“Cuando llegué a Europa, lloraba todos los días... yo venía de una familia humilde y extrañaba el barrio”

Jaime Valdés (43) se alista para un día especial. El próximo 24 de marzo, ‘Pajarito’ tendrá su partido de despedida en el Monumental y ahí contará con la compañía de varias figuras como Esteban Paredes, Jorge Valdivia, Humberto Suazo, Matías Fernández, Iván Zamorano y Carlos Caszely. El evento comenzará a las 18 horas.

Mientras aguarda por esa jornada, el ex Atalanta, Sporting de Lisboa y Parma, entre otros equipos, dialoga con AS. “La sensación es de ansiedad. Se acerca un momento difícil para todo futbolista. Ponerle término a tu carrera después de largos años no es fácil, pero estoy tranquilo. Sé que va a ser una tarde excepcional, con grandes invitados, y la vamos a pasar muy bien”, cuenta.

- Sus publicaciones han tenido muchos comentarios, pero me imagino que también le llegan mensajes privados de hinchas, demostrándole cariño. ¿Qué es lo más lindo que le ha tocado leer de un fanático hacia usted?

- Yo soy un agradecido de la gente. Desde que llegué a Colo Colo, nació algo lindo con ellos. Siempre me demostraron mucho cariño y está la posibilidad de recibir mensajes a través de las redes. Es una locura los mensajes que me llegan, con mucho agradecimiento, muchos cariños... Hace algunas semanas me tocó conocer la historia de Melanie (pincha aquí para ver), una niña de Valparaíso que se le quemó su casa, y me dejó bien sorprendido todo el cariño que ella tenía hacia mí. Siempre fui su ídolo máximo de Colo Colo. Conocer su historia y todo el cariño que me tiene fue muy emocionante, y por eso también la invité a ella y a su familia a mi despedida.

- ¿Imaginó en algún momento que podría causar esto en la gente?

- No, para nada. Soy un agradecido de todo lo que me tocó vivir. Nunca imaginé tener una carrera tan larga, tan exitosa, y menos terminar con un broche de oro en Colo Colo, con todo lo que eso significó en mi vida personal y en mi carrera. Soy un agradecido de la institución. Yo soy un hincha fanático desde niño y tener la posibilidad de estar, me hace sentir un privilegiado y me enorgullece.

- ¿Cómo definiría su carrera?

- Estoy súper contento con lo que conseguí, porque yo sé de dónde vengo y sé todas las dificultades que tuve que atravesar. Haber hecho una carrera como la que tuve, me da mucha alegría, me llena de emoción y me enorgullece, porque fue una carrera larguísima, muy exitosa a mi modo de ver, así que me quedo con una tranquilidad enorme por todo lo que realicé.

- ¿Qué fue lo más duro que le tocó vivir?

- Yo vengo de una familia súper humilde, con muchas dificultades económicas, y llegué a Palestino a los 10 años. El camino fue muy difícil, hasta que firmé mi primer contrato, donde obviamente la vida nos cambió a mí y a mi familia. Después vino el período de adaptación al fútbol italiano, al nuevo equipo (Bari) y al nuevo idioma... Fueron meses difíciles.

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- ¿A qué se refiere?

- Cuando recién llegué, lloraba todos los días, echaba mucho de menos el barrio, mis amigos, mi familia, y tenía muy poco contacto, porque no había la tecnología de ahora. Me acuerdo de que llamaba tres o cuatro minutos a la semana y me salía 150 dólares. En ese tiempo era mucha plata. Entonces, lloraba todos los días, echaba de menos, pero era consciente de mis capacidades y sabía que si yo había llegado allá, era para quedarme y triunfar, como lo hice...

- ¿Pensó en regresar rápidamente a Chile?

- Sí, porque me fui súper joven. Me fui a los 19 años y la adaptación me costó mucho, porque yo era una persona súper tímida, súper sencilla, y era muy apegado a mi familia. Y el hecho de viajar solo, de estar solo, me costó mucho. Era parte de la adaptación, fueron unos meses difíciles, pero una vez que aprendes el idioma y empiezas a jugar, se te hace todo más fácil. Y así sucedió. Me hice fuerte y gracias a Dios, todo salió bien. Sí se me pasó por la cabeza regresar, pero sabía que tenía las condiciones para poder quedarme y triunfar.

- ¿Recuerda que hizo con su primer gran sueldo en Europa?

- Lo que pasa es que como yo no tenía contrato en Palestino, recibía una ayuda. Tampoco me fui ganando tanta plata, no tenía representante y obviamente que con lo que firmé, yo estaba súper contento, porque iba a cambiar el futuro de mi familia. Pero llegué allá y me di cuenta de que no eran las cifras que se manejaban en ese momento (ríe). Pero sí recuerdo que con mi primer sueldo le pude comprar una casa a mi mamá. Nosotros no teníamos casa... Mi mamá había postulado a un subsidio y le habían dado un departamento en Puente Alto, en las casas Copeva, pero al primer invierno se llovieron y se desarmaron (ríe).

- A medida que fue ganando un poco más, ¿era de darse algunos lujos?

- Sabes que no soy muy materialista. Tenía 19 años y ganaba una buena cifra para un joven de esa edad... Lo que sí hacía de repente, una vez al mes, era comprarme ropa de una marca que me gustaba, pero en lo demás era súper ordenado y trataba de ahorrar y mandarle a mi familia.

- ¿Siempre fue ordenado en términos financieros?

- Sí, siempre trataba de ahorrar. Obviamente que a medida que vas creciendo, los gastos van aumentando y te quiere dar unos lujos como decías tú: un reloj bonito, un auto y todo, pero siempre fui de ahorrar y ordenado en ese sentido.

- ¿Cómo era su relación con los chilenos que estaban en Italia? Coincidió con Arturo Vidal, Luis Jiménez y David Pizarro...

- Hablaba con algunos por teléfono, porque las distancias no eran muy cercanas para poder compartir con ellos, pero la relación era buena. Cuando nos tocaba enfrentarnos, compartíamos antes y después de los partidos.

- ¿Y con Vidal, por ejemplo, cuando él estaba en Juventus?

- No, esos partidos eran difíciles. Me acuerdo que ellos tenían tremendo equipo y nosotros también teníamos muy buenos jugadores. Entonces, los encuentros eran muy duros. Creo que no me tocó ganar.

- A Vidal, justamente, le tocó debutar contra el Parma...

- Sí me acuerdo... Jugó de local y convirtió un gol. Ese partido yo no lo jugué, porque estaba lesionado, pero en el partido de vuelta logramos empatar. Contra la Juventus de Vidal era muy difícil sacar resultados, porque andaban muy bien y Arturo, sobre todo, era uno de los mejores de ese equipo.

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