir. Es para que sean personas de disciplina, esforzadas y valientes. Que no teman, porque Jehová, su Dios, estará con ellos donde sea.

- ¿En su población también inculca esto?

- Sí, porque yo igual pasé momentos difíciles. Tuve un papá que no estuvo muy presente y sufrí desde chico, pero tuve la bendición de llegar a los caminos del Señor. Lo que yo viví se lo transmito a los jóvenes, que el Señor puede cambiarles la vida.

- ¿Su vida antes de ‘conocer’ a Dios era muy dura?

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- Sí, porque como te decía, tuve un padre ausente. Mi madre siempre estuvo sola y mis hermanos dependían de la ayuda de mi padre, me tocó duro... Me costaba salir adelante, porque no tenía los recursos para irme a entrenar, no tenía zapatos de fútbol y muchas cosas más. Pero gracias a Dios perseveré, luché por mis sueños y Dios me ayudó a ser profesional y jugar en muchos equipos del fútbol chileno.

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