Entrevista AS | Parte II
“Cuando me fui a la U, yo les dejé plata...”: la crítica más dura de un canterano a Wanderers
Franz Schultz explica cómo fue su salida de Santiago Wanderers: “Las cosas que yo les decía siempre eran entre cuatro paredes y a la cara”.
Franz Schultz (31) está enfocado en un nuevo desafío. Luego de no renovar su vínculo con Santiago Wanderers, el volante viajó a Argentina y se sumó a Cipolletti, cuadro que milita en la Tercera División. “Quiero reencantarme con el juego”, explicó el futbolista en la primera parte de su entrevista con AS.
Ahora bien, en la segunda parte de la conversación, Schultz saca su lado más crítico y revela, entre otras cosas, que no le gustó la forma en cómo dejó Santiago Wanderers. En esa línea, apunta a los dirigentes de la escuadra porteña, de quienes esperaba un poco más de honestidad.
- Usted jugó muchos años en Wanderers. De hecho, se formó ahí. ¿Qué reflexión haría de las malas campañas que ha tenido el club? ¿En qué se ha fallado?
- Es que Santiago Wanderers no tiene un timonel claro en este momento. No tiene un gerente deportivo claro que especifique para dónde va la micro. El año pasado, por ejemplo, el equipo jugaba de una forma y trajeron a un técnico que juega de otra manera. No siguen una línea y así vienen los malos resultados. Por ahí leía una entrevista que decían ‘vamos a traer los mejores jugadores de Primera B’, pero tú no sacas nada con tener un equipo estrella si no tienes un timonel claro.
- ¿Qué le parece el actual plantel?
- Wanderers tiene buenos jugadores, pero quizás son para otro estilo de técnico. El año pasado habíamos partido muy mal, pero con la llegada del profe ‘Chueco’ (Miguel Ponce) nos acomodamos y estuvimos peleando la liguilla hasta el final. El equipo había encontrado una forma de jugar...
- ¿Cómo fue su salida del club?
- Pucha, yo me la esperaba de otra forma. Esperaba honestidad de parte de ellos (los dirigentes), por todo lo que le entregué al club. Porque cuando me fui vendido a la U, yo le dejé plata a Wanderers... Lo único que esperaba era que me dijeran ‘Franz, no vamos a contar contigo el próximo año’. Nada más que eso. Y está bien, si eso pasa en todos los equipos, pero por ahí cuando no te hablan y se hacen los medios locos, no...
- ¿Y cómo se terminó resolviendo su partida?
- Yo me tuve que comunicar con ellos. Ellos no se comunicaron conmigo cara a cara... No les costaba nada decir ‘Franz, no eres carta confiable para nosotros, no te queremos renovar’. Y no pasa nada. Les doy la mano y quizás el día de mañana nos volvemos a juntar. Porque en el fútbol uno nunca sabe y se acabó. Pero por la forma en que se dio, no me gustó.
- ¿Alguna vez enfrentó a los dirigentes?
- No, para nada. Mi forma de ser nunca ha sido así. Las cosas que yo les decía siempre eran entre cuatro paredes y a la cara. Nunca peleando o por la prensa. Siempre fui directo con ellos y yo también esperaba honestidad, pero al final no pasó.
- Y en términos deportivos, ¿qué balance hace de su última etapa en Wanderers?
- Quedé al debe. La gente esperaba mucho más de mí y yo también sé podía haber dado mucho más. En los partidos que jugué, yo marqué diferencias, pero el fútbol está lleno de lesiones y eso yo no lo puedo controlar. La lesión que tuve, que fue un desgarro en el el tendón del isquiotibial, le pasa a uno de cada 500 jugadores. Quedé al debe y obviamente dan ganas de volver más adelante, para devolver la mano por todo lo que hicieron por mí. El 2022 sufrí mucho por las lesiones. Fue, por lejos, el peor año que he tenido.
- La última y lo cambio de equipo. ¿Qué recuerdos le quedan de sus días en Universidad de Chile?
- Tuve la suerte de salir campeón, formamos un grupo maravilloso, tuve compañeros campeones de América, y la verdad es que guardo los mejores momentos. Es una institución hermosa y la gente te acompaña siempre.